Latinas trans denuncian que administración Trump “envalentona” más ataques y discriminación en NYC
Inmigrantes de la comunidad transgénero describen un ambiente 'trumpista' que amenaza con retroceder avances en derechos humanos
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Jennifer Orellana, mujer trans de 53años, denuncia ataques contra su comunidad en administración Trump Crédito: Edwin Martínez | Impremedia
–“Vas a ver lo que te puede pasar cuando te vea afuera, pato, maric..”…
Esa fue la amenaza que el martes 4 de febrero, pasadas las 3:00 de la tarde, dejó fría a Jenifer Orellana, una mujer trans, de 53 años, quien vive en Bay Ridge, Brooklyn. Uno de los vecinos del edificio, en el que la puertorriqueña reside desde el 2014, en compañía de su esposa, golpeó a la puerta de su vivienda para reclamarle por fumar de manera descontrolada, lo que según afirmaron, estaría afectando su salud. La inquilina no fuma ni un cigarro.
Presa del temor, la mujer trans asegura que llamó a la policía. Sin embargo, afirma que los agentes, no solo llegaron después de cuatro horas de haber hecho su primera llamada de auxilio, sino que además no recibió ningún tipo de respaldo y protección. Según su testimonio, cuando los oficiales del NYPD se presentaron al edificio, tomaron su denuncia como un asunto civil, que no valía la pena investigar. Ella responsabiliza al nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Jeniffer Orellana siente que el tratamiento de la policía y los ataques de sus vecinos, son solo una clara muestra de lo que personas trans están enfrentando en la Gran Manzana desde que Donald Trump asumió la Presidencia. La boricua agrega que ese tipo de situaciones además será lo que tendrán que enfrentar durante los próximos cuatro años, a menos que se ponga freno a los atropellos y delitos de odio contra su comunidad, que anticipa, irán en ascenso.
“Desde que Trump cogió el mandato, con su opresión hacia nosotros, está dando luz verde a otras personas para que nos puedan discriminar”, dijo la residente de Brooklyn. “Esa manera de agredirme, de mi vecina, que usó insultos ofensivos para referirse a mí, nunca lo había hecho antes. Pienso que ella, su esposo y otras personas de nuestros entornos, van a sentir que tienen luz verde para atacarnos. Si lo hace un presidente y un gobierno, los particulares sienten que ellos también tienen ese derecho”.
La puertorriqueña, quien asegura que en 2021 había sufrido ofensas, menos serias que las de ahora, por parte de sus vecinos, manifestó que “se nota la diferencia” con el nuevo panorama político influenciando a todos los estadounidenses. En aquel entonces, logró “respeto”, gracias a acciones de una corte, pero con la nueva administración, insiste que volvieron a atacarla, pero con mayor artillería.
“En el 2018, desde que mis vecinos supieron que yo soy una mujer de experiencia trans, comenzaron los problemas. Pero desde el 2021 habían parado, y ahora con el nuevo gobierno, es evidente que se sienten en libertad de poderme atacar. Y no solo ellos, sino que la policía, se pone del mismo lado, y no hace valer nuestros derechos ni nos protege”, comenta la latina, al tiempo que critica el proceder del NYPD.
“Lo peor fue ver que, incluso diciéndole a la policía todo lo que me dijo la vecina para atacarme, la manera transfóbica de amenazarme, diciéndoles que el señor me dijo que iba a ver qué me iba a pasar, la policía no quiso intervenir. Ellos me dijeron que entendían que no había ningún tipo de delito, ni de odio ni nada, y que yo podía ir a una corte civil. Osea que está bien que toquen a mi puerta, me ofendan, me amenacen y se vayan. Estamos desprotegidos. Es luz verde a los ataques“.
Jennifer Orellana, quien además de ser enfermera se dedica al trabajo sexual, hizo un llamado a las autoridades municipales y estatales para que tomen cartas en el asunto y garanticen que los neoyorquinos transgénero estén protegidos. La mujer trans pidió “cero tolerancia” a cualquier ataque de odio y que se responsabilice a la policía y a las autoridades cuando no ofrezcan apoyo.
“A mí me preocupa que me pase algo, y ahora más que nunca, porque la actitud de los policías y de mis vecinos me muestra que con este gobierno volvimos a retroceder. Le da a los otros el poder, no solo de atacarnos verbalmente sino incluso físicamente”, dijo la boricua.
“Es muy triste ver que después de haber adelantado tantos pasos, tengamos que volver a retroceder, siendo otra vez oprimidas y pisadas. Por eso tenemos que luchar con furia, uñas y dientes, para defender los derechos que hemos conquistado. De eso depende nuestro bienestar. Y el gobierno estatal y el muncipal deben oír nuestras historia y ver nuestras necesidades para que nos defiendan y nos protejan, no unirse a las autoridades federales. No nos sentimos protegidas”.
