Biden estima plazo de 10 años para quitar todas las tuberías de plomo de EE.UU.
Joe Biden señaló que la medida ha tardado mucho, "estamos en los Estados Unidos de América, por el amor de Dios. No hay un nivel seguro de exposición al plomo"
Biden expresó que "la comunidad judía ha demostrado al país cómo convertir con valentía el dolor en propósito”. Crédito: Susan Walsh | AP
El presidente Joe Biden puso en marcha la eliminación del flagelo de Estados Unidos de las tuberías de plomo, al presentar una nueva medida que exige la exclusión de todas las tuberías de plomo en la siguiente década, aparte de $2.6 mil millones de dólares en fondos nuevos para el objetivo ambiental y de salud pública.
“Ha tardado demasiado y no se le ha dado la prioridad suficiente, hasta ahora. Estamos en los Estados Unidos de América, por el amor de Dios. No hay un nivel seguro de exposición al plomo. Punto. Ninguno.”, explicó el demócrata el martes en la sede del Departamento de Obras Públicas de Milwaukee, Wisconsin.
Asimismo, Biden lanzó una crítica al expresidente Donald Trump, a quien se refirió como “mi predecesor”, y al senador republicano de Wisconsin, Ron Johnson, a quien nombró directamente.
“Dije que mantendría mi compromiso de insistir en que todas las comunidades tengan acceso a inversiones y a una mayor seguridad en sus vecindarios. Y eso es lo que estamos haciendo: no dejar a nadie atrás”, aseguró.
“Hay gente que no tiene ningún problema en dejar a la gente atrás, como mi predecesor en la Casa Blanca y sus aliados en el Congreso. Como su senador, Ron Johnson, que votó en contra de todo lo que acabo de mencionar”, y apuntó que Johnson tildó las disposiciones de salud pública de la ley de infraestructura como “una agenda radical”.
El ejecutivo estadounidense se persignó con la señal de la cruz y bromeó diciendo que necesitaba “controlar mi lado irlandés”.
“No creo que haya nada radical en proteger a los niños del envenenamiento por plomo“, manifestó entre aplausos.
Biden criticó a ambos republicanos por “revertir” las protección de agua, “destruir nuestros humedales”, “(recortar) el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental” y “(eliminar) programas importantes que garantizaban agua limpia”.
“No podemos retroceder; tenemos que seguir avanzando, proteger la salud y el bienestar de nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país”, señaló el presidente, en un guiño al mensaje de campaña de “no volver atrás”, de la vicepresidenta Kamala Harris.
El estado clave de Wisconsin, que será de gran importancia para el mapa electoral de Harris, tiene alrededor de 340,000 tuberías de plomo, de acuerdo con la Casa Blanca, y ha apurado su sustitución debido a la financiación de la legislación de infraestructura emblemática del Biden.
Este anuncio cumplió una promesa de campaña y fue una pieza fundamental del legado del mandatario demócrata, informó CNN.
“¿Para qué sirve el gobierno si no puede proteger la salud pública?”, preguntó.
La normativa “salvará vidas. También ahorrará a los contribuyentes millones de dólares a largo plazo. Se trata de lo básico: agua limpia. Para mí, es una propuesta sencilla. También se trata de justicia”, indicó Biden.
El plomo es tóxico para los humanos y no hay un nivel seguro de exposición, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
La exposición no suele ser evidente rápidamente, pero puede causar retrasos en el desarrollo de los niños. Los principales síntomas son intoxicación por plomo, que pueden incluir dolores de cabeza, estómago y músculos, vómitos, anemia, irritabilidad, fatiga y pérdida de peso.
La exposición al plomo afecta de manera desproporcionada a las comunidades de color y puede tener un impacto significativo en el desarrollo infantil.
“Tenemos la obligación de arreglar las cosas”, dijo Biden.
El presidente saludó a los trabajadores sindicalistas presentes, muchos de ellos han estado relacionados en los esfuerzos de Milwaukee para cambiar sus tuberías de plomo.
Los esfuerzos han demostrado que “lo que es bueno para nuestra salud y para nuestro medio ambiente también es bueno para nuestra economía y es bueno para el empleo”, mencionó Biden.
Cuando se le preguntó si al equipo del mandatario le preocupa que una futura administración republicana pueda revertir las medidas, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Michael Regan, dijo a la prensa que la administración de Biden se siente “muy confiada” de que la norma es “legalmente duradera”, “científicamente sólida” y “bien dentro de los cuatro rincones de la Ley de Agua Limpia” y podría resistir los desafío bajo otros gobiernos por los próximos 10 años.
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