6 prendas que no deberías lavar con tanta frecuencia, según expertos
Expertos en limpieza revelan que lavar en exceso ciertos artículos del hogar puede dañarlos. Descubre cuáles son y con qué frecuencia deberías lavarlos
Lavar ciertas prendas con mucha frecuencia termina dañándolas. Crédito: Shutterstock
¿Alguna vez te has preguntado si estás lavando demasiado tus toallas o sábanas? Aunque mantener la limpieza es esencial, los expertos advierten que el exceso de lavado puede ser tan perjudicial como la falta de higiene.
Sorprendentemente, algunos de los artículos más comunes en nuestro hogar podrían estar sufriendo un desgaste prematuro debido a la sobreexposición al lavado.
La limpieza es fundamental para mantener un hogar saludable, pero cuando se trata de ciertos materiales y telas, más no siempre significa mejor. Varios expertos en limpieza han identificado 6 artículos cotidianos que frecuentemente son sometidos a lavados innecesarios, comprometiendo su durabilidad y calidad.
6 prendas y artículos de casa que no hay que lavar seguido
1) Toallas de baño: menos es más
Según Lina DaSilva, fundadora de Toronto Shine Cleaning, las toallas de baño encabezan la lista de artículos sobrelavados. “La tentación de lavarlas después de cada uso es comprensible, pero esto deteriora rápidamente su suavidad y envejece las fibras”, explica. La recomendación es lavarlas cada 3 o 4 usos, siempre asegurándose de colgarlas adecuadamente para que se sequen entre uso y uso.
2) Mantas: preservando la suavidad
Las mantas son otro elemento que se lavan con mucha frecuencia sin ser necesario. Katie Lambert, fundadora de Clean Queen en Denver, sugiere que un lavado cada 3 o 4 semanas es suficiente, dependiendo del uso. El lavado excesivo puede resultar en fibras rígidas y enmarañadas, arruinando esa suavidad reconfortante que tanto apreciamos.
3) Sábanas: el equilibrio perfecto
Aunque la costumbre de lavar las sábanas semanalmente está muy arraigada, los expertos sugieren que podría ser excesivo. DaSilva recomienda hacerlo cada 2 semanas, salvo en casos de derrames o enfermedad. “Utilizar detergentes naturales y suaves puede ayudar a mantenerlas frescas por más tiempo y proteger las fibras delicadas”, añade.
4) Jeans: el arte del desgaste controlado
Los jeans y la mezclilla tienen una característica única: están diseñados para desgastarse y desteñirse con el tiempo, creando ese aspecto vintage tan apreciado. Sin embargo, el lavado frecuente puede acelerar negativamente este proceso. Los expertos recomiendan lavarlos cada 5-10 usos, limitando el lavado a situaciones donde haya suciedad u olores evidentes.
5) Alfombras y tapetes: cuidado con la limpieza profunda
Diana Ciechorska, gerente general de Park Slope Cleaning en Nueva York, advierte sobre los peligros del lavado excesivo en alfombras y tapetes. “El exceso de champú puede dañar las fibras, causar decoloración y promover el crecimiento de moho”, explica. La recomendación es aspirar cada pocos días y realizar una limpieza profesional cada 12-18 meses.
6) Almohadas: protección y cuidado
Las almohadas son quizás uno de los artículos más malentendidos en términos de limpieza. Lambert aconseja lavarlas como máximo cada 2 o 3 meses. El lavado excesivo puede provocar la formación de grumos y hacer que las almohadas pierdan su comodidad. Una alternativa eficaz es usar protectores de almohada que las resguarden de la humedad, manchas y alérgenos.
Consejos prácticos para un lavado inteligente
Para maximizar la vida útil de estos artículos, los expertos recomiendan:
1) Utilizar detergentes suaves y naturales.
2) Realizar limpiezas puntuales en caso de manchas.
3) Asegurar un secado adecuado entre usos.
4) Invertir en protectores de calidad.
5) Mantener una rutina de limpieza equilibrada.
La clave está en encontrar el equilibrio entre mantener la higiene y preservar la calidad de nuestros artículos domésticos. Como señalan los expertos, un enfoque más medido en la frecuencia de lavado no solo prolongará la vida útil de estos elementos, sino que también contribuirá a mantener sus características originales por más tiempo.
El siguiente paso es adaptar nuestros hábitos de limpieza según estas recomendaciones, recordando que cada hogar y situación puede requerir ajustes específicos. Lo importante es mantener un equilibrio saludable entre la limpieza necesaria y la preservación de nuestros artículos más preciados.
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