Ayuda a todos los damnificados por el 9/11

El atentado de las Torres Gemelas y sus consecuencias tocaron y tocan muy de cerca a nuestra comunidad.

Todavía hay necesidad de recursos para damnificados del 9/11.

Todavía hay necesidad de recursos para damnificados del 9/11. Crédito: AFP / Getty Images

Durante los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y en los meses siguientes, centenares de miles de personas en la Zona de Desastre de la Ciudad de Nueva York, el Pentágono en Washington D.C. y Shanksville, en Pennsylvania sufrieron perjuicios físicos y emocionales, y estuvieron expuestas a una multitud de contaminantes. La Hispanic Federation colabora con un programa federal de salud en la localización de esas personas damnificadas, a fin de que reciban atención médica gratuita.

 En el Bajo Manhattan y una porción de Brooklyn, esos contaminantes subsistieron durante muchos meses después del ataque contra las Torres Gemelas. En un número creciente de casos, los efectos de esos traumas y envenenamiento comienzan a aparecer ahora, casi 22 años después de los atentados.

 “Para dar respuesta a los terribles efectos del 9-11, el Congreso creó el Programa de Salud del World Trade Center”, explica Jonathan Rodríguez, Coordinador de Programas de Salud de la Hispanic Federation. “El programa ofrece servicios de monitoreo y tratamiento de condiciones de salud relacionadas con los ataques terroristas, que hayan sido comprobadas por personal médico certificado por el programa”.

 Se calcula que aquel 11 de septiembre había unas 400,000 personas en lo que luego se conocería como la Zona de Desastre, en el Bajo Manhattan. De esas, unas 120,000 han recibido atención del Programa hasta la fecha. Se trata de personas que vivieron o trabajaron en esa parte de la ciudad entre el 11 de septiembre de 2001 y el 31 de julio de 2002, o que asistían a escuelas, guarderías o centros de envejecientes. O que trabajaron en la Zona de Desastre.

 “El Programa”, agrega Jonathan, “cubre una amplia gama de afecciones, como lesiones agudas y traumáticas, trastornos digestivos y de las vías respiratorias, diversos tipos de cáncer, problemas de salud mental y trastornos musculares ú óseos”.

También cabe mencionar que la exposición a productos altamente contaminantes que afectó a quienes vivían o trabajaron en la zona de desastre hasta mucho después del ataque provocó tipos muy variados de cáncer. Entre ellos, los de la sangre y el tejido linfoide, de la cabeza y el cuello, de la piel, de pecho, de próstata, y cánceres de niños.

“Y no debemos olvidarnos de la salud mental”, añade Jonathan. “El ataque terrorista fue un episodio muy traumatizante que afectó y aún afecta el estado de ánimo, los pensamientos y el comportamiento de muchas personas. Algunos ejemplos de esas afecciones son la ansiedad y los trastornos por estrés agudo, de adaptación, de depresión grave, de pánico, de estrés postraumático, y de consumo de sustancias”.

El atentado de las Torres Gemelas y sus consecuencias tocaron y tocan muy de cerca a nuestra comunidad. Casi una de cada diez de las más de 2,700 víctimas fatales del 9/11 fue alguien de origen latino. Nuestra comunidad perdió ese día 177 hombres y 81 mujeres.

Para más información y ayuda del Programa de Salud World Trade Center, llamen a nuestra línea gratuita y bilingüe, al (844) 432-9832.

 Y para saber más sobre la Hispanic Federation, visiten www.hispanicfederation.org o búsquennos en Facebook, Instagram y Twitter.

¡Celebren con nosotros nuestro 33er aniversario, y hasta la columna próxima!

Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation

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