“Pensé que iba a morir”: venezolana sobrevivió al ataque de Hamás en el festival Supernova en Israel
La venezolana Sharon Truzman contó cómo salvó su vida entre la desesperación y el cansancio por las horas que tuvo que correr para huir de los milicianos palestinos de Hamás que disparaban sin piedad contra todos
Una joven venezolana sobrevivió al ataque mortal del grupo terrorista Hamás en el festival de música electrónica Supernova, que tuvo lugar entre el 6 y el 7 de octubre en Israel, en una zona rural cercana a la franja de Gaza. Sharon Truzman contó en una entrevista cómo salvó su vida entre la desesperación y el cansancio por las horas que tuvo que correr para huir de los milicianos palestinos que disparaban sin piedad contra todas las personas que asistieron al evento.
Truzman dijo que compró la entrada un día antes y que asistió acompañada de unas amigas que, a su vez, asistieron con otros conocidos.
“(El festival) es algo que la gente estaba esperando. Iba a ser uno de los festivales más grandes de Israel y con seis meses de anticipación ya estaban comprando las entradas; yo la compré un día a antes, pero ya tenía tiempo pensando ir. Fui con dos amigas y allí nos encontramos con otros. No todos regresaron vivos, cinco sobrevivieron”, señaló a Shirley Varnagy, una periodista venezolana de origen judío.
“Comenzamos a ver misiles saliendo de Gaza”
El Supernova comenzó a las 10:00 de la noche del viernes 6 de octubre y estaba previsto que terminara el sábado 7 de octubre a las 3:00 de la tarde. Todos las personas que estaban en el sitio esperaban el amanecer porque, aseguró la joven, Israel es un país muy espiritual que estaba en sintonía con el concepto de “paz, vida y amor” que tiene el festival.
“Ya estaba amaneciendo. Eran las 6:30 de la mañana y comenzamos a ver misiles saliendo de Gaza (hacia Israel). Pero eso era lo de menos, de todo lo que pasó, eso fue lo que menos nos asustó. No esperábamos que pasada algo así. Había muchos policías. Le decía a mis amigas que había demasiada seguridad, demasiados policías. Es la fiesta en la que más he visto policías en Israel y supuse que estábamos seguras”, manifestó.
Sharon Truzman dijo que la policía y el ejército tenían conocimiento del evento porque se desarrollaba en una zona muy cercana a Gaza.
“Lo que pasó fue muy inesperado. Hubo gente que salió corriendo y gente como nosotras que nos quedamos un rato y los amigos de mi amiga, que fallecieron, habían dicho para quedarnos un rato para escuchar música. Porque había 3,500 personas intentando salir, había muchos carros. Nosotras les dijimos que no, que nos íbamos a Tel Aviv. Y gracias a Dios nos fuimos”, expresó
La venezolana sobreviviente indicó que salieron en vehículo a la carretera, que estaba completamente bloqueada porque los policías no dejaban que se movilizaran hacia ninguna dirección porque los terroristas ya se estaban acercando en grupos y disparando contra todos.
“No había esperanza, ya estaba rendida”
La seguridad que sintió, había desaparecido. Cuando escucharon los tiros cerca se bajaron del carro y comenzaron a correr hacia el campo abierto. Muchas de esas imágenes, en las que se observaban a cientos de jóvenes desesperados y sin dirección alguna, se viralizaron en las redes sociales.
“Era un campo demasiado grande y los carros ni siquiera podían pasar porque era un campo de agricultura. Había un camino para los carros y se hizo un tráfico horrible. Todo el mundo se bajó de los carros y empezó a correr y cada vez se escuchaban los tiros más cerca, literalmente rozándote. En ese punto no había esperanza, yo ya estaba rendida, había entendido que me iba a morir”, narró.
Sharon Truzman se detuvo por un momento aproximadamente a las 8:00 de la mañana, ya había perdido de vista a sus amigas. Le envió un mensaje a su mamá, que está en Venezuela, para despedirse, así como lo hicieron también muchas personas que llegaron a pensar que no sobrevivirían a ese inesperado y violento ataque de los terroristas de Hamás.
“Todo el mundo corría sin sentido”
“Gracias a Dios pude salir viva porque pensé muchas cosas. Corrí como dos horas y había misiles que podían caer en cualquier momento. Todo el mundo estaba corriendo sin sentido, había misiles por todas partes, estaban disparando; había jeeps y motos (de los terroristas). Nosotros estábamos a pie y no teníamos esperanzas. Yo estaba sola corriendo y dije que iba a luchar hasta el final, que iba a correr hasta el final, hasta que legué al otro lado, donde estaba todo el mundo muriéndose”, dijo.
“Veía cayéndose de lejos y la gente tropezándose con cuerpos. Es una escena muy fuerte, pero intenté no ver lo más que pude, me desmayé también. Fue muy fuerte. Llegué hasta el otro lado del terreno abierto, que es enorme, y ahí estaban esperándonos para matarnos. Después, de alguna forma, me escondí entre los arboles, corrí entre los arboles, llegue a otro lado. Un carro me salvó, liberalmente me agarré, estaba como en el aire, agarrada en la parte de arriba. Era una camioneta”, añadió.
Las personas que se trasladaban en ese vehículo pudieron meterla. “Había como 12 personas adentro y una en el techo que nos guiaba más o menos por dónde ir porque (los terroristas) estaban en todas partes”, contó.
“Estaban matando a todo el mundo”
Así, llegaron a una ciudad cercana y se dirigieron hacia el primer edificio que vieron. Allí, una familia religiosa, que no tenía idea de lo que estaba ocurriendo porque tenía los teléfonos apagados, le abrió las puertas y le ofreció refugio y comida. Estuvieron en ese lugar durante 10 horas, hasta que el padre de una de las jóvenes que se encontraba en el grupo fue a buscarlos para llevarlos a sus casas.
“Fue un día entero de no saber qué va a pasar, de no saber si van a venir a tu puerta a matarte, porque estaban matando a todo el mundo”, manifestó la joven venezolana.
Sharon Truzman lamentó que el Ejército haya tardado tantas horas para llegar al sitio donde tuvo lugar el festival Supernova. Hubo gente, aseguró, que estuvo al menos 10 horas escondidas.
“Si me pasa algo, te amo”, decía el mensaje que la sobreviviente le envió a su madre. “Por lo general no hago esto porque mi mamá vive en Venezuela y no me gusta preocuparla, pero necesitaba escribirle y me tomé un minuto de salvarme la vida, de correr, para escribirle, porque sentí que era prudente, sentía que me iba a morir. Mucha gente no supo qué hacer y llamaron a sus padres para despedirse. Yo tenía la esperanza de luchar hasta el final, había entendido que nos iban a matar a todos”, dijo.
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