Los 7 principios ancestrales japoneses para vivir más de 100 años

¿Te gustaría saber cómo vivir mucho tiempo y mantener una buena salud física y mental? Entonces deberías echarle un ojo a las técnicas ancestrales de los japoneses, que son uno de los pueblos más longevos del mundo.

Según la ONU, Japón tiene la mayor proporción de personas mayores de 65 años, y también la mayor esperanza de vida al nacer, con 84.5 años, según cita El Economista.

Pero no solo se trata de vivir muchos años, sino de vivirlos bien. Los japoneses tienen una baja incidencia de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes. Además, conservan una buena capacidad cognitiva y una alta satisfacción con la vida.

Los 7 principios japoneses para vivir más de 100 años

• Oubaitori: No te compares, florece a tu propio ritmo.
• Kaizen: La mejora continua para el crecimiento personal.
• Ikigai: El propósito de vida que te da sentido y felicidad.
• Hara hachi bu: El arte de comer hasta estar el 80% lleno.
• Shinrin-yoku: El baño de bosque que te conecta con la naturaleza.
• Wabi-sabi: La belleza de lo imperfecto, impermanente e incompleto.
• Kintsugi: La resiliencia de reparar las heridas con oro.

Oubaitori: No te compares, florece a tu propio ritmo

Oubaitori es una palabra japonesa que significa “flor que florece tarde”. Se refiere a la idea de que cada persona tiene su propio ritmo y su propio momento de desarrollo, y que no hay que compararse con los demás.

Según Bioguía, la sociedad moderna nos presiona constantemente para ser más rápidos, más productivos, más exitosos. Esto puede generar estrés, ansiedad e insatisfacción, que afectan negativamente a nuestra salud y a nuestra autoestima.

Para practicar oubaitori, puedes seguir estos consejos:

• Reconoce tus logros, por pequeños que sean, y celébralos.
• No te compares con los demás, sino contigo mismo. Mide tu progreso en función de tus objetivos personales.
• Sé compasivo contigo mismo y con los demás. No te juzgues ni te critiques duramente. Aprende de tus errores y sigue adelante.
• Rodéate de personas que te apoyen y te animen, y haz lo mismo con ellas.
• Disfruta del proceso, no solo del resultado. Vive el presente y agradece lo que tienes.

Kaizen: La mejora continua para el crecimiento personal

Kaizen es un concepto japonés que significa “cambio a mejor” o “mejora continua”. Se originó en el ámbito empresarial, donde se aplicó para optimizar la calidad, la productividad y la eficiencia.

Sin embargo, este concepto también se puede aplicar a nivel personal, como una filosofía de vida.

Kaizen se basa en la idea de que podemos mejorar en cualquier aspecto de nuestra vida, ya sea la salud, el trabajo, las relaciones, el aprendizaje o el ocio, mediante pequeños cambios constantes que se acumulan y tienen un impacto significativo a largo plazo.

Ikigai: El propósito de vida que te da sentido y felicidad

Ikigai es una palabra japonesa que significa “razón de ser” o “propósito de vida”. Se refiere a aquello que nos apasiona, que nos hace felices, que nos da sentido y que nos hace sentir que vale la pena vivir.

Encontrar nuestro ikigai puede ser un desafío, pero también una oportunidad para conocernos mejor y para alinear nuestra vida con nuestros valores y nuestras aspiraciones. Según los expertos, nuestro ikigai se encuentra en la intersección de cuatro elementos:

• Lo que amas: aquello que te gusta hacer, que te divierte, que te emociona, que te hace sentir vivo.
• Lo que se te da bien: aquello que dominas, que tienes talento, que te resulta fácil, que te hace sentir orgulloso.
• Lo que el mundo necesita: aquello que aporta valor, que ayuda a los demás, que resuelve un problema, que mejora el mundo.
• Lo que te pagan por hacer: aquello que te genera ingresos, que te permite vivir, que te da seguridad, que te reconoce.

Hara hachi bu: El arte de comer hasta estar el 80% lleno

Hara hachi bu es una expresión japonesa que significa “estómago al 80%”.

