Hispano saltó a piscina Memorial 9/11 en Nueva York por “falta” de tratamiento de salud mental

Como un hispano con problemas de salud mental fue identificado el hombre que saltó a una de las piscinas conmemorativas 9/11 en el Bajo Manhattan. Milagrosamente sólo se rompió una pierna, por lo que fue hospitalizado y luego arrestado

Memorial 9/11, Bajo Manhattan, NYC.

Memorial 9/11, Bajo Manhattan, NYC. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Jeffrey Hernández sobrevivió a un aparente intento suicida al lanzarse el lunes a una de las piscinas conmemorativas levantados sobre la base de las Torres Gemelas derribadas en el ataque del 11 de septiembre de 2001 en el Bajo Manhattan.

Según su familia, el hombre de 33 años tiene un largo historial de enfermedad mental. Su hermano mayor, William Hernández, afirma que la ciudad de Nueva York le ha fallado al no brindarle atención de salud adecuada.

“Durante la mayor parte de dos décadas ha estado entrando y saliendo de hospitales y salas de psiquiatría”, dijo el hermano de 42 años al New York Post. Detalló que Hernández sufre de esquizofrenia y es bipolar y debería estar en “cuidados residenciales supervisados para personas con enfermedades mentales”.

Según la policía, Hernández saltó 30 pies a la piscina que se encuentra en la huella de lo que era la Torre Norte del World Trade Center, alrededor de la 1:30 p.m. del lunes 9 de octubre. Milagrosamente sólo se rompió una pierna, por lo que fue hospitalizado y luego arrestado tras ser rescatado por los bomberos.

Un informe policial alega que además Hernández dañó las lámparas y el agua “se filtró en el tablero eléctrico (…) Como resultado de los daños, la reparación de las lámparas costará aproximadamente $30,000 dólares”. Su próxima audiencia judicial está programada para el 28 de noviembre.

Su hermano afirmó que varias agencias de salud de Nueva York continuamente han considerado que Hernández no es elegible para recibir atención residencial. “Ésta fue probablemente la número 40 de sus crisis psicóticas. Mis padres han estado tratando de ingresarlo en un hogar para personas con enfermedades mentales durante años, pero por alguna razón siguen considerándolo no elegible (…) ¿Qué más se necesita mostrar para que sea elegible?”.

“No tengo ningún problema con los inmigrantes, la mayoría de nosotros tenemos ese origen, pero mi hermano también vive en la calle y necesita atención y no recibe la ayuda que necesita”, añadió William.

La Oficina de Salud Mental del Estado de Nueva York no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios del New York Post.

Las dos piscinas conmemorativas, cada una de las cuales abarca casi un acre, cuentan con las cascadas artificiales más grandes de América del Norte, según el Museo y Memorial 9/11. Los nombres de las 2,983 personas fallecidas en los ataques de 2001 y 1993 están grabados a lo largo del perímetro de las piscinas. Sólo 60% de las víctimas mortales de ese día han sido identificadas. Y varios más han perecido o reportado enfermedades en años posteriores, a consecuencia de los hechos.

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