Ryan Anderson, el ladrón en serie de raspaditos de lotería en California, que cometió más de 100 robos en negocios
Las autoridades identificaron al hombre como el líder de un grupo responsable de 71 robos por separado de tiquetes de raspaditos valorados en $95,565.00, así como $59,105.00 en dinero de premios robados de 64 negocios en siete condados del norte de California
Ryan Anderson, el ladrón en serie de raspaditos de lotería en California, cometió más de 100 robos en establecimientos autorizados para vender estos juegos de azar.
Las autoridades informaron que Anderson, de 32 años, era la mente maestra en el esquema de robo.
Según un comunicado de la Oficina del Fiscal de Distrito de Contra Costa, Anderson en complicidad con otros socios, identificaban tiendas que vendían tiquetes de raspadito como de conveniencia y comestibles en los condados Contra Costa, Alameda, Marin, Sacramento, San Joaquin, Solano, y Stanislaus.
En el comunicado del pasado 18 de julio, la entidad anunció el acuerdo de culpabilidad de Anderson que se traducirá en una sentencia de 3 años de prisión en una cárcel estatal. El convicto además deberá restituir el pago total de lo robado a la Lotería de California. Anderson se declaró culpable de nueve cargos criminales.
Al momento de aceptar responsabilidad, el criminal se disculpó con las víctimas y dijo que se ha propuesto ganarse la vida de forma honesta para poder devolver lo que robó.
A principios del 2022, investigadores de la Comisión Estatal de la Lotería de California en coordinación con múltiples agencias de ley y orden y la división de Crímenes Financieros Mayores de la fiscalía de Contra Nostra, identificaron al hombre como el líder de un grupo responsable de 71 robos por separado de tiquetes de raspaditos valorados en $95,565.00, así como $59,105.00 en dinero de premios robados de 64 negocios en siete condados del norte de California entre marzo 27 y 25 de octubre de ese año.
La cadena de robos culminó con la detención de Anderson.
En declaraciones escritas, la Lotería de California señaló que los decenas de miles de dólares que Anderson y sus compinches robaron convirtieron en víctimas no solo a la entidad sino a socios minoristas muchos de los que son pequeños e independientes comerciantes que dependen de la venta de juegos de lotería para prosperar.
Adicional, los criminales privaron a jugadores de lotería de su oportunidad de ganar y a estudiantes de escuelas públicas de beneficiarse de programas financiados en parte por los ingresos de estos juegos.
“La Lotería de California ha ayudado en el esclarecimiento de este caso en mediante recursos de personal que han dedicado horas a ayudar en la investigación. Estos recursos, creo que todos podemos coincidir, estarían sirviendo mejor a la gente de California de otras formas– maneras que le permitan a la Lotería de California a maximizar su capacidad para recaudar dinero para las escuelas, la principal misión bajo la que esta organización opera”, indicó la entidad.
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