Inequidad de las mujeres

Un estudio de la psicóloga estadounidense Shanon L. Goodson confirma que ellas suelen ser las peores enemigas pues no quieren ayudar a otras a mejorar su condición laboral frente a sus compañeros varones

Lucha por la igualdad salarial.

Lucha por la igualdad salarial. Crédito: Shutterstock

La inequidad en el salario se ponerse de moda cuando conmemoramos en marzo el mes de la mujer. Pero el asunto es más complejo cuando los psicólogos analizan las malas relaciones que se generan entre ellas en el campo laboral y que nada tienen que ver con su salario.

Mientras investigábamos para escribir este tema, encontramos que un estudio de la psicóloga estadounidense Shanon L. Goodson confirma que ellas suelen ser las peores enemigas pues no quieren ayudar a otras a mejorar su condición laboral frente a sus compañeros varones y así lo explica en su libro “Earning What You’re Worth” o en español “Gane lo que vale”.

De vuelta a la celebración por la inclusión de las mujeres en el trabajo, el martes 12 de marzo celebramos también el día del salario femenino, aunque al igual que los obstáculos entre las mujeres no es mucho lo que se puede celebrar pues según la organización sin ánimo de lucro “The National Partnership for Women & Families”, en pleno siglo XXI a las damas les pagan apenas 84 centavos por cada dólar que reciben los hombres. 

El problema ha mejorado, pues en el gobierno de Barack Obama se designó el 12 de cada mes de marzo como “Equal Pay Day” o Día de la Igualdad Salarial en Estados Unidos, como símbolo de que las mujeres deben trabajar 14 meses y medio para recibir el mismo dinero que los hombres reciben al año.

Para entonces, el ingreso de las trabajadoras era de 78 centavos. Y ha mejorado, pero todavía sigue la disparidad que afecta al 90 por ciento de las mujeres, especialmente si son de tez morena y las hispanas también sufren esa discriminación pues apenas reciben casi 60 centavos.

Y con ese panorama me pregunto, qué hacen las mujeres olvidando que,  unir fuerzas con respeto por la otra, mejora la calidad de vida del género, pues es la solidaridad lo que permite a los hombres superarnos para obtener ese salario, aunque seamos consideradas mejores y más honradas como administradoras.

Y no se trata de un mito de leyenda urbana, la discriminación en el salario femenino es real por la brecha que separa el bolsillo del señor de la cartera donde las mujeres llevan su salario al hogar

Por eso insistimos en que ellas deberían reconocer al fuerza que tienen unidas y utilizarla en favor del género y con ellos la igualdad salarial debería ser realidad, porque ambos contribuyen a la economía familiar, y además, las mujeres, después de su jornada llegan a casa a mejorar la calidad de vida de todos. Por eso, ni hombre ni mujeres deberíamos devaluar esa responsabilidad.

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.

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