Exfuncionaria de la CIA es acusada de servir como agente secreta para Corea del Sur
La exempleada de la CIA, Sue Mi Terry, fue acusada de aceptar regalos a cambio de defender las posiciones del gobierno surcoreano en sus apariciones en los medios, además de compartir información confidencial
Sue Mi Terry, una exempleada de alto rango de la CIA y del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, fue formalmente acusada de actuar como agente secreto para el servicio de inteligencia de Corea del Sur, según el Departamento de Justicia.
Terry habría aceptado regalos de lujo, incluyendo bolsos de diseño, y cenas en restaurantes de sushi de alta gama, de acuerdo con documentos judiciales presentados en un tribunal federal de Manhattan. A cambio, se alega que defendió las posiciones del gobierno surcoreano durante sus apariciones en los medios, compartió información confidencial con oficiales de inteligencia y facilitó el acceso de funcionarios surcoreanos a funcionarios del gobierno estadounidense.
Asimismo, la implicada admitió ante el FBI que actuó como fuente de información para la inteligencia surcoreana. Pasó notas escritas a mano de una reunión no registrada en junio de 2022 en la que participó con el secretario de Estado Antony Blinken, discutiendo la política del gobierno de Estados Unidos hacia Corea del Norte.
Los fiscales también alegan que los oficiales de inteligencia surcoreanos encubrieron un pago de $37,000 dólares a un programa de políticas públicas que Terry controlaba y que se centraba en asuntos coreanos.
El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur, la principal agencia de espionaje del país, declaró que las autoridades de inteligencia su país y Estados Unidos están en estrecha comunicación sobre el caso.
Los presuntos delitos de Terry se produjeron después de dejar el gobierno de Estados Unidos, y comenzó a trabajar en grupos de expertos, donde se convirtió en una voz destacada en políticas públicas en asuntos exteriores.
Defensa de Terry se manifiesta
Lee Wolosky, abogado de Terry, emitió un comunicado en el que calificó las acusaciones como “infundadas” y una “distorsión” del trabajo de Terry. Argumentó que la exempleada no ha tenido una autorización de seguridad durante más de una década.
Wolosky también señaló que Terry ha criticado duramente al gobierno de Corea del Sur en momentos en que, según la acusación, actuaba en su nombre: “Una vez que se aclaren los hechos, quedará claro que el gobierno cometió un error importante”, sentenció.
La exempleada sirvió en el gobierno estadounidense entre 2001 y 2011, primero como analista de la CIA y luego como oficial adjunto de inteligencia nacional para Asia Oriental en el Consejo Nacional de Inteligencia, y trabajó para varios grupos de expertos, incluido el Consejo de Relaciones Exteriores.
Con información de The Associated Press
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