23 años de misterio policial: homicidio de inmigrante en plena confusión 9/11 en Nueva York

Henryk Siwiak murió inesperadamente el 11 de septiembre de 2001 en NY, pero no como víctima de los ataques terroristas, sino baleado. El caso sigue abierto

Vehículo forense, NYPD/Archivo.

Vehículo forense, NYPD/Archivo. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía

Como miles de personas, Henryk Siwiak murió inesperadamente el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, pero no como víctima de los ataques terroristas en Manhattan, sino baleado varias veces en Brooklyn.

Fue el único homicidio en NYC el 9/11 fuera de los ataques al World Trade Center. Ni siquiera cuando la ciudad estaba paralizada por el terrorismo la violencia armada común se detuvo.

Con la ciudad colapsada por los ataques que habían dejado miles de víctimas, esa noche a las 11:40 p.m. los detectives de la Comisaría NYPD 79 recibieron un informe sobre un homicidio en una zona que en ese tiempo era una de las más peligrosas de la ciudad: la esquina de Albany Av y Decatur St, en el vecindario Bedford-Stuyvesant. Veintitrés años después, el crimen sigue sin ser resuelto.

Cuando llegaron a la escena los oficiales disponibles en medio de la gran emergencia, las circunstancias se volvieron aún más extrañas. La víctima era un inmigrante polaco de 46 años que se suponía que nunca debería haber estado en ese barrio.

La Unidad de Escena del Crimen, que normalmente respondería a delitos mayores como un homicidio, no estaba disponible. Todos estaban trabajando en la Zona Cero. Por ello sólo se envió un equipo de recopilación de pruebas a la escena donde Siwiak había sido asesinado.

Dadas las circunstancias, fue lo mejor que pudo hacer el departamento esa noche. El detective “Tenía una cámara Polaroid, era justo en el momento en que estábamos haciendo la transición de Polaroid a fotografías digitales”, recordó en 2021 Tom Joyce, un teniente ahora retirado que entonces trabajaba en la Comisaría 79.

“Hicieron un trabajo fenomenal, realmente dieron un paso al frente y manejaron la escena del homicidio, lo que probablemente nunca antes habían hecho”, comentó Joyce a Fox News. “Desafortunadamente para el señor Siwiak obtuvo la mejor respuesta de la que fuimos capaces el 11 de septiembre de 2001, pero ciertamente no al nivel que el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York jamás consideraría aceptable en cualquier otra circunstancia”.

Siwiak se había mudado a EE.UU. apenas once meses antes. Vivía cerca de su hermana en Rockaways (Queens) y tomaba trabajos ocasionales para enviar dinero a casa para mantener a su esposa y sus dos hijos pequeños en Polonia.

El 11 de septiembre de 2001 Siwiak vio caer las Torres Gemelas mientras laboraba en un sitio de construcción en el Bajo Manhattan. Luego, varias horas después, tomó la línea A del Metro para llegar a otro nuevo trabajo: un turno nocturno encerando pisos en una tienda de comestibles en Brooklyn.

Pero terminó a casi cuatro millas de donde estaba tratando de ir. En lugar de la cuadra 1500 de Albany Avenue, donde estaba la tienda de comestibles, Siwiak terminó a cuatro millas de distancia, en Bed-Stuy, recordó ABC News.

“Lo que terminó haciendo fue tomar un tren y bajarse en la parada equivocada”, dijo Mike Prate, un detective retirado que luego asumió la pesquisa. “Y eso lo llevó por el camino hasta donde terminó”.

“La cuadra de Albany Avenue estaba llena de pandillas pesadas, narcóticos, violencia intensa”, recordó Prate. Incluso “Era peligroso para la policía estar en esa cuadra”, recordó. “Exactamente lo que sucedió después sigue siendo un misterio, pero un grupo del vecindario se acercó a Siwiak… Hubo algún tipo de lucha y luego disparos. Lo balearon varias veces”.

Siwiak no murió de inmediato. Pudo cruzar la avenida Decatur, subir corriendo unas escaleras y tocar el timbre de una puerta para pedir ayuda. Pero nadie abrió. Bajó y se derrumbó en la acera, donde murió, dijo el detective George Harvey, quien era una oficial y luego el detective principal del caso.

El inmigrante no fue robado. “Es una víctima verdaderamente inocente”, afirmó Prate. “En la cuadra equivocada, en el momento equivocado, en el día equivocado, fue asesinado. Ese caso se puede cerrar”.

“No merecía conseguir lo que consiguió”, afirmó Harvey. Se ha especulado que pudo haber sido un objetivo después de los ataques terroristas debido a que no hablaba bien inglés y portaba una chaqueta de tela militar rota esa noche.

Los residentes en el área no cooperaron, no hubo cámaras de vigilancia ni un motivo claro del crimen. El caso se enfrió, pero sigue abierto a la espera de que alguien que sepa algo pueda decidirse a hablar.

Se ofrece una recompensa de $12,000 dólares por información que conduzca a un arresto en este caso. Quien sepa algo debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.

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