Los batazos del “Parole”

El plan del "Parole in place" otorga autorización temporal y permisos de trabajo a cónyuges o hijastros de ciudadanos

Más de 500,000 personas se habían beneficiado de un 'parole' ahora suspendido.

Más de 500,000 personas se habían beneficiado de un 'parole' ahora suspendido. Crédito: AP

Con los crespos hechos quedan unos 500 mil indocumentados casados con ciudadanos que habían alimentado la esperanza de iniciar su camino hacia la ciudadanía con el llamado “Parole in place” de la administración Biden. 

Pero el sueño duró poco y ahora andan en el limbo por la batalla legal entre estados republicanos y los defensores de inmigrantes que contrademandan la medida.

En reciente columna hablábamos del despegue de la campaña por la presidencia, tras las convenciones partidistas, donde confirmaron a Donald Trump y Kamala Harris como los candidatos por los partidos Republicano y el Demócrata. Y esta batalla así lo prueba por el batazo que le dio un tribunal judicial a la reciente medida de Joe Biden de aliviar el camino para algunos indocumentados que ya lograron establecerse, con cónyuges aquí en los Estados Unidos.

Todo porque un juez en Texas, estado bastión del partido de oposición, bloquea el plan para regularizar a unos inmigrantes que están casados con ciudadanos.

El plan del “Parole in place” otorga autorización temporal y permisos de trabajo a cónyuges o hijastros de ciudadanos y además tendrían la protección que evitaría la deportación, mientras tramitan su Green Card sin tener que salir del país, como lo exigen las normas de inmigración.

Lo graves es que con esa decisión el juez J. Campbell Barker emite la suspensión administrativa de la norma, dejando en suspenso a esas familias que ya radicaron su petición y a quienes apenas estaban en ese trámite.

El argumento del juez es válido, pues es claro que es competencia del Congreso, no del ejecutivo aprobar leyes migratorias y por eso puede ordenar que la administración no acepte ni procese más solicitudes, pese a que los solicitantes sí cumplan con los requisitos de llevar al menos 10 años en el país y demostrar su boda antes del 17 de junio pasado, pero esa suspensión si tiene aroma político.

Primero devuelve a la incertidumbre a los supuestos beneficiados y segundo revive un tema sensible de campaña como es la inmigración, por eso nos preguntamos si esos batazos son armas del fuego cruzado en esta campaña como lo fue en su momento el programa de Acción Diferida, DACA, para los Llegados en la Infancia.

El fiscal texano está en lo cierto pues es en el Congreso donde definen: quien, cómo y cuándo se puede entrar y ser considerado ciudadano o residente en este país. Sin embargo, recordemos que a la administración de Barack Obama y Joe Biden el Congreso le tiró la puerta en la nariz. Así llevan años sin un acuerdo político sobre el tema migratorio dejando a estos seres humanos en medio del remolino o revoltillo electoral.

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Manager Assignment.

En esta nota

Inmigración
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain