Vivió 120 días bajo el mar y batió un récord Guinness: ¿Cómo lo logró?
Rudiger Koch, ingeniero espacial de 60 años, batió el récord del profesor estadounidense Joseph Dituri, que estuvo 100 días en las profundidades del mar
![Durante su larga estadía bajo el agua, el científico trató de establecer un hábitat humano y cómodo, cortando parcialmente la conexión con el mundo exterior.](https://eldiariony.com/wp-content/uploads/sites/2/2025/02/submarino-rudiger-koch-mar-caribe_shutterstock_2498737695.jpg?resize=480,270&quality=80)
Durante su larga estadía bajo el agua, el científico trató de establecer un hábitat humano y cómodo, cortando parcialmente la conexión con el mundo exterior. Crédito: MaksimZ12 | Shutterstock
Dentro de una cápsula submarina y estableciendo un hábitat favorable como ser humano, un ingeniero aeroespacial de origen alemán consiguió vivir 120 días en las profundidades del mar de Panamá. Rudiger Koch, de 60 años, superó el récord Guinness de 100 días, establecido en 2023 por el profesor estadounidense Joseph Dituri.
Desde el primer día, la aventura de Koch fue monitoreada las 24 horas del día, analizando los efectos físicos y psicológicos de una estadía prolongada sin contacto con la luz solar.
Su salud mental fue una prioridad durante la “misión”, ya que la presión del entorno y la falta de interacción con el exterior representaban un desafío considerable. Sin embargo, este se las arregló para que cada día fuese lo más llevadero posible.
Cuando finalmente emergió de la cápsula, el científico alemán celebró su hazaña con un brindis de champán y un chapuzón en las cálidas aguas del Mar Caribe.
“Ha sido una experiencia increíble. Ahora que ha terminado, siento una especie de nostalgia. Me acostumbré a la calma del océano, a la belleza de la bioluminiscencia en la oscuridad”, comentó en una entrevista concedida a la BBC.
Las 4 técnicas de Rudiger Koch para vivir 120 días bajo el agua
- Un hogar con todas las comodidades posibles
A pesar de estar a 11 metros de profundidad, una ubicación que no significaba peligro alguno para el submarino, Koch no renunció a las comodidades de la vida moderna.
Su cápsula estaba equipada con cama, baño, televisión y hasta conexión a Internet. Asimismo, tenía una bicicleta estática para drenar y mantenerse en forma, diariamente.
- Nunca se “desconectó” del mundo exterior
La estructura submarina estaba enlazada a una cámara superior sobre el nivel del mar a través de un tubo vertical. En este espacio se encontraban los miembros del equipo de apoyo, quienes se encargaban de suministrar provisiones y permitir visitas ocasionales de periodistas o expertos.
Cualquier cosa que necesitase, Koch tenía la posibilidad de obtenerlo. Sin embargo, a pesar de estas conexiones, su interacción con el mundo exterior era limitada, reforzando la experiencia de aislamiento.
- Monitoreo constante
Cuatro cámaras estuvieron instaladas en la cápsula y registraban cada momento de su día, permitiendo a los operadores de la superficie verificar el estado físico y mental del ingeniero alemán. Gracias a esto, Koch podía recibir asistencia inmediata, garantizando su seguridad.
- Aplicó el ‘seasteading’
El ‘seasteading‘ es un concepto futurista y básicamente consistía en crear hábitats autónomos en el mar, basándose en la autosuficiencia y la libertad de la regulación estatal.
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