Guardia de EE.UU. aumenta la violencia y el trato inhumano hacia los migrantes en la frontera con México

El nivel de violencia y el trato inhumano de los agentes de la Guardia Nacional de Estados Unidos hacia los migrantes ha aumentado en la frontera con México, documentó la agencia de noticias EFE.

Extranjeros indocumentados intentan desesperados librar las concertinas con alambres ubicadas en el río entre Ciudad Juárez y El Paso, en Texas.

“¿Qué me miras?”, le gritó un oficial a un migrante que había sido detenido y sometido. “Apaga tu teléfono… ¡que apagues tu teléfono!”, le exigió a otro de los detenidos.

Estas actitudes se repiten, con diferentes niveles de violencia: lanzan los vehículos hacia o los empujan para que no crucen el filoso alambrado, aunque saben que pueden cortarse.

Otro uniformado mantuvo el tono agresivo hacia 15 personas que habían atravesado la barricada y que estaban sentadas en el pavimento, y con las manos en la nuca.

“Lo que estamos viendo es el factor desesperación en ellos, que ya tienen hasta ocho meses varados”, dijo el pastor Gigio Heredia, coordinador del Centro de Ayuda para Migrantes, a EFE.

Desde el lunes pasado, indicó, los migrantes comenzaron a entregarse en grupos pequeños. Este viernes, en horas de la mañana, hubo uno de los grupos más grandes, de aproximadamente 35, que se entregó.

Heredia considera que la ciudad está en “una crisis” intensa desde noviembre porque desde ese entonces ha recibido a mucha gente.

Las autoridades ahora tratan a los migrantes con desespero porque ya no tienen la misma paciencia que antes. “Ni la misma ayuda ni la misma colaboración”, agregó.

“Aquí mismo lo vemos, antes recibíamos apoyo casi a diario por grupos de la ciudad, de restaurantes, ahora son muy pocos los que se acercan para ayudarnos”, aseguró el religioso.

Cientos de migrantes, reseñó EFE, han cruzado en los últimos días, a la espera de comenzar su proceso y que se les otorgue el asilo en México, en lugar de esperar una cita mediante la aplicación CBP One, que, según los mismos extranjeros, presenta frecuentes fallas.

“Hay desesperación, hay angustia, y el gobierno de Venezuela nos ha impuesto esta migración muy fuerte y por eso estamos por acá. Vamos a cruzar para entregarnos a la migración estadounidense y que sea lo que Dios quiera”, manifestó Willie Guillén, antes de cruzar el río, a la agencia de noticias.

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