México seguirá siendo el “muro” migratorio, pero exige más a Estados Unidos
El gobierno de México aceptó ayudar a EE.UU. a intentar detener a inmigrantes que buscan llegar a la frontera, pero pidió más acciones para atender los motivos de raíz de la inmigración
En la reunión bilateral de alto nivel sobre inmigración en la Casa Blanca, el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aceptó continuar con su esfuerzo de detener la llegada de inmigrantes a la frontera de Estados Unidos, pero también pidió mayores acciones a Estados Unidos para atender las causas migratorias.
“Nosotros, como México, tenemos la intención de ayudar a apoyar en esta gran tarea, esta gran batalla que estamos viendo todos que es la alta movilidad humana”, dijo la canciller mexicana Alicia Bárcena.
La funcionaria lideró el equipo de México el viernes pasado, mientras el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, lideró al del gobierno del presidente Joe Biden.
Las delegaciones de ambos países retomaron en Washington las conversaciones sobre inmigración que arrancaron a finales del año pasado por el número récord de indocumentados que cruzan la frontera común.
Al mismo tiempo, la canciller subrayó que los migrantes mexicanos “están aportando a la economía” estadounidense e hizo un llamado a atender las causas que fuerzan a millones de personas de la región a salir de sus hogares.
“Aquí estamos, creo, muy listos para abordar las causas estructurales de la migración, los factores que contribuyen a la migración irregular y sobre todo cómo trabajamos conjuntamente para abordar este tema en beneficio de la gente”, explicó.
Bárcena pidió también que los demás países del continente “se solidaricen” con México y Estados Unidos porque este es un problema regional.
Con este encuentro se reanudaron las conversaciones del pasado 27 de diciembre, cuando ambas delegaciones se vieron de urgencia en Ciudad de México después de que Estados Unidos cerrara varios cruces fronterizos debido al gran número de llegada de migrantes.
Blinken estuvo acompañado del secretario de Seguridad Nacional y encargado de la política migratoria, Alejandro Mayorkas; y de la asesora de seguridad de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood-Randall.
Junto a la canciller mexicana viajaron a la capital estadounidense los titulares de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda, y del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño.
El diálogo entre ambos países transcurre de forma paralela a las negociaciones que mantienen los demócratas y los republicanos en el Congreso estadounidense sobre la aprobación de nuevos fondos para la frontera y para Ucrania.
La oposición conservadora ha condicionado la ayuda para Kiev a que la Administración Biden restaure el Título 42, la política que aplicó el expresidente Donald Trump (2017-2021) para expulsar a México de forma exprés a las personas que llegan a la frontera.
La organización Human Rights Watch (HWR) pidió al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que rechace los intentos de Estados Unidos para restringir el asilo y aumentar las deportaciones.
El pasado noviembre, más de 242,000 individuos fueron detenidas por las autoridades migratorias estadounidenses por cruzar la frontera sin permiso y, aunque todavía no son públicos los datos, se cree que diciembre marcó una cifra récord.
Los republicanos han puesto la inmigración como un tema central de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre y han amenazado con un juicio político contra el secretario Mayorkas.
Con información de EFE