Luigi Mangione, sospechoso de la muerte de Brian Thompson, se declara “no culpable” de cargos de terrorismo de Estado y asesinato
Luigi Mangione enfrenta 11 cargos en Nueva York, incluyendo asesinato en primer grado y dos de asesinato en segundo grado, cargos de armas y falsificación
Luigi Mangione es escoltado al tribunal penal de Manhattan para su comparecencia formal por cargos de asesinato y terrorismo por el asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Crédito: Seth Wenig | AP
El sospechoso del tiroteo mortal del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, Luigi Mangione, a las afuera de un lujoso hotel en Midtown Manhattan, fue escoltado a un tribunal de Nueva York donde se declaró “no culpable” de los cargos estatales de asesinato y terrorismo.
La audiencia de este lunes marcó la primera oportunidad para el acusado de abordar de manera formal las acusaciones presentadas por la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan.
El hombre de 26 años enfrenta 11 cargos en Nueva York, incluyendo uno de asesinato en primer grado y dos de asesinato en segundo grado, junto con otros cargos de armas y falsificación, de acuerdo con la acusación.
La oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, confirmó que se encuentra coordinando con los funcionarios federales la acusación formal de Mangione por los cargos estatales.
La semana pasada, Mangione renunció formalmente a la extradición y voló desde Pensilvania a Nueva York, donde llegó a Manhattan rodeado de docenas de agentes de la ley armados y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams.
El pasado jueves se hizo pública una denuncia penal federal en la que se le acusa de asesinato a través del uso de un arma de fuego, dos cargos de acoso y un delito con armas de fuego.
Mangione, podría enfrentarse a la pena capital si se le encuentra culpable del cargo federal de asesinato, a la vez que los cargos estatales conllevan una pena máxima de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Asimismo, los fiscales no han anunciado si pedirán la pena de muerte, y la decisión en última instancia tendría que ser aprobada por el Fiscal General de Estados Unidos.
El acusado también enfrenta cargos en Pensilvania por su vinculación con el arma de fuego impresa en 3D y la identificación falsa que presuntamente tenía en su posesión cuando fue capturado en un McDonald’s de Altoona. Actualmente, los juicios estatales y federales “funcionarán en paralelo”, de acuerdo con la Fiscalía del Distrito de Manhattan, y el juicio estatal se hará previo a su juicio federal, dijeron los fiscales.
Según fuentes policiales, la presión para que se presenten cargos federales deriva de la oficina del fiscal de Estados Unidos.
Como el FBI ya estaba implicado en las pesquisas ayudando al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) con pista de fuera de la ciudad, se solicitó a los agentes que redactaran una denuncia federal basándose en las evidencias recabadas por los detectives de la policía de Nueva York que trabajaban en los cargos estatales y la policía de Pensilvania que detuvo a Mangione.
Los fiscales federales afirman que tienen jurisdicción en el caso debido a los “viajes interestatales” del sospechoso (al tomar un autobús desde Atlanta a Nueva York antes del asesinato), así como el “uso de instalaciones interestatales” al aparentemente utilizar un teléfono móvil e Internet, “para planificar y llevar a cabo el acecho, disparos y asesinato” de Thompson.
Fiscales federales construyeron el caso a partir del cuaderno de Mangione
El acusado fue arrestado el 9 de diciembre en un restaurante de comida rápida en Pensilvania, evadiendo su captura por al menos cinco días luego de que Thompson fuese asesinado en Midtown Manhattan, mientras estaba de camino hacia el hotel donde se iba a celebrar la conferencia anual de inversores de la empresa.
NYPD halló “una pistola negra impresa en 3D” con un cargador Glock cargado y un “silenciador negro”, impreso en 3D, en su mochila, de acuerdo con la denuncia penal.
Jessica Tisch, comisaria de la policía de Nueva York, indicó a la prensa que a Mangione se le descubrió una pistola y un silenciador “ambos compatibles con el arma utilizada en el asesinato”, aludiendo a un dispositivo diseñado para amortiguar el sonido del arma de fuego.
En este sentido, el arma decomisada al momento de la detención de sospechoso coinciden con tres casquillos hallados en el lugar de los hechos y grabados con las palabras “negar”, “defender” y “deponer”, palabras parecidas a las que se usan para crítica las prácticas de las aseguradoras, indicaron los altos funcionarios de NYPD.
Las huellas de Mangione también coinciden con la de los artículos que adquirió poco antes del asesinato y que se encontró antes del crimen, añadió el comisionado de la policía.
Se le encontraron identificaciones falsas y un “manifiesto” de tres páginas , que no apuntaba a amenazas específicas, sino la “mala voluntad hacia las corporaciones estadounidenses” dijo el detective jefe del NYPD.
Los investigadores creen que el hombre, un exestudiante destacado de la escuela secundaria y graduado de la Ivy League nacido en una familia con dinero, parecía estar impulsado por la ira contra la industria de seguros de salud y la “avaricia corporativa”, dice un informe de inteligencia del NYPD obtenido por el medio CNN.
En el documento de inteligencia se aseguró que Mangione “parecía ver el asesinato selectivo del representante de más alto rango de la compañía como un derribo simbólico”.
La muerte de Thompson desató lo que algunos describen como la ira acumulada y la frustración de los ciudadanos estadounidenses hacia la industria de seguros de salud de la nación.
Los escritos hallados en el mencionado cuaderno ayudaron a los detectives a construir el caso federal en contra de Mangione, un asesinato bien planeado que conllevó acechar los movimientos de su víctima.
En una entrada con fecha del 15 de agosto se lee lo siguiente: “finalmente se están uniendo los detalles”, de acuerdo con la denuncia federal dada a conocer el jueves. “Me alegro, en cierto modo, de haber postergado el asunto”, presuntamente escribió, diciendo que eso le dio tiempo para aprender más sobre la compañía a la que apuntaba, cuyo nombre fue censurado por los fiscales.
“’El objetivo es el seguro’ porque ‘cumple todos los requisitos’”, decía el cuaderno, según la denuncia, que decía que el diario también “contenía varias páginas escritas a mano que expresaban hostilidad hacia la industria de seguros de salud y los ejecutivos ricos en particular”.
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