Mujer de Virginia ganó más de $3 millones en la lotería; terminó endeudada por compartir el premio con su familia

No cabe duda de que por más que queramos ser los ganadores de un premio de lotería, no estamos preparados para recibir grandes cantidades de dinero, por lo que es importante tomarse un tiempo para saber con exactitud qué se hará con dicha fortuna, tomando en cuenta los consejos de expertos.

Desafortunadamente, hay muchos ganadores de premios significativos de lotería que no buscan ayuda profesional para administrar de la mejor manera su dinero, dejándose llevar por las voces de las “sirenas”, lo cual provoca que terminen sin un dólar y en la ruina en poco tiempo.

Eso fue lo que le ocurrió a una mujer de Virginia llamada Suzanne Mullins, quien en 1993 compró un ticket de lotería, sin jamás imaginarse que este le cambiaría por completo la vida al obtener un premio de $3 millones de dólares.

Después de descubrir que tenía el boleto ganador, Mullins recordó: “Mi hija pensó que me estaban atracando. ¡Estaba gritando, ‘¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Gané!'” A pesar de la cautela aparente, las cosas tomaron un giro desafortunado para esta ganadora de la lotería.

Ganó la lotería y compartió el premio con su familia; terminó perdiéndolo todo

La mujer decidió compartir su premio con su esposo e hija; además, decidió cobrar en anualidades, en lugar de recibir la suma global, así que esta familia recibió alrededor de $45,000 durante 20 años.

Aunque todo parecía fluir bien, las cosas se tergiversaron y provocaron que Mullins no tuviera un final feliz, así como muchos otros ganadores de un premio de lotería.

En el año 2000, las reglas de la lotería cambiaron, permitiendo a los ganadores exigir la suma total del premio. Después de recibir esta suma, Mullins dejó de cumplir con el pago del préstamo que había solicitado anteriormente, y como resultado, fue llevada a juicio por la empresa prestamista.

Luego de 4 años de litigio, la empresa fue quien ganó la demanda y tuvo que pagarles un poco más de $160,000, pero ya en ese momento, Suzanne ya no contaba con recursos para ello, ya que su premio de lotería lo gastó en diversos viajes y compras de lujo, mientras que su familia también gastó el dinero en darse varios gustos personales, quedándose sin nada en poco tiempo.

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