Tras tiroteo a Trump, sus seguidores siguen rechazando control de armas

En entrevistas a 12 representes de Donald Trump en Milwaukee, ninguno defendió los límites o prohibiciones a rifle de asalto, subir la edad legal para comparar un arma o abogar por controles de antecedentes más estrictos

El arma usada por el sospechoso del atentado a Trump era propiedad de su padre.

El arma usada por el sospechoso del atentado a Trump era propiedad de su padre. Crédito: Gerald Herbert | AP

El expresidente Donald Trump salió airoso de un intento de asesinato en Pensilvania durante un mitin el sábado, cuando una bala rozó su oreja, cuya procedencia es de un arma semiautomática estilo AR-15, un rifle usado generalmente por tiradores masivos en Estados Unidos.

No obstante, en entrevistas con 12 delegados del magnate neoyorquino en la convención de nominación del Partido Republicano en Milwaukee, ninguno se hizo al paso y defendió los límites o prohibiciones a rifles de asalto, por elevar la edad legal para comprar un arma o incluso por controles de antecedentes más estrictos.

Los representantes estaban completamente en contra de cualquier tipo de reforma a las legislaciones de armas en el país.

Gran parte de ellos consideró que incluso medidas pequeñas, como la ampliación de los controles de antecedentes o el aumento de la edad legal para adquirir un arma de asalto a 21 años, era infracciones a la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que ofrece a los ciudadanos el derecho de tener posesión de armas.

Asimismo, los delegados afirmaron que cualquier cambio vinculado con las armas de fuego debería enfocarse en financiar un mejor apoyo a la salud mental de los ciudadanos, una posición frecuente en los republicanos.

Atribuyeron la culpa de los delitos con armas y los tiroteos masivos (incluyendo el atentado contra Trump) en gran parte a las enfermedades de origen mental y que las armas caen en manos equivocadas.

Los funcionarios estadounidenses continúan tratando de determinar por qué Thomas Matthew Crooks, un asistente de 20 años de un asilo de ancianos, abrió fuego contra el republicano en su mitin electoral en Pensilvania. El joven pistolero murió tras recibir tres impactos de bala, que de acuerdo con el FBI está siendo investigado como posible terrorismo doméstico.

La clave para detectar a posibles tiradores, los servicios de salud mental deben ser más eficaces, ofreciéndoles ayuda antes de perpetrar un crimen con armas de fuego, explicaron los delegados entrevistados.

“Todo es cuestión de salud mental”, señaló Will Boone, delegado de Montana. “El derecho a tener un arma está consagrado en la Constitución. Si se empieza a infringir ese derecho, se empiezan a quitar otros derechos”.

Por su parte, Steve Kramer, de Georgia, indicó que era una “mentira” que al ampliar las verificaciones de antecedentes ayudaría, informó Reuters.

“Si analizamos la mayoría de los asesinatos, alguien robó el arma, por lo que las verificaciones de antecedentes no importarían”, manifestó Kramer.

Entre los años 1966 y 2019, además de los tiradores escolares que robaban sus armas a sus familiares, la mayoría de los pistoleros que cometieron tiroteos masivos había comprados sus armas legalmente, de acuerdo con datos recabados por el Instituto Nacional de Justicia, una agencia de investigación del Departamento de Justicia.

El arma usada por el sospechoso del atentado a Trump era propiedad de su padre, de acuerdo con los detectives.

Los políticos republicanos en general han bloqueado los intentos de reformar las leyes de armas, inclusive tras una masacre que dejó a 20 niños sin vida de una escuela primaria en Connecticut en 2012 por un sujeto armado con un rifle de asalto AR-15 y dos pistolas.

Durante su gobierno, Trump trató en diferentes ocasiones flexibilizar las leyes de armas, expresó Kris Brown, presidente de Brady: United Against Gun Violence.

Tras asumir el cargo, firmó una ley que revirtió una regulación de la época de Obama que dificultaba a personas con enfermedades de salud mental que compraran armas.

En su mandato, el republicano, prohibió los bump stocks, un accesorio que convierte un arma semiautomática en una ametralladora. Un bump stock se usó durante un tiroteo masivo más letal de Estados Unidos, en Las Vegas en 2017, cuando un sujeto armado asesinó a 60 persona e hirió a más de 400.

En el mes de febrero, Trump habló ante la Asociación Nacional del Rifle y se comprometió a deshacer las restricciones vinculadas con las armas de fuego promulgadas por el mandatario demócrata Joe Biden.

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