30,000 mayores de NY sufren caídas peligrosas cada año; la prevención es el mejor remedio
Cada día en la Gran Manzana unos 100 neoyorquinos de la tercera edad sufren severos golpes, 23% de ellos latinos, y durante la Semana Nacional de Concientización sobre la Prevención de Caídas, abuelos latinos piden mejoras en infraestructura y mayor apoyo
Ninfa Londoño luce muy vigorosa a sus 78 años recién cumplidos, y aunque asegura que siempre está muy pendiente de verse bien y mantenerse sana, comiendo saludablemente, confiesa que a su edad hay un “miedo grandísimo” que la persigue desde que se levanta hasta que se acuesta: sufrir una caída.
Y es que la colombiana, quien tiene osteoporosis y dolores artríticos, ha “terminado en el suelo”, literalmente, como ella misma dice, dos veces en el último año, empeorando sus dolencias. Las caídas se han vuelto su gran pesadilla.
“Uno a esta edad no puede darse el lujo de andar cayéndose, porque eso significa dañarse la vida. Por eso ahora yo miro con cuatro ojos cuando camino, porque mi cuerpo ya no aguantaría otro golpe de esos. Deberían arreglar mejor las calles, poner más elevadores y hasta gente que lo ayude a uno a andar por partes peligrosas”, confiesa la latina, madre de tres hijos. “Yo me caí el año pasado bajando las escaleras de mi edificio y quedé con dolores de espalda, y en junio me di un golpazo en la calle por culpa de una acera que tenía un turupe y no lo vi y terminé con la jeta en el piso”.
La abuela latina es solo uno de los más de 30,000 adultos mayores que cada año terminan en salas de emergencia de hospitales de la Gran Manzana debido a caídas serias que ponen en riesgo su salud y su propia vida. En todo Estados Unidos la cifra de caídas supera los 3 millones de casos anuales, que según autoridades médicas siguen siendo una de las principales causas de lesiones fatales y no fatales para mayores de 65 años.
Francisco Beltrán, de 75 años, quien sufrió una caída saliendo de su casa en Queens, que lo mandó al hospital de Elmhurst el año pasado, asegura que aunque es verdad que hay aceras y espacios que representan mayor riesgo para adultos mayores, la clave para no caerse es ser precavido y “rezar para que no pase nada”.
“Uno ya viejo no es lo mismo que cuando tenía 20 años, pero tenemos que ser concientes de la realidad de la edad. Hay que mirar bien por donde uno camina, porque nunca sabes cuando terminas en el suelo”, asegura el mexicano. “La gente no puede estar encima de nosotros a cada momento, pero si podrían poner en los edificios cosas que nos ayuden, como agarraderas en los baños, y a las bajadas de las escaleras para no caernos”.
La doctora Brenna Farmer, jefe del Departamento de Medicina de Emergencias del hospital NewYork-Presbyterian Brooklyn Methodist, confirmó que tan solo en ese centro clínico, la amplísima mayoría de neoyorquinos de la tercera edad que acuden por traumas, llegan producto de caídas.
“En el New York-Presbyterian Brooklyn Methodist Hospital, las caídas en adultos mayores de 65 años representan el 90% de las admisiones por traumatismos a nuestro departamento de emergencias”, aseguró la experta médica, advirtiendo que los efectos pueden ser terribles. “Como centro de traumatología de nivel II, reconocemos el daño que estas caídas pueden tener en nuestras poblaciones de mayor edad y la importancia de la prevención”.
Jean Fitzgerald, administrador del Programa de Trauma de New York Presbyterian/Weill Cornell Medical Center, señaló que aunque anualmente se atienden cientos de caídas, la prevención juega un rol importante para ponerle freno a las afectaciones que pueden ser prevenibles.
“Las caídas son la principal causa de lesiones para todos los pacientes atendidos en el Centro de Traumatología Nivel 1 Presbyterian-Weill Cornell de Nueva York. Nuestro objetivo es cuidar de nuestra comunidad no solo tratando a los pacientes afectados por caídas, sino también en primer lugar previniendo que las caídas ocurran”, aseguró Fitzgerald. “A través de actividades de prevención de lesiones como Tai Chi, A Matter of Balance, nuestro Simposio anual sobre caídas y clases semanales de Zoom para la prevención de caídas, nos esforzamos por brindarles a los adultos mayores de nuestra comunidad las herramientas que necesitan para sentirse seguros en casa”.
Julia Glauboch, coordinadora de Prevención de Lesiones del Departamento de Trauma del Hospital de la Universidad de Staten Island insistió en la importancia de la prevención de las caídas y la necesidad de continuar educando a los adultos mayores y a cuidadores.
“El Hospital Universitario de Staten Island se enorgullece sobre la prevención de caídas a través de programas continuos de prevención de caídas basados en evidencia que apuntan a educarlos sobre factores de riesgo médicos, personales y ambientales destinados a empoderarlos para reducir su riesgo de caídas”, dijo la experta médica.
