Él Awards: Pedro Frisneda
Portavoz del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York
Pedro Frisneda cree que su compromiso con el sector de la salud es tan grande, que por tres años donó más de 400 horas de servicio a clínicas de vacunación en Manhattan; esto como una forma de ayudar a contener la propagación de la pandemia que aquejó al mundo.
“Esa es una de mis grandes satisfacciones”, dijo. “Trabajaba los sábados y domingos por doce horas”.
La pasión de Frisneda tiene su origen en su natal Venezuela, donde en algún momento consideró estudiar veterinaria o alguna carrera relacionada con la salud. Sin embargo, otra de sus pasiones era el periodismo, carrera que finalmente decidió cursar en Caracas.
Hace casi cinco años, luego de una fructífera trayectoria en periódicos latinos de Nueva York, Frisneda dejó su labor como Editor de Salud y reportero de salud pública de El Diario NY —donde trabajó por 15 años— para convertirse en la voz hispana del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York.
“Encajaba perfecto porque toda mi carrera en El Diario estuvo dedicada a la salud de los latinos”, dijo. “Como editor cubría [el tema] de salud pública”.
El Departamento de Salud de Nueva York —el más grande del país—, por increíble que parezca, no tenía una persona asignada a atender la creciente necesidad de la población hispanohablante de la ciudad. Frisneda llegó no solo para atender a este sector de la población en temas de salud, sino también para servir como puente entre esta dependencia y otros grupos minoritarios de la ciudad.
“Siempre decía que me sentía más como un educador que como periodista, porque por ejemplo, en un reportaje que hice sobre la diabetes, lo explicaba como si fuera una cartilla para que quien fuera que lo leyera lo entendiera”, dijo.
Su especialidad era escribir sobre las enfermedades crónicas que afectaban a los latinos, y cuando se trataba de políticas públicas o noticias generales sobre salud, Frisneda siempre buscaba el ángulo latino y cómo le afectaba a esta comunidad.
Lo que lo ha ayudado a entender las necesidades de la comunidad hispana, dijo, es que él mismo es un inmigrante.
“No fue fácil”, dijo. “Yo sé lo que pasan muchos inmigrantes porque yo pasé por eso”.