Carlos de Oliveira, gerente de Mar-a-Lago y empleado de Trump, se declara “no culpable” de las acusaciones en su contra

Carlos de Oliveira, gerente de propiedad de Mar-a-Lago, el resort privado del expresidente Donald Trump ubicado en Palm Beach, Florida, se declaró como “no culpable” luego de haber sido acusado por el Departamento de Justicia como uno de los involucrados en el caso de mal manejo de documentos clasificados. Específicamente, De Oliveira fue acusado de intentar borrar material de video de las cámaras de seguridad de Mar-a-Lago.

De acuerdo con el portal de noticias The Hill, De Oliveira, de 56 años de edad, se declaró como “no culpable” en su tercera aparición ante la corte este martes, en un tribunal del estado de Florida.

Oliveira actualmente enfrenta cargos por obstrucción de la justicia, así como cargos por haber hecho declaraciones falsas a los investigadores durante la investigación en Mar-a-Lago.

De acuerdo con información del diario The New York Times, el fiscal especial Jack Smith, que lidera la investigación sobre el mal manejo de documentos clasificados por parte de Trump y de su asistente, Walt Nauta, había investigado a De Oliveira por meses.

La acusación indicó que Oliveira le dijo a otro empleado de Mar-a-Lago, supuestamente, que “el ‘jefe’ (refiriéndose supuestamente a Donald Trump) quería que los servidores (que tenían material de las cámaras de seguridad del resort) fueran borrados”.

Asimismo, los investigadores consideran que De Oliveira hizo declaraciones falsas a las autoridades al negar que había visto o sabía algo relacionado con las cajas de documentos en Mar-a-Lago, y la acusación indica que De Oliveira, personalmente, ayudó a mover dichas cajas.

Por otra pare, el Departamento de Justicia indicó que el expresidente Trump actuó como un supuesto co-conspirador para intentar borrar material audiovisual de las cámaras de seguridad, y recibió un nuevo cargo bajo la Ley de Espionaje.

De esta forma, la acusación en contra del expresidente republicano lo llevará a enfrentar 42 cargos por el mal manejo de documentos clasificados, los cuales incluyen retención ilegal de secretos del gobierno, obstrucción a la Justicia y conspiración. Antes de esta acusación, Trump enfrentaba 37 cargos.

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