Partido del Sporting de Portugal fue suspendido tras brutales enfrentamientos entre aficionados
La violencia se desató en las inmediaciones del estadio del Famalicão, con diversas peleas entre hinchas en las que la policía tuvo que intervenir
El fútbol de Portugal vivió este sábado una jornada negra, después que el partido entre el Famalicão y el Sporting de Portugal tuviera que ser suspendido por no poder garantizar las autoridades la seguridad en el estadio.
La violencia se desató en las inmediaciones del estadio, con diversas peleas entre hinchas en las que la policía tuvo que intervenir.
El caos vivido en Famalicão se produjo después de que muchos de los agentes de la Policía y de la Guardia Nacional Republicana convocados para trabajar en el choque ni siquiera se presentaran en el recinto al encontrarse “de baja médica”.
Con cientos de aficionados agolpados a las puertas del estadio, que permanecían cerradas a una hora del comienzo, varios radicales de ambos equipos provocaron violentos incidentes en una cafetería cercana. Volaron piedras y sillas y el suceso se saldó con seis heridos leves, entre ellos un trabajador del Famalicão, y varios de ellos trasladados en ambulancia.
Comunicado de la liga portuguesa
La Liga informa de que el partido entre el FC Famalicão y el Sporting CP, de la 20ª jornada de la Liga Portuguesa, ha sido aplazado, por acuerdo de los clubes, para una fecha aún por determinar, tras haber recibido información del jefe del cuerpo de Policía presente en el Estadio Municipal de Famalicão de que no existen condiciones de seguridad para que se celebre hoy o mañana.
La Liga Portuguesa repudia los incidentes ocurridos hoy en el exterior del Estadio Municipal de Famalicão, mientras los aficionados del FC Famalicão y del Sporting CP esperaban la apertura de las puertas para acceder al interior del recinto, que se vio retrasada por el hecho de que los agentes destinados a la vigilancia del partido no se presentaron en el estadio.
La Liga Portugal informa de que, en la reunión de preparación que organiza en la semana anterior a todos sus partidos de competición, las autoridades garantizaron todas las condiciones de seguridad para el partido. Sin embargo, la Liga Portugal se vio sorprendida, a corto plazo, por la información de que los agentes asignados al partido FC Famalicão-Sporting CP, como forma de protesta, pidieron la baja por enfermedad para no estar presentes en el lugar, poniendo en peligro la paz pública y la integridad física de los miles de aficionados que esperaban para entrar en el lugar, así como una total falta de respeto para todos aquellos que, algunos viajando cientos de kilómetros, acudieron al lugar.
La Liga Portuguesa y los clubes, que gastan millones de euros todos los años para garantizar la seguridad en las competiciones profesionales y están plenamente comprometidos con la promoción del regreso de las familias a los estadios, no aceptan que el fútbol, debido a su enorme visibilidad, sea instrumentalizado para resolver cuestiones con las que no tiene ninguna relación, poniendo en peligro no sólo el normal desarrollo de las competiciones profesionales, sino también la preparación de la participación internacional de los clubes en las competiciones de la UEFA y, lo que es más grave, la seguridad de los aficionados que pretenden asistir a los partidos.
La Liga Portuguesa pide al Gobierno, y en particular al Ministro del Interior, la apertura de una investigación urgente para determinar las responsabilidades por lo ocurrido, en defensa de los aficionados y de sus familias, e informa de que también exigirá, en las instancias oportunas, ser indemnizada por los daños causados por acciones irresponsables de las que es totalmente ajena.
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