Científicos advierten sobre “el peligro oculto” de beber constantemente bebidas calientes
Estudios recientes revelan que consumir bebidas a más de 65°C aumenta el riesgo de cáncer esofágico, una enfermedad letal y difícil de detectar

Tomar bebidas calientes de manera frecuente podrían provocarte un daño a tu salud. Crédito: Shutterstock
En regiones de clima frío y en algunos en donde no lo es tanto, comenzar el día con una reconfortante taza de café o té caliente es más que una costumbre: es un ritual arraigado en numerosas culturas alrededor del mundo.
Sin embargo, investigaciones científicas recientes han encendido las alarmas sobre los potenciales riesgos que esta práctica cotidiana podría representar para nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversos grupos de científicos internacionales han estudiado durante años la conexión entre el consumo habitual de bebidas muy calientes y el desarrollo de enfermedades graves, llegando a conclusiones que merecen nuestra atención.
Un enemigo silencioso detrás de las bebidas calientes: el cáncer de esófago
Entre las principales preocupaciones se encuentra el cáncer de esófago, una de las enfermedades oncológicas más letales y con mayor dificultad de detección temprana. Según datos de la Asociación Contra el Cáncer de Barcelona, en 2022 se registraron aproximadamente 511,000 casos a nivel mundial, posicionándolo como el undécimo tipo de cáncer más común.
La gravedad de esta enfermedad radica en su diagnóstico tardío, cuando el tumor ya se encuentra en etapas avanzadas, reduciendo significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso.

Annemijn D.I. Maan, investigadora del prestigioso Erasmus MC Cancer Institute en los Países Bajos, lideró un estudio enfocado en los factores de riesgo del carcinoma de células escamosas esofágicas. Si bien el tabaco y el alcohol continúan siendo los principales desencadenantes, la evidencia creciente apunta a que el consumo frecuente de bebidas muy calientes constituye una variable determinante en el desarrollo de esta enfermedad.
“Nuestros hallazgos sugieren que el daño térmico repetitivo en el tejido esofágico puede desencadenar cambios celulares que, con el tiempo, favorecen la aparición de células cancerígenas”, explica Maan en sus conclusiones.
Otra investigación crucial publicada en 2009 en el International Journal of Cancer analizó la salud de poblaciones iraníes, caracterizadas por su alto consumo de té caliente. Los resultados fueron contundentes: consumir infusiones a temperaturas superiores a 65°C estaba directamente asociado con un incremento significativo en el riesgo de desarrollar carcinoma escamoso del esófago.
Christopher Wild, director de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), organismo dependiente de la OMS, fue categórico al afirmar: “Beber bebidas muy calientes es una causa probable de cáncer de esófago y es la temperatura, más que las bebidas en sí, la que parece ser responsable”.
Esta declaración se sustenta en un estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet Oncology, que evidenció la relación causal entre el consumo de bebidas a temperaturas elevadas y el desarrollo de cáncer esofágico en humanos.
“Estos resultados parecen indicar que tomar bebidas muy calientes probablemente sea una causa de cáncer esofágico y que la temperatura, en vez de las bebidas en sí, parece ser el factor causante”, reiteró Wild, subrayando que el problema no radica en el café o té por sí mismos, sino en la temperatura a la que son consumidos.

Culturas de riesgo: patrones de consumo global de bebidas calientes de manera frecuente
Los especialistas han identificado que ciertas regiones del mundo presentan tasas más elevadas de este tipo de cáncer, coincidiendo con tradiciones culturales que favorecen el consumo de bebidas a temperaturas muy altas.
Países como Irán, Turquía, zonas de China, Rusia y naciones sudamericanas como Argentina y Uruguay, donde el consumo de mate a temperaturas cercanas al punto de ebullición es habitual, registran incidencias significativamente mayores de carcinoma esofágico en comparación con poblaciones donde las bebidas se consumen a temperaturas moderadas.
Recomendaciones prácticas para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de esófago
Frente a esta evidencia, los expertos no sugieren eliminar el consumo de bebidas calientes, reconociendo su valor cultural y los beneficios que pueden aportar tanto el café como el té. En cambio, proponen una medida simple, pero efectiva: esperar unos minutos antes de consumirlas, permitiendo que la temperatura descienda por debajo del umbral crítico de 65°C.
“Un sencillo cambio de hábito puede marcar una diferencia significativa en el riesgo de desarrollar cáncer de esófago a largo plazo”, afirma la Dra. Elena Martínez, oncóloga especializada en patologías digestivas. “Dejar que tu bebida se enfríe unos minutos no solo protege tu esófago, sino que también te permite apreciar mejor los sabores y aromas de tu bebida favorita”.
También, los especialistas recomiendan prestar atención a síntomas como dificultad para tragar (disfagia), dolor persistente en el pecho o la garganta, pérdida de peso inexplicable y tos crónica, que podrían indicar problemas esofágicos y requieren evaluación médica inmediata.
La detección temprana, aunque compleja en este tipo de cáncer, sigue siendo la mejor herramienta para mejorar el pronóstico y las posibilidades de tratamiento exitoso.
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