Este equipo italiano asciende cada vez que muere un Papa: ocurre desde 1958

El Avellino ha ascendido de categoría tras la muerte o renuncia de un Papa en al menos seis ocasiones desde 1958... ¿Coincidencia o cábala?

El papa Francisco siempre demostró ser un fanático del fútbol, siendo fiel hincha del club San Lorenzo de Almagro.

El papa Francisco siempre demostró ser un fanático del fútbol, siendo fiel hincha del club San Lorenzo de Almagro. Crédito: Andrew Medichini | AP

Desde hace más de seis décadas, el fútbol italiano ha sido testigo de una de las coincidencias más curiosas del deporte: cada vez que un Papa muere (o renuncia), el Avellino asciende de categoría. Puede parecer una superstición o una broma de vestuario, pero los registros lo confirman: desde 1958, la historia del club verdiblanco está marcada por los cambios en el Vaticano.

Avellino, una ciudad situada en la región de Campania, al sur de Italia, es el hogar de este modesto equipo fundado en 1912. Aunque no cuenta con títulos de primera línea, el club ha dejado su huella con varias temporadas en Serie A y una afición fiel que sueña con volver a la élite.

Actualmente, más que por trofeos, el Avellino es conocido por una extraña coincidencia que lo ha vuelto célebre en el mundo del fútbol.

Todas las veces que Avellino ascendió de categoría tras morir (o renunciar) un Papa

1958: comienza la leyenda con la muerte de Pío XII

El origen de esta historia se remonta a octubre de 1958. Tras la muerte del Papa Pío XII, el Avellino logró una plaza en la Serie C gracias a una reestructuración del campeonato. Fue el inicio de una secuencia que con el paso del tiempo ha sorprendido hasta a los más escépticos.

Cinco años más tarde, en 1963, falleció Juan XXIII y el equipo volvió a ascender a la Serie C, esta vez como campeón de la cuarta división. El patrón comenzaba a dibujarse con más nitidez.

1978: dos Papas, un ascenso histórico

El año más singular para los tifosi del Avellino fue 1978. Ese año, no murió uno, sino dos Papas. Primero Pablo VI, el 6 de agosto, y luego Juan Pablo I, apenas 33 días después de haber asumido el cargo. El equipo, por su parte, vivió el mayor hito de su historia: en junio, de la mano del técnico Paolo Carosi, ascendió por primera y única vez a la Serie A.

Durante la década de los ochenta, el Avellino se mantuvo en la máxima categoría durante diez temporadas consecutivas. Aquella generación dejó una huella imborrable, pero ninguna tan mística como la del 78.

2005 y 2013: más coincidencias con Juan Pablo II y Benedicto XVI

El patrón no se detuvo con el nuevo milenio. En 2005, dos meses después del fallecimiento de Juan Pablo II, el Avellino subió nuevamente a la Serie B.

Y en 2013, aunque no hubo muerte papal, sí se produjo un hecho extraordinario: la renuncia de Benedicto XVI, el primer Papa en dimitir en más de 600 años. Ese año, como si la historia no quisiera romper su racha, el club volvió a ascender.

2025: otro ascenso, otro adiós papal

La más reciente coincidencia ocurrió en abril de 2025. El sábado 19, el Avellino selló su ascenso a la Serie B tras vencer 2-1 al Sorrento. Apenas dos días después, el Papa Francisco falleció. Una vez más el club subió de categoría en medio de un luto en el Vaticano.

Para muchos hinchas, esta serie de eventos ya no es una casualidad, sino parte del ADN del equipo. Aunque la superstición no anota goles ni defiende pelotas, lo cierto es que cada vez que un Papa se despide, el Avellino parece tener reservado un lugar más alto en el fútbol italiano.

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