Nathy Peluso hace vibrar el Brooklyn Paramount con un gran show
Salsa, rap, soul, bachata... la cantante argentina demostró en Nueva York su capacidad para combinar géneros musicales

El show de Nathy Peluso en Brooklyn rebosó energía. Crédito: IndividuaPH | Cortesía
BROOKLYN, NY – La noche del sábado en el Brooklyn Paramount, Nathy Peluso subió al escenario con la fuerza de un huracán y un setlist de más de 25 canciones que resumió su esencia como artista. Este concierto marcó un hito en su carrera, ya que fue su primer show como cabeza de cartel en Nueva York y parte de su primera gira como headliner en Estados Unidos, con la que presenta su álbum “Grasa”.
Con su característico estilo camaleónico, la argentina entregó una presentación que fue un viaje entre el rap, el R&B, la bachata, la salsa y el soul, demostrando que las etiquetas le quedan cortas. Frente a un teatro repleto con unas 2,500 personas, Peluso dejó en claro por qué es una de las artistas más versátiles y poderosas de la escena actual.
Su show en el Brooklyn Paramount fue un testimonio de su versatilidad, su talento y su capacidad para hacer de cada presentación una experiencia única. Entre el fuego de la salsa, la sensualidad de la bachata y la crudeza del rap, logró que cada espectador se sintiera parte de su universo.

El show comenzó con “Corleone”, el tema que abre su último disco “Grasa”. Desde el primer momento, Peluso dominó el escenario con una presencia magnética. Canciones como “Aprender a Amar” y “Business Woman” consolidaron el arranque con una mezcla de lirismo poderoso y envolventes ritmos urbanos, que pusieron a la audiencia en movimiento desde temprano.
Peluso, conocida por su energía desbordante, no se limitó a cantar; interpretó cada tema como si fuera un acto de teatro, moviéndose con precisión y fuerza. Uno de los momentos más impactantes de la noche llegó con “Mafiosa”, cuando Nathy se entregó por completo a la salsa, moviéndose con la cadencia y el dominio de una veterana del género. La combinación de su voz potente con una banda en vivo impecable convirtió la interpretación en un estallido de ritmo y emoción.
Otro momento clave fue “Erotika”, una salsa recién estrenada un día antes del show, que fue recibida con una ovación por parte del público. Con este tema, Peluso reafirmó su talento para revivir y renovar los sonidos latinos.

Uno de los instantes más emotivos de la noche fue “Buenos Aires”, en el que Nathy dejó la teatralidad de lado para entregarse por completo a la nostalgia y la melancolía. Con una interpretación conmovedora, logró que el teatro entero guardara silencio, sintiendo cada palabra como si fuera propia.
“Estoy soñando despierta”
Entre canción y canción, Peluso también se tomó momentos para compartir palabras de aliento con su público. “Aunque a veces se sea un poco oscuro el asunto, siempre hay una lucecita, nunca se den por vencido, mi gente”, dijo con emoción, generando una gran ovación entre los asistentes.
También expresó su gratitud y felicidad por el momento que estaba viviendo: “Estoy soñando despierta. Cada momento de mi vida soy feliz, miro a cualquier parte y veo bendiciones”.

Pero el show también tuvo momentos de pura energía desbordante. “Salvaje” y la canción que originalmente compuso con Bizarrap encendieron a la multitud, que se volvió completamente loca con la intensidad de los ritmos y la fuerza de la interpretación de Peluso. La combinación de beats explosivos y su entrega en el escenario convirtieron estas piezas en algunos de los momentos más electrizantes de la noche.
Cuando el concierto parecía haber alcanzado su punto máximo, Peluso volvió a demostrar que siempre tiene una sorpresa más bajo la manga. “Corashe”, himno de empoderamiento y rebeldía, fue el clímax perfecto antes de la recta final, donde “Ideas Radicales”, “Salvaje” y “Vivir así es morir de amor”, un cover del cantautor español Camilo Sesto, mantuvieron la adrenalina en lo más alto.
El cierre con “Remedio” fue el broche de oro de una noche mágica. La conexión entre Nathy y su público fue total, y al finalizar, las ovaciones resonaron en todo el teatro. Salió del escenario como llegó: con fuerza, actitud y dejando a NYC con ganas de más.