Se refiere a una práctica milenaria de los habitantes de Okinawa, una de las zonas azules donde las personas viven más de 100 años. Consiste en comer hasta sentirse saciado, pero no lleno, dejando un 20% de espacio en el estómago.

Esta práctica tiene múltiples beneficios para la salud, ya que evita el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades asociadas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.

También mejora la digestión, la energía, el humor y la longevidad. Además, te invita a comer despacio, darle prioridad a las verduras y a disfrutar cada bocado.

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Shinrin-yoku: El baño de bosque que te conecta con la naturaleza

Shinrin-yoku es una palabra japonesa que significa “baño de bosque”. Se refiere a la práctica de sumergirse en la naturaleza con los cinco sentidos, sin prisa ni distracciones. Es una forma de meditación al aire libre que tiene efectos positivos para la salud física y mental.

Numerosos estudios han demostrado que el shinrin-yoku reduce el estrés, la presión arterial, el ritmo cardíaco y los niveles de cortisol, la hormona del estrés. También mejora el sistema inmunológico, el estado de ánimo, la memoria, la creatividad y la autoestima.

Para practicar shinrin-yoku, puedes seguir estos consejos:

• Elige un lugar natural que te guste y te transmita paz. Puede ser un bosque, un parque, un jardín o cualquier otro espacio verde.
• Deja el móvil, el reloj y cualquier otra distracción. Dedica al menos una hora a esta actividad, sin prisas ni objetivos.
• Camina lentamente y respira profundamente. Observa los colores, las formas, las texturas y los movimientos de la naturaleza. Escucha los sonidos, los silencios y los ritmos. Huele las fragancias, las esencias y los aromas. Toca las plantas, las piedras, el agua y el aire. Saborea los frutos, las semillas y las hierbas.

Wabi-sabi: La belleza de lo imperfecto, impermanente e incompleto

Wabi-sabi es un concepto estético japonés que se basa en apreciar la belleza de lo imperfecto, impermanente e incompleto. Se opone a la idea occidental de la perfección, la simetría y la uniformidad, y abraza la naturaleza cambiante y diversa de la realidad.

Wabi-sabi nos invita a aceptar las imperfecciones y las limitaciones de nosotros mismos y de los demás, y a verlas como una fuente de encanto y carácter. También nos anima a valorar lo que tenemos, sin aferrarnos a ello, y a vivir el momento, sin temer al futuro.

Para practicar wabi-sabi, puedes seguir estos consejos:

• Observa la belleza de lo simple y lo natural. Contempla el paso de las estaciones, el ciclo de la vida, el desgaste de los objetos, la asimetría de las formas, la variedad de los colores.
• Expresa tu creatividad con lo que tienes a mano. No busques materiales caros, sofisticados o artificiales. Usa lo que encuentres en tu entorno, recicla, reutiliza, transforma.
• Crea espacios armoniosos y acogedores. Evita el exceso, el desorden y la ostentación. Elige objetos que tengan un significado personal, que transmitan calidez, que reflejen tu personalidad.
• Sé auténtico y humilde. No pretendas ser lo que no eres, ni ocultes tus defectos. Reconoce tus errores, pide disculpas, aprende y mejora. No te compares ni compitas con los demás, sino que coopera y respeta.
• Practica la gratitud y el desapego. Agradece lo que tienes, lo que eres y lo que vives. No te apegues a las cosas materiales, a las personas o a las situaciones. Deja ir lo que ya no te sirve, lo que te hace daño o lo que te impide crecer.

Kintsugi: La resiliencia de reparar las heridas con oro

Kintsugi es un arte japonés que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas con una mezcla de laca y polvo de oro. En lugar de ocultar las grietas, las resalta y las convierte en parte de la historia y la belleza de la pieza.

Kintsugi es una metáfora de la resiliencia, la capacidad de sobreponerse a las adversidades y salir fortalecido de ellas. En lugar de negar o reprimir el sufrimiento, lo reconoce y lo integra como una experiencia de aprendizaje y crecimiento.

Acepta la realidad tal como es. No niegues, minimices o exageres lo que te ha pasado. Afronta los hechos con honestidad y responsabilidad. No te culpes ni culpes a los demás, sino que busca soluciones.

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