Proteínas provenientes de microbios: la propuesta de comida espacial de una empresa finlandesa
La NASA tiene especial interés en brindar comida sustentable, nutritiva y sabrosa a los astronautas, por lo que eligió a una empresa finlandesa que fabrica proteína a partir de microbios
La NASA busca soluciones alimentarias que impliquen un mínimo de recursos, no generen mayor cantidad de residuos y que sean nutritivos y sabrosos. Crédito: SEBASTIEN SALOM-GOMIS | Getty Images
Bajo la premisa de que la calidad del sistema alimentario es la primera línea de defensa para la salud y el rendimiento de la tripulación y que la variedad de sabor, textura son vitales, la empresa finlandesa Solar Foods, especialista en tecnología alimentaria, revoluciona con su propuesta de comida fabricada de la nada.
Solar Foods fue una de las empresas que acudió al llamado de la NASA, que tiene especial interés en resolver el problema de la alimentación de cara un futuro lanzamiento de astronautas a Marte a finales de la década de 2030 o principios de la de 2040, en un recorrido que podría durar entre dos y tres años.
La NASA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) lanzaron el Deep Space Food Challenge (DSFC), abrieron la invitación a presentar soluciones alimentarias que impliquen un mínimo de recursos, no generen mayor cantidad de residuos y que sean alimentos seguros, nutritivos y sabrosos.
Se trata de una solución sustentable, de la empresa Solar Foods, una de los ganadores europeos de la fase 2 del DSFC, que proponen un fuente de proteína llamada Solein.
La empresa ha realizado un análisis de la importancia de la alimentación de la tripulación en donde lo más importantes es proveer a la tripulación comida que los astronautas les provoque comer, para mantener sus niveles de energía y que no bajen de peso.
¿Cómo fabrican esta proteína?
Con la utilización de electricidad, dióxido de carbono e hidrógeno se produce Solein, elementos que están disponibles en una nave espacial, revela Euro News.
Con los tres elementos antes mencionados y algunos minerales se introducen en un biorreactor para alimentar a un microbio que crece y se multiplica, dando origen de esta manera a una “proteína que puede secarse hasta convertirse en polvo y utilizarse como ingrediente en diversas recetas”.
Los expertos comparan el proceso de fabricación de esta proteína con el de la fermentación de la levadura, a diferencia que en lugar de levadura para este proceso se utilizan organismos unicelulares que se encuentran en la naturaleza en la Tierra. Otras de las diferencias es que “en lugar de alimentarlos con azúcar, los alimenta con pequeñas burbujas de gas”.
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