Por qué no deberías usar el año de nacimiento como clave del cajero automático

Usar el año de nacimiento como PIN bancario expone tus finanzas. Descubre por qué es un error común y cómo proteger tu cuenta

Cajero automatico

Hay que tener cuidado con las claves que elegimos para el cajero automático.  Crédito: Shutterstock

Una visita al cajero automático puede parecer una rutina inofensiva, pero esconde un riesgo que muchos subestiman: el uso de claves débiles y predecibles.

Entre los errores más frecuentes —y peligrosos— está utilizar el año de nacimiento como PIN para retirar dinero. Lo que parece una elección lógica por su fácil recordación puede convertirse en una puerta de entrada para ciberdelincuentes o ladrones oportunistas.

El error de usar datos personales como contraseña

Distintas entidades financieras han advertido sobre los riesgos de usar datos personales como código de seguridad. El motivo es claro: fechas como el año de nacimiento suelen ser lo primero que intenta un delincuente tras hacerse con una tarjeta robada o extraviada.

En la era de las redes sociales y la sobreexposición digital, detalles como la fecha de nacimiento están al alcance de cualquiera. Ya sea en publicaciones, documentos perdidos o conversaciones cotidianas, esta información es fácil de obtener. Así, claves como “1990”, “1975” o “2001” se convierten en combinaciones débiles y predecibles.

Qué tan fácil es vulnerar una clave basada en tu fecha

Un ladrón solo necesita 2 cosas: la tarjeta y un dato básico como tu cumpleaños. Si encuentra o roba también tu documento de identidad, el intento de retirar dinero con el año de nacimiento como PIN se vuelve casi automático. Y si a eso le sumamos claves basadas en nombres, apellidos o fechas familiares, el acceso a tu cuenta bancaria puede concretarse en segundos.

Expertos en seguridad coinciden en que cualquier clave formada por información personal es una mala idea. Incluso alguien cercano, o un desconocido con acceso a tus redes sociales, podría deducir fácilmente ese tipo de combinación.

Es importante no darles facilidades a los ladrones con claves sencillas para los cajeros automáticos. (Foto: Shutterstock)

Claves que debes evitar a toda costa

Las secuencias simples como “1234”, “0000” o “1111” siguen figurando entre las más usadas en cajeros automáticos y dispositivos móviles. Precisamente por esa razón, son también las primeras que prueban los programas maliciosos y las personas que intentan vulnerar cuentas ajenas.

Entre los patrones más inseguros también se encuentran:

* Combinaciones de teclado como “123qwe” o “asdf”.

* Palabras comunes como “amor”, “hola” o “admin”.

* Repeticiones como “1212” o “3434”.

* Secuencias alfabéticas como “abcd”.

Estos patrones aparecen frecuentemente en bases de datos filtradas tras ataques cibernéticos. Hackers y softwares automatizados prueban millones de combinaciones en segundos, y muchas de ellas están basadas precisamente en claves débiles como estas.

Al abrir una cuenta bancaria o adquirir una tarjeta nueva, el sistema asigna por defecto un PIN temporal. Sin embargo, muchos usuarios olvidan o ignoran la importancia de modificar ese código inicial. Esta negligencia convierte tu cuenta en un blanco fácil.

Las contraseñas por defecto suelen ser conocidas por empleados de entidades, figuran en manuales o incluso circulan en foros de seguridad. Dejarlas activas equivale a dejar la puerta abierta con un cartel de bienvenida para cualquier intruso.

Por eso, es vital cambiar el PIN tan pronto como recibes tu tarjeta, y elegir una clave única, segura y alejada de cualquier dato personal.

Por qué no debes usar nombres o palabras comunes

Muchos usuarios piensan que usar palabras sencillas o nombres propios como PIN o contraseña es una solución práctica. Sin embargo, esta práctica es una de las más desaconsejadas por bancos y expertos en ciberseguridad.

Palabras como “auto”, “perro”, “messi”, “luna” o incluso el propio nombre del usuario aparecen en los rankings globales de contraseñas más utilizadas. Esa popularidad hace que sean las primeras opciones que prueban los atacantes.

Además, usar el nombre de un familiar, mascota o pareja no ofrece más seguridad. Esta información puede ser deducida con relativa facilidad a través de redes sociales, fotos, comentarios o simples conversaciones.

Cómo crear una clave segura

La mejor forma de proteger tu cuenta bancaria es optar por combinaciones difíciles de adivinar. Aquí algunas recomendaciones clave:

* Evita usar datos personales. Fechas de nacimiento, aniversarios, nombres o direcciones deben quedar fuera.

* No recurras a secuencias evidentes. Elimina las combinaciones tipo “1234” o “0000”.

* Usa una clave aleatoria. Combina números sin patrón evidente. Idealmente, que no tengan relación con tu vida personal.

* Actualízala regularmente. Cambiar el PIN cada cierto tiempo reduce el riesgo de accesos no autorizados.

* No la compartas. Ni siquiera con personas de confianza. La seguridad de una contraseña está en su confidencialidad.

La elección de un PIN bancario es una decisión más importante de lo que parece. Usar el año de nacimiento o cualquier dato personal compromete directamente tu seguridad financiera. La prevención comienza con una clave robusta, impredecible y ajena a cualquier información que pueda encontrarse fácilmente.

Recuerda, lo fácil de recordar para ti también puede ser fácil de adivinar para otros. Prioriza siempre tu seguridad, incluso en lo más cotidiano.

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