Presidente de Irán dice que hubiese podido destruir Israel, pero optó por un ataque “limitado”
Ebrahim Raisí dijo que la operación "Promesa verdadera" fue una acción limitada y no integral contra Israel, afirmando que si hubiese sido una acción a gran escala no quedaría nada del país
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este miércoles que su país podría haber destruido Israel en el ataque del sábado con cientos de misiles y drones, pero que optó por un ataque “limitado”.
“La (operación) ’Promesa Verdadera’ fue una acción limitada y no integral. Si hubiese sido una acción a gran escala, no quedaría nada del régimen sionista (Israel)”, aseguró Raisí durante un discurso con motivo del Día Nacional del Ejército.
Frente a Raisí desfilaron efectivos de Fuerzas Armadas iraníes, además de drones, vehículos blindados y misiles en Teherán, unos desfiles que se repitieron en otras ciudades en una exhibición del poderío militar del país.
“Si el régimen sionista comete la más mínima agresión en nuestra tierra, recibirá una respuesta feroz y severa”, advirtió de nuevo el mandatario, que en los últimos días ha repetido amenazas contra Israel.
El martes avisó de que la “mínima acción” contra intereses iraníes recibirá una “respuesta dura, amplia y dolorosa contra el perpetrador.
Las autoridades iraníes han insistido en que el ataque fue “necesario, proporcional y dirigido a objetivos militares” para crear “capacidad de disuasión”, como respuesta al bombardeo del consulado iraní en Damasco del 1 de abril.
Las Fuerzas Aéreas iraníes se unieron este miércoles a las advertencias y avisaron de que tienen los cazas de combate rusos Sukhoi Su-24 listos para “golpear objetivos” si el “enemigo” comete errores estratégicos.
Por su parte, la Armada iraní informó de que está escoltando a los navíos comerciales de su país desde el golfo de Aden, frente a las costas de Yemen, hasta el Canal de Suez, a lo largo de todo el mar Rojo.
Indicó que el destructor Jamaran se encuentra en el golfo de Aden en estos momentos.
Los líderes iraníes han elevado el tono de sus advertencias contra Israel y países occidentales ante una posible respuesta de Tel Aviv al ataque del sábado, que según Teherán estuvo dirigido a objetivos militares.
Al mismo tiempo, Estados Unidos y la Unión Europea sopesan nuevas sanciones contra Irán por el ataque sin precedentes contra el Estado judío.
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