Cómo la espinaca puede mejorar la vista y proteger de enfermedades

La ingesta de vegetales de hoja verde es uno de los pilares de la buena alimentación por la gran cantidad de beneficios que aportan a la salud. Por su composición nutricional, la espinaca promueve la salud más allá de la nutrición básica.

Este vegetal de hoja verde es considerado un alimento funcional por contener vitaminas y minerales, y fitoquímicos y bioactivos que son capaces de combatir enfermedades producidas por la inflamación, metabólicas y controlar las hormonas, entre otras.

Una investigación de National Library of Medicina revela que compuestos fitoquímicos y bioactivos de la espinaca eliminar especies reactivas de oxígeno y prevenir el daño oxidativo macromolecular; ayudan a modular la expresión y actividad de genes implicados en el metabolismo, la proliferación y la inflamación.

Además, constituyen una defensa antioxidante y logran frenar la ingesta de alimentos, al inducir la secreción de hormonas de la saciedad, indica el estudio.

La espinaca es uno de los vegetales más nutritivos, sin embargo, su consumo es menor que el de otros vegetales de hoja verde.

El consumo de espinacas se asocia con propiedades anticancerígenas, antiobesidad, hipoglucemiantes e hipolipidémicas.

Espinaca: un vegetal con alto valor nutricional

La espinaca es rica en vitamina A y C, y minerales como el hierro, calcio, magnesio y potasio. Al revisar el valor nutricional de la espinaca encontraremos que una taza de espinaca cruda contiene: 7 calorías, 0.86 gramos de proteína, 30 miligramos de calcio, 0.81 g de hierro, 24 mg de magnesio, 167 mg de potasio, 2,813 unidades internacionales (UI) de vitamina A y 58 microgramos de ácido fólico, según Medical News Today. Además, contiene vitamina K, fibra, fósforo y tiamina.

Cómo el consumo de espinacas beneficia la salud

La espinaca es uno de los alimentos más nutritivos que se pueda comer y por su versatilidad es muy fácil de incluir en la dieta diaria en ensaladas, aperitivos, batidos y platos principales, explica la dietista registrada Kayla Kopp.

• Mejora la vista, por contener la luteína y otro antioxidante llamado zeaxantina relacionados con la vitamina A y el betacaroteno, que ayudan a proteger los ojos contra el daño solar. También son ricas en magnesio y folato, una vitamina B nutrientes que ayudan a producir óxido nítrico, una molécula que reduce la presión arterial, indica Cleveland Clinic.

• Protege de enfermedades por ser rico en antioxidantes, incluidos carotenoides como el betacaroteno y la luteína, que combate los efectos de los radicales libres, causantes del daño celular que generan enfermedades crónicas.

• Promueve la salud del cerebro por los efectos que causa el consumo de antioxidantes, folato y filoquinona presentes en las espinacas, que ayudan a proteger las células cerebrales.

• Incrementa la salud intestinal por ser fuente de fibra soluble, que es un tipo de fibra que el cuerpo no puede descomponer fácilmente, por lo que tiene un efecto de sensación de saciedad y ralentiza la absorción de carbohidratos en el intestino, además da volumen a las heces y previene el estreñimiento.

• Aumenta los niveles de hierro en sangre, vital para ayudar al cuerpo a producir hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a los órganos y tejidos.

El hierro de la espinaca es no hemo, es decir, basadas en plantas que “no se absorbe tan bien como el hierro hemo, de fuentes animales como la carne de res, el hígado y el pollo”. Una recomendación para aumentar la absorción del hierro de las espinacas es combinarlos con alimentos ricos en vitamina C.

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