Giselle Rodríguez, originaria de Guatemala, comparte el mismo sentir. La mujer trans, de 32 años, asegura que si los miles de inmigrantes indocumentados que viven en Nueva York están “aterrorizados” con los planes del gobierno Trump en asuntos de deportación e inmigración, los neoyorquinos transgénero se sienten “condenados” a malos tratos, discriminación y vulneración de sus derechos.
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La centroamericana recalca que lo que ha venido de Washington para su comunidad en menos de un mes desde que Trump regresó al poder, pretende no solo minimizarlas sino “aniquilarlas”.
Medidas como ordenar que en documentos solo se consideren como géneros, el masculino y el femenino, que se prohíba que deportistas transgénero participen en competencias, que se acabe con unidades de inclusión en agencias, que se intente aumentar la edad para que personas trans puedan acceder a cirugías de afirmación de género y “que se use un lenguage ofensivo”, deja ver que el camino será de muchas espinas.
“Las mujeres y hombres trans ante los ojos de Trump somos casi basura. Nos pinta como si fuéramos monstruos. No solamente se trata de querer frenar las cirugías de afirmación de género, querer borrarnos del mapa diciendo que solo hay hombres y mujeres, prohibir que se toquen temas trans en escuelas sino que además está firmando condenas en las que da el derecho a los demás a tratarnos como quieran sin que haya consecuencias. Eso es muy grave”, dijo la joven, quien trabaja cuidando a una adulta mayor en Queens.
“Necesitamos ayuda. Necesitamos educar más a los neoyorquinos sobre lo que somos y lo que no somos y apoyar a las chicas y chicos trans con programas para que sepan que tenemos derechos y que tenemos que denunciar cualquier agresión o intento de agresión. Nos van a querer atacar más“, agrega la guatemalteca.
Bianey García, organizadora comunitaria de Justicia TGNC (Personas transgénero y de género no conforme), de Make the Road NY, afirma que el temor y la ansiedad entre neoyorquinos trans se ha apoderado de su comunidad desde que Trump tomó las riendas del país y pidió a las más de 50,000 personas trans, que se estima hay en Nueva York que luchen con más fuerza.
“Estos cuatro años van a ser muy difíciles para toda la comunidad trans, inmigrante y de color. La comunidad está con mucho miedo, hay mucha ansiedad, pero al mismo tiempo, eso nos motiva más a seguir con esta lucha que por muchos años hemos liderado”, comentó la líder trans.
“Trump crea miedo pero también resiliencia fuerte entre nosotras. Hay que seguir porque si no nos defendemos como comunidad, mostramos que no estamos aquí y sí estamos, somos vecinos, somos familia, somos tías, somos hermanas, y por más que un presidente quiera decir que no estamos aquí, que no existimos, pues aquí estamos y no nos vamos”, agregó.
García, quien se ha convertido en una de las activistas más fuertes en la lucha de la comunidad transgénero en Nueva York, también pidió a los gobiernos estatal y municipal que promulguen medidas y programas que les ofrezcan protección en los tiempos difíciles que se avecinan.
“El mensaje de Trump lo único que crea es más división y odio hacia las comunidades más vulnerables. Por eso tanto el Alcalde como la Ciudad y los políticos del Estado deberían crear programas que sean defensivos hacia nuestras comunidades”, dijo la mexicana, al tiempo que advirtió la urgencia de que se siga hablando de la comunidad trans.
“Hablar sirve para parar ese tipo de violencia contra nosotras, porque cuando un político habla explícitamente sobre querer eliminar a una población, eso crea violencia, transfobia y ataques hacia nuestra comunidad, tanto físicamente, como en redes sociales y ataques a los servicios que recibimos, y debemos hablar con más fuerza”, comentó García.
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“También deberían implementar y crear leyes progresistas hacia nuestras comunidades”, dijo la organizadora trans. “Que se hable más de esto, de temas que son vitales para nuestra comunidad y especialmente que los políticos elegidos se pongan el sombrero para protegernos, porque para eso fueron elegidos, para proteger a nuestra gente, luchando para que no sigan eliminando programas vitales sino contar con más leyes que nos protejan”.
Protecciones pese a todo
A pesar de los temores y las denuncias de miembros de la comunidad trans en los cinco condados, las autoridades neoyorquinas han recalcado que las medidas provenientes de Washington no tendrán eco en la Gran Manzana.
Sin embargo, la principal preocupación de organizaciones defensoras de inmigrantes y comunidades vulnerables es que sienten que las movidas de líderes como el alcalde, Eric Adams en su compadrazgo con Trump, parecen estar cada vez más alineados con políticas de la administración federal. La administración local lo niega.
