El auge de los alimentos a base de plantas: una alternativa saludable y sostenible

La producción de alimentos en el mundo genera al menos 26% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, situación que es seguida de cerca por investigadores que buscan impulsar el mercado de alimentos a base de plantas para asegurar el derecho a la alimentación sostenible.

Para avanzar en la alimentación sostenible no hace falta dejar de comer carne y pasar a tener una dieta vegetariana o vegana, aclara la directora de Asistencia Tecnológica del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, Mariana Sánchez.

La idea es “contar con alternativas de origen vegetal pueden ayudar a lograr un balance en la alimentación cotidiana, al mismo tiempo que se logra una mayor sostenibilidad en el cuidado del ambiente”, agrega.

Efectos de la producción de alimentos y la crisis climática

La crisis climática que atraviesa el planeta pone en revisión las actividades que generan las emisiones globales de gases de efecto invernadero, en las cuales la industria alimentaria tiene una gran responsabilidad.

Y todo tendría su origen en que, a juicio de la investigadora, “los alimentos se ven mucho como una mercancía que genera renta, y, en realidad, deberían simplemente alimentarnos”.

El grupo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial de Argentina, se inclina por la promoción de una industria que elabore alimentos “nutricionalmente adecuados, que estén al alcance del bolsillo de la gente, promoviendo las economías regionales y producidos de manera sostenible”.

¿Qué son los alimentos a base de plantas?

Los alimentos a base de plantas se clasifican en dos grandes grupos: aquellos productos que buscan ser una alternativa, intentando simular texturas y sabores de alimentos de origen animal, y los alimentos que son una alternativa de consumo, si parecerse a otros.

Sobre esta base, Sánchez explica, a la Agencia CTyS-UNLaM, que en el primer grupo se encuentran lo que son los análogos a los cárnicos, lácteos y huevos, es decir, alimentos que sensorialmente se buscan emular a un producto tradicional de base animal.

“Es el caso de las hamburguesas, que uno pretende hacerlas en la parrilla, poder darlas vuelta, lo que sería consumirla igual que un pedazo de carne. En estos casos, la experiencia de consumo es clave, porque se quiere imitar otro alimento”, detalló Sánchez.

Mientras que están los productos que “son nuevos o aggiornados, que no buscan ser parecidos a otros de origen animal, sino que están hechos a base de cereales, hortalizas”. Tal es el caso de “lo que son productos como el hummus, los alimentos hoy clasificados como veggies”.

Más consumo de hortalizas

Ante la recomendación de los especialistas de incrementar el consumo de hortalizas y legumbres, esta iniciativa surge como una alternativa, ya que por ejemplo en el caso de las legumbres, los hábitos de preparación no son tan efectivos, por lo que “las presentaciones en formas de medallones, o hamburguesas, tal vez puedan ser una solución y una alternativa”.

Las investigaciones de este instituto van de la mano con empresas y emprendimientos de la industria alimentaria.

Para finalizar, la investigadora advierte bien, sea por motivos ambientales o nutricionales, cada día son más las personas que se suman a este estilo de alimentación, por lo que las investigaciones se realizan de manera permanente de acuerdo a las necesidades de los consumidores.

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