Y poniéndose a tono con la idea de que “es mejor evitar que lamentar”, autoridades municipales están fortaleciendo el llamado a la prevención.
Ese es el mensaje claro que envió la comisionada del Departamento para las Personas Mayores, Lorraine Cortés-Vázquez, uniéndose a la Coalición para la Prevención de Caídas en toda la ciudad, que organizó varios eventos recientemente para aumentar la concientización y la acción contra caídas, ofreciendo herramientas de prevención, entre ellas ejercicios, distribución de materiales y una lista de verificación de elementos de seguridad en el hogar.
“Una caída puede ocurrir cuando menos lo esperamos y puede afectar gravemente la vida de un adulto mayor”, advirtió la funcionaria.
El Comisionado de Salud, Dr. Ashwin Vasan hizo hincapié en la gravedad que pueden llegar a significar las caídas y dijo que evitarlas no solo debe ser responsabilidad del adulto mayor sino de sus parientes y el personasl de apoyo.
“Las caídas pueden ser devastadoras para los adultos mayores y pueden privarles de movilidad y calidad de vida. Las caídas pueden incluso provocar lesiones graves o, en ocasiones, incluso la muerte”, afirmó el médico neoyorquino. “Afortunadamente, existen estrategias comprobadas para prevenir caídas y todos podemos ayudar. La familia, los amigos, los proveedores médicos y los propios adultos mayores desempeñan un papel en hacer de la ciudad de Nueva York la ciudad más inclusiva para las personas mayores del mundo”.
Y convencidos de que la educación sobre prevención es el mejor remedio para evitar tragedias, durante la Semana de Concientización sobre la Prevención de Caídas, el Departamento de la Tercera edad y el Departamento de Salud de la Gran Manzana unieron fuerzas para promover varias jornadas de información, presenciales y en internet, a fin de educar sobre cómo evitar caídas.
En la ciudad de Nueva York, algunos eventos como el convocado en la Biblioteca de Candem, en Brooklyn, no lograron la presencia de ningún adulto mayor, pero a través de reuniones online se compartieron consejos y demostraciones sobre prevención de caídas para que los ancianos puedan mantenerse seguros y saludables. Asimismo, las agencias promotoras del cuidado y protección de personas de la tercera edad advirtieron que sus esfuerzos no se limitan a un fecha en particular sino a jornadas a lo largo del año.
“Los centros para adultos mayores de toda la ciudad ofrecen consejos para la prevención de caídas, exámenes de salud y clases de ejercicio y fuerza para ayudar a mantener saludables a los residentes y evitar que se caigan”, aseguró un vocero del Departamento de la tercera Edad.
Y sobre la gran preocupación manifestada por muchos adultos mayores acerca de la instalación de elementos que los ayuden en sus hogares y en edificios, la Ciudad aseguró que brindan apoyo y servicios adicionales a través de proveedores de servicios contratados para ver si se pueden realizar reparaciones menores en el hogar para solucionar posibles peligros en el lugar donde viven.
“Nuestro Programa de asistencia con seguros médicos (HIICAP) también puede ayudar a los residentes calificados de Medicare a recibir un dispositivo de apoyo para caminar, como una silla de ruedas o un bastón. A través de nuestro Programa de Cuidadores, los residentes mayores pueden ser elegibles para recibir artículos de apoyo para caminar que no están cubiertos por el seguro”, agregó el vocero del Departamento de la Tercera Edad, quien manifestó que también contribuyen con dotaciones que los ayuden a movilizarse mejor.
Para acceder a estos servicios y apoyos, los neoyorquinos mayores pueden llamar a Aging Connect al 212-AGING-NYC (212-244-6469) o utilizar el Buscador de servicios en el sitio web (nyc.gov/aging).
Nancy D. Miller, directora ejecutiva de la organización VISIONS/Servicios para Ciegos y Discapacitados Visuales, aseguró que personas con pérdida de la vista son más vulnerables a sufrir caídas peligrosas, por lo que advirtió que los servicios de apoyo, de los que la mayoría carecen, son fundamentales.
“Las personas mayores que sufren ceguera o problemas de visión tienen un mayor riesgo de sufrir caídas. Los servicios de rehabilitación de la visión permiten a las personas mayores con discapacidad visual manejarse de forma independiente y navegar en ambientes interiores y exteriores de manera segura”, dijo la experta, pidiendo a personas ciegas d ela Gran Manzana que busquen servicios disponibles. “Según el Instituto Nacional del Ojo, sólo el tres por ciento de las personas que podrían beneficiarse de estos servicios los reciben alguna vez. Gracias al trabajo de la Coalición, más residentes mayores de la ciudad de Nueva York con pérdida de visión conocen los numerosos servicios y capacitación gratuitos disponibles. Si no ve algo, diga algo. Obtenga ayuda y reduzca el riesgo de caídas”.