“Seguimos firmes en nuestro compromiso de fomentar un entorno seguro, inclusivo y afirmativo donde todas las personas puedan prosperar. Aquí en la Ciudad de Nueva York, nuestras políticas no han cambiado en nuestras escuelas ni en nuestros hospitales y seguiremos brindando atención a todos, independientemente de la raza, el género, la religión o la orientación sexual”, comentó Kayla Mamelak, de la administración Adams, quien agregó que la Ciudad apoya y defiende a las personas transgénero y lo seguirá haciendo.
Desde el Concejo Municipal también se hacen sentir las voces de apoyo y respaldo a la comunidad trans de la ciudad, no solo en cuanto a procedimientos clínicos y acceso a la salud, sino en el respeto de sus derechos humanos.
“Las decisiones individuales sobre la atención médica deben ser tomadas por los pacientes, las familias y los médicos, no por los políticos. Todos los neoyorquinos merecen tener acceso a la atención médica que necesitan, libre de discriminación o interferencia política, y nuestros hospitales deben cumplir con las leyes antidiscriminación de Nueva York”, dijo una vocera del Concejo Municipal.
“El Concejo sigue comprometido con la protección de los derechos de todos los neoyorquinos y la presidente Adrienne Adams apoya el trabajo de la Fiscal General James para exigir a las instituciones locales y a la Administración Trump que rindan cuentas ante la ley”, agregó la funcionaria.
Romy Cabral, vocera de la Gobernación, mostró que la Gobernadora Hochul está a tono con otras autoridades neoyorquinas de gobierno, y dijo que desde Albany seguirán defendiendo y protegiendo a personas transgénero.
“La misión del Estado de Nueva York sigue siendo la misma. La gobernadora Hochul seguirá trabajando con el Departamento de Salud del Estado de Nueva York para promover la salud y el bienestar de todos los neoyorquinos, incluida la comunidad transgénero”, comentó la vocera de la administración estatal.
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La propia gobernadora Hochul, quien se unió a la oficina de la Fiscal General, Letitia James, para detener la orden ejecutiva de Trump que iba a congelar servicios vitales, con lo que se logró defender a la comunidad, manifestó que desde Albany defenderán a los neoyorquinos trans.
“Nos preocupan muchas cosas, pero diré esto: estamos orgullosos de que el estado de Nueva York sea la cuna del movimiento LGBTQ+. Estamos muy orgullosos de eso. Y nunca eludiremos nuestra responsabilidad de proteger a las personas y sus derechos”, dijo la mandataria estatal. “Estaremos siempre alerta”.
El Departamento de Salud de la Ciudad recuerda también que “las personas transgénero, no conformes con su género y no binarias, quienes pueden tener “necesidades de salud únicas”, pueden contar con que recibirán “una atención que sea afirmativa, respetuosa y considerada con sus preocupaciones y objetivos de salud”.
Asimismo, la Oficina de Derechos Humanos de la Ciudad advierte que “en la ciudad de Nueva York es ilegal discriminar por la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona en lugares públicos, incluidos los entornos de atención médica”. Esa oficina pide denunciar cualquier incidente o ataque.
Datos
- 50,000 personas trans se estima viven en Nueva York
- Si una persona transgénero es víctima de discriminación o ataques de odio puede llamar y denunciar el hecho al (212) 416-0197
- Si un propietario le dice a un inquilino que su pareja del mismo sexo no puede agregarse al contrato de alquiler, pero permite que se agreguen las parejas del sexo opuesto de otros inquilinos al suyo, debe reportarlo.
- Si en la escuela, insultan a un estudiante con nombres homofóbicos, pero la dirección de la escuela se niega a tomar medidas hay que reportarlo
- Si un administrador de un restaurante les dice a dos clientes del mismo sexo que se muestran afecto que dejen de hacerlo o se vayan, pero no trata de la misma manera a las parejas del sexo opuesto que se muestran afecto, es discriminación.
- Si un supervisor usa el género incorrecto para referirse a un hombre transgénero y lo llama repetidamente “ella” o “Señora” en el trabajo cuando ha dejado en claro que sus pronombres y título son “él” y “Señor”, va contra la ley
- Si a una mujer transgénero se le prohíbe usar el baño de mujeres en un restaurante por temor a que otros clientes se sientan incómodos, es discriminación
- Si un gerente se entera de que una de sus empleadas es intersexual y comienza a hacer comentarios despectivos sobre que ella no es una “mujer real”, hay que reportarlo
- En este link puede obtener más información sobre sus derechos
- Si es víctima de ataques de odio y agresión o amenazas puede llamar al 911