Retrasos y cancelaciones en el aeropuerto de Newark empeoran con la llegada del verano

Retrasos y cancelaciones siguen en Newark por obras y falta de personal. Se espera que los problemas se agraven en las siguientes semanas

Aeropuerto Newark

Quienes tienen vuelos en el aeropuerto de Newark para los siguientes días, deberán ser muy pacientes. Crédito: Shutterstock

Los retrasos y cancelaciones de vuelos en el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark continúan afectando a miles de pasajeros, justo cuando comienza la temporada alta de viajes de verano.

Las autoridades advierten que los problemas podrían empeorar en las próximas semanas debido a una combinación crítica de obras de infraestructura, escasez de controladores aéreos y recientes fallas en los sistemas de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).

De acuerdo a ABC New York, este viernes, el panorama no fue alentador: hasta primeras horas de la tarde, 19 vuelos habían sido cancelados y otros 297 presentaban demoras significativas. Los inconvenientes se suman al caos vivido el jueves, cuando casi el 20% de los vuelos de salida fueron cancelados y más del 40% sufrieron retrasos, según datos oficiales del aeropuerto.

Obras en la pista: un cuello de botella millonario

Uno de los principales factores detrás de esta crisis es la rehabilitación de una de las pistas principales del aeropuerto, que permanecerá completamente cerrada hasta mediados de junio. Según indica Telemundo, la obra forma parte de un proyecto de modernización valorado en $121 millones de dólares. En ciertos momentos del día, Newark ha operado con una sola pista habilitada para despegues y aterrizajes, lo que provoca congestiones inevitables.

Aunque el aeropuerto cuenta con una tercera pista, las condiciones del viento impiden su uso seguro en determinadas situaciones, lo que limita aún más la capacidad operativa. Esto fue exactamente lo que ocurrió el jueves, agravando aún más la situación.

Falla en sistemas y crisis de personal en la FAA

Pero el problema no se limita a la infraestructura. La FAA también ha enfrentado serios contratiempos técnicos, como el ocurrido el lunes pasado, cuando una falla de equipos en el centro de operaciones de espacio aéreo de Filadelfia provocó una paralización temporal de vuelos en la región. Aunque la falla no se originó en Newark, contribuyó a agravar los retrasos ya causados por la reducción de pistas y la falta de personal.

Según fuentes internas, la situación de los controladores aéreos es particularmente delicada. Hasta hace poco, los controladores que gestionaban el tráfico de Newark operaban desde Long Island. Sin embargo, tras una decisión de la FAA, muchos fueron transferidos forzosamente a Filadelfia. Como respuesta, una parte significativa del personal solicitó licencias médicas, lo que desencadenó un déficit crítico de operadores disponibles.

Con menos controladores en sus estaciones, la FAA se ve obligada a reducir drásticamente el número de vuelos autorizados por hora, muy por debajo de los que las aerolíneas tienen programados para esta temporada.

El impacto para los pasajeros ha sido severo. El jueves, por ejemplo, la media de espera para vuelos que llegaban a Newark superó los 381 minutos, es decir, más de 5 horas de retraso. Estas demoras generan un efecto en cadena que afecta a otros aeropuertos y compromete conexiones nacionales e internacionales.

Algunos viajeros han reportado tener que dormir en el aeropuerto por la falta de alternativas inmediatas, mientras que otros han tenido que reprogramar vuelos con días de diferencia debido a la saturación de la demanda.

Son varios los factores que hacen que las operaciones del aeropuerto de Newark no sean las óptimas. (Foto: Julio Cortez/AP)

Medidas de contingencia y previsiones para el verano

Frente a este panorama, el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) anunció esta semana una serie de medidas para ampliar la formación de nuevos controladores aéreos, así como incentivos salariales y bonificaciones para retrasar la jubilación de los actuales operadores, indicó CBS.

Sin embargo, los expertos advierten que estas soluciones no tendrán un efecto inmediato y que los problemas podrían extenderse durante todo el verano. La época estival, especialmente entre junio y agosto, representa uno de los períodos de mayor movimiento aéreo en todo el país.

Mientras tanto, las autoridades del aeropuerto de Newark emitieron una advertencia oficial a los pasajeros, instándolos a verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto, y considerar reprogramar sus viajes si es posible.

Para minimizar el impacto, expertos en aviación recomiendan a los viajeros:

1) Revisar constantemente las actualizaciones de sus vuelos a través de las aplicaciones oficiales de aerolíneas y del aeropuerto.

2) Evitar conexiones cortas o vuelos con múltiples escalas.

3) Llegar con mayor anticipación al aeropuerto si se vuela desde o hacia Newark.

4) Considerar aeropuertos alternativos en la región triestatal, como JFK o LaGuardia, siempre que sea posible.

El caos en Newark no es un hecho aislado, pero su magnitud lo convierte en uno de los puntos más críticos del sistema aeroportuario del país en este momento. Con obras en marcha, falta de personal y una creciente demanda estacional, todo indica que los viajeros tendrán que armarse de paciencia durante los próximos meses.

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