4 hábitos chinos que te ayudarán a ahorrar hasta el 45% de tu salario
Descubre cómo los chinos logran ahorrar hasta el 45% de sus ingresos y por qué sus hábitos financieros están ganando admiración mundial
Mucho de la cultura china influye en los hábitos de consumo de su sociedad. Crédito: Shutterstock
En un mundo donde el consumismo parece reinar, la cultura china destaca por su impresionante capacidad de ahorro.
Mientras que en Estados Unidos la tasa de ahorro de los hogares apenas alcanza el 4%, en China esta cifra se ha disparado hasta un sorprendente 45%. ¿Qué hay detrás de este fenómeno financiero?
Según el experto en finanzas y youtuber Humphrey Yang, exasesor de Merrill Lynch, la respuesta se encuentra en 4 hábitos fundamentales que están profundamente arraigados en la sociedad china.
El camino hacia esta cultura del ahorro no ha sido corto ni sencillo. En 1990, la tasa de ahorro de los hogares chinos era del 16%, una cifra nada despreciable, pero aun lejos de los niveles actuales. Para 2012, este porcentaje ya había ascendido al 30%, mostrando una clara tendencia al alza. Hoy en día, con un 45% de tasa de ahorro, China se posiciona como un referente mundial en materia de finanzas personales.
Los 4 pilares del ahorro chino
1) Discreción ante todo: la humildad como virtud financiera
El primer hábito que destaca Yang es la tendencia del consumidor chino promedio a evitar la ostentación. Independientemente de sus ingresos o patrimonio, no es común ver a los chinos exhibiendo símbolos de estatus o bienes de lujo. Esta actitud no solo refleja valores culturales profundos, sino que también tiene un impacto directo en las finanzas personales.
“Los chinos no gastan dinero en productos costosos que solo llaman la atención”, explica Yang. Esta filosofía de vida se traduce en un menor gasto en artículos superfluos y una mayor capacidad de ahorro.
2) La regla del 10:1: un objetivo ambicioso pero efectivo
Muchos chinos, especialmente aquellos que crecieron en épocas de escasez económica, han adoptado la llamada “regla del 10:1”. Este principio sugiere gastar solo un yuan por cada 10 ganados, lo que equivale a una tasa de ahorro del 90% de los ingresos mensuales.
Aunque alcanzar este porcentaje puede parecer utópico para muchos, el simple hecho de tenerlo como meta ayuda a mantener una gestión financiera disciplinada. “Este objetivo, aunque raramente se logra al 100%, sirve como un poderoso recordatorio para priorizar el ahorro”, comenta Yang.
3) Necesidades sobre deseos: la austeridad inteligente
El tercer hábito identificado por Yang es la clara distinción que hacen los chinos entre necesidades y deseos. “La mayoría de los chinos se enfoca más en las necesidades que en los deseos”, afirma el experto.
Esto no significa que sean tacaños, sino más bien austeros y estratégicos en sus gastos. Cuando deciden “derrochar” en algún capricho, lo hacen buscando el mayor valor a largo plazo. Esta mentalidad permite equilibrar la satisfacción personal con una sólida planificación financiera.
4) La cocina como aliada del ahorro
El cuarto y último hábito está relacionado con algo tan cotidiano como la alimentación. Muchos chinos optan por preparar la mayoría de sus comidas en casa, reservando las salidas a restaurantes y bares para ocasiones especiales.
Esta práctica, aparentemente simple, tiene un impacto significativo en las finanzas personales. “La suma de los pequeños gastos hormiga suele representar un buen capital que puede utilizarse para ahorrar e invertir en el mediano y largo plazo”, explica Yang.
El impacto a largo plazo con el método de ahorro chino
Estos hábitos no solo benefician las finanzas individuales, sino que también tienen un efecto positivo en la economía nacional. La alta tasa de ahorro en China ha sido un factor clave en el rápido desarrollo económico del país en las últimas décadas, proporcionando un amplio capital para inversiones en infraestructura y desarrollo industrial.
¿Un modelo para el mundo? La pregunta que surge es si estos hábitos podrían ser adoptados por otras culturas para mejorar su situación financiera. Yang sugiere que “muchas otras culturas deberían implementar (estos hábitos) para no tener problemas financieros y de deudas”.
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