Vendedores ambulantes exigen más permisos y protecciones y menos persecusión
Tras un recorrido por varios puntos de Manhattan, cientos de comerciantes informales presionan por la llamada "Plataforma de reforma para vendedores ambulantes"
Con pancartas, arengas, y frases a todo pulmón, cientos de vendedores ambulantes se tomaron este jueves varias calles de Manhattan, en un recorrido que duró varias horas, para exigir que las autoridades municipales pongan fin a lo que denuncian como criminalización de su oficio. El llamado, que a más de uno de los manifestantes dejó ronco, es a que se promuevan medidas y protecciones que les permitan seguir ganándose la vida y ayudar a la economía de la Gran Manzana, a través de la aprobación de un paquete de reformas que están siendo analizadas en el Concejo Municipal.
Durante la marcha que realizaron unos 600 trabajadores, acompañados por líderes de varias organizaciones, los vendedores ambulantes pidieron al organismo legislativo de la Gran Manzana que no se haga de oídos sordos y apruebe cuatro iniciativas de ley que mejorarían el ejercicio de su labor y generaría unos $17 millones de dólares adicionales a las arcas de la Ciudad.
La llamada “Reforma de los vendedores ambulantes“ busca organizar mejor la industria y proporcionar un sistema ordenado para las empresas más pequeñas de Nueva York, a través de nuevas leyes que garantizarían el acceso de los vendedores a las licencias comerciales y reducirían la responsabilidad penal de los vendedores ambulantes y generales de alimentos. Asimismo, dos proyectos adicionales buscan crear una División de Asistencia a los Vendedores Ambulantes dentro de los Servicios para Pequeñas Empresas de la Ciudad de Nueva York y reformar la Ubicación Pública de los vendedores, lo que daría un alivio a los más de 20,000 trabajadores informales que venden sus productos y alimentos en las calles.
“Urgen más permisos. El Concejo debe aprobarnos estas leyes, porque somos muy abusados por la misma Ciudad todo el tiempo y solo así vamos a ser respetados. La policía y la Sanidad nos tratan como criminales, nos arrebatan nuestros artículos, que son el sustento de nuestras familias”, comentó la mexicana Carmen Páez, quien lleva 20 años trabajando en aceras.
“Dennos licencia para que nadie nos moleste Estamos de acuerdo con que Sanidad nos chequee y que haya vigilancia para garantizar que lo que vendamos sea saludable, pero no es justo que gente como yo, que tengo 66 años, y que no soy carga para el país, porque yo coopero pagando impuesto cada tres meses, tenga que rogar por un permiso“.
Juan Regino, quien llegó a la manifestación, que comenzó en Union Square y avanzó hasta City Hall, en su silla de ruedas, se sumó al llamado y dijo que le duele saber que la administración municipal no se pone en sus zapatos y emite las protecciones que necesitan él y sus colegas para estar tranquilos mientras venden.
“No somos delincuentes, somos gente trabajadora. Hay que aprobar estas leyes nuevas para que no nos persigan, porque así estamos siempre recibiendo multas y espantados de que nos quiten nuestras cositas”, comentó el trabajador informal, quien vende audífonos y accesorios.
Mohamed Attia, director general del Proyecto de vendedores ambulantes del Centro de Justicia Urbana, que promovió la marcha, recalcó que mientras la Ciudad no resuelva el problema de falta de permisos y licencias nuevas, que no se otorgan desde hace más de 40 años, y cuya renta puede costar hasta $25,000 en el mercado negro, es inhumano que se persiga a quienes no quieren ser una carga para la Ciudad.
Vendedores ambulantes protestaron en varias calles de Manhattan. Foto Edwin Martínez
“La aplicación de la ley no es política. Los vendedores ambulantes están hartos de un sistema que les niega nuevas licencias, obliga a los vendedores a adivinar las reglas que rigen su negocio y los castiga con una aplicación dura y arbitraria cuando se equivocan”, dijo el activista. “El paquete legislativo ‘Reforma de los vendedores ambulantes’ pondrá orden en la venta ambulante. Hacemos un llamado al Ayuntamiento para que tome medidas ahora”.
La concejal Pierina Sánchez, quien estuvo en el recorrido para exigir al Concejo Municipal acciones inmediatas que favorezcan los vendedores ambulantes, criticó que los trabajadores informales tengan ue operar en “la sombra, porque la Ciudad de Nueva York limita arbitrariamente las licencias y permisos de venta”, lo que afecta a familias y comunidades donde se estima que más del 80% de los vendedores ambulantes operan sin licencia, y poco o ningún acceso a la educación adecuada sobre cómo hacer su trabajo de manera que sea armoniosa.
“Como hija y nieta de vendedores ambulantes trabajadores y resilientes, estoy comprometida a reformar este sistema injusto. Es por eso que presenté una iniciativa de ley que aumentaría el número de licencias de supervisión de vendedores de alimentos y licencias de vendedores generales”, dijo la promotora del paquete legislativo. “Esto solucionaría la venta ambulante en la ciudad de Nueva York al adoptar un enfoque conductual además de uno de cumplimiento, brindando a los vendedores educación, una licencia codiciada y una aplicación justa. Dejemos de limitar arbitrariamente las licencias”.
Los manifestantes recalcaron en su protesta que son las empresas más pequeñas de la ciudad de Nueva York y deberían ser tratados con los beneficios de los pequeños negocios, en su mayoría inmigrantes, personas de color, veteranos militares y mujeres, y no exponerse a alquilar un permiso en el mercado negro o vender sin uno, enfrentándose a multas recurrentes de $1.000, al igual que actos de acoso y confiscación de propiedades.
“Criminalizar a los negocios más pequeños de la ciudad de Nueva York no es una solución, pero durante décadas esa ha sido la política de la Ciudad de Nueva York. En lugar de castigar a los neoyorquinos que intentan ganarse la vida, es hora de que nuestros líderes aprueben el ‘Paquete de reforma de los vendedores ambulantes’ para apoyar y mejorar a los vendedores ambulantes en los cinco distritos”, dijo Shawn García, director de Defensa de Alternativas de Transporte.
Jackson Chabot, director de Defensa y Organización de Open Plans pidió al Concejo Municipal que reconozca la labor y el aporte de la venta ambulante, que no solo impulsa la economía sino ue e parte de lo que es la Gran Manzana.
Vendedores ambulantes, mayormente mujeres, denuncian atropello. Foto Edwin Martínez
“Los espacios públicos son mejores con vendedores, es así de simple. Pero a pesar de todo el valor que aportan a nuestras calles, estos propietarios de pequeñas empresas se ven obligados a navegar por un sistema que amenaza el éxito de sus medios de vida todos los días”, mencionó el defensor. “La era de la burocracia debe terminar; es hora de reformar el sistema de permisos para vendedores ambulantes para garantizar que las políticas de la ciudad coincidan con la realidad de lo vitales que son los vendedores ambulantes para la cultura y la economía de la ciudad de Nueva York”.
Liza Schwartwald, estratega de políticas sénior de la Coalición de Inmigración de Nueva York pidió a la administración municipal que deje de pasarse la pelota y pidió al Concejo que dé vía libre a reformas que no solo alivianen la vida d los trabajadores ambulantes sino que le pongan más orden al negocio.
“La Ciudad de Nueva York no sería la misma sin los vendedores ambulantes que enriquecen nuestra cultura y economía. Pero las regulaciones arcanas que gobiernan la venta ambulante no solo están obsoletas, sino que efectivamente resultan en la criminalización de las personas trabajadoras de color, muchas de las cuales son inmigrantes”, dijo la activista. “En lugar de pasar la responsabilidad de la aplicación de la ley de una agencia de la ciudad a otra, y hacer que los vendedores ambulantes sean más responsables, es hora de que sean más responsables de la situación, para sacar a nuestros vendedores ambulantes del peligroso mercado clandestino en el que se ven obligados a hacer negocios. Los vendedores ambulantes merecen trabajar con dignidad en un sistema ordenado y justo”.
Tras escuchar los clamores de los vendedores ambulantes, una vocera de la Oficina de la presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, no mencionó cuál es la postura del liderazgo legislativo sobre las iniciativas de ley, pero aseguró que los proyectos se encuentran cursando su proceso legislativo en los comités de ese organismo.
Vendedores ambulantes defienden que s eganan la vida de manera honesta. Foto Edwin Martinez
En enero de 2021, los vendedores ambulantes vieron algunos avances cuando se aprobó la Ley Local 18 de 2021, que introdujo 4,450 nuevos permisos para vendedores ambulantes de alimentos en 10 años pero a mayo de 2024, solo se habían recibido 127 de los 890 nuevos permisos de licencia de supervisión.
Al final de la manifestación, Dolores Muñíz, quien portaba una pancarta con la frase “más churros menos policías”, pidió que esta vez el Concejo Municipal, de mayoría femenina, los escuche.
“Ojalá que no nos ignoren más. Ellas son mamás también muchas, son hijas y saben que es duro salir a la calle a recibir ofensas y a correrle a los oficiales. Por favor, que aprueben los permisos. Ya es hora”, dijo la vendedora.
Carmen Páez, de 66 años, exige respeto a su oficio. Foto Edwin Martínez
Datos
- 600 vendedores ambulantes se manifestaron
- 20,000 vendedores ambulantes se estima hay en la Gran Manzana
- $17 millones anuales ganaría la Ciudad en ingresos si se aprueba las reformas
- 5,100 es el límite de permisos
- 853 licencias de venta general hay
- $25,000 es el costo incluso de rentar un permiso de venta
- $293 millones aporta la venta ambulante a la economía ambulante