Aprende a desarrollar la inteligencia emocional en los niños, los expertos te dicen cómo

Descubre lo que aconsejan los expertos para desarrollar la inteligencia emocional de los niños

Inteligencia emocional en niños.

Inteligencia emocional en niños. Crédito: Freepik

Hoy en día, muchos padres hacen de todo para que sus hijos destaquen: clases extra, idiomas, tecnología educativa… Pero en medio de tantas metas académicas, a veces se olvida algo esencial: enseñarles a manejar lo que sienten. ¿Cómo ayudarlos a desarrollar inteligencia emocional desde pequeños? Según expertos de la Universidad de Harvard, la clave puede estar en algo tan simple como pedirles que colaboren en casa.

Sí, como lo lees. Involucrar a los niños en las tareas del hogar desde temprana edad no solo les enseña a colaborar, también fortalece habilidades clave como la empatía, el autocontrol, la autoestima y la responsabilidad. Todo eso forma parte de lo que conocemos como inteligencia emocional: la capacidad de entender y manejar lo que sentimos, y conectar mejor con los demás.

Desde Harvard lo tienen claro: actividades tan simples como poner la mesa, cuidar a las mascotas o doblar su ropa pueden tener un impacto muy positivo en el desarrollo emocional y académico de los niños.

Y no son los únicos que lo dicen. Un artículo de UNAM Global también destaca que fomentar el autoconocimiento, la empatía y la proactividad desde casa ayuda a formar personas emocionalmente sanas y seguras de sí mismas.

¿Qué beneficios trae que los niños ayuden en casa? Aquí te lo contamos:

Responsabilidad y compromiso. Aprenden que sus acciones importan y que formar parte del hogar es una forma de contribuir a la familia.

Autoestima. Completar tareas les da una sensación de logro. Se sienten útiles y capaces.

Habilidades organizativas. Aprenden a planear, a seguir instrucciones y a administrar su tiempo, algo que les servirá toda la vida.

Empatía y el trabajo en equipo. Colaborar en casa les permite ponerse en el lugar del otro y entender lo que implica mantener un espacio limpio y funcional.

Rutinas y hábitos saludables. Tener horarios y tareas ayuda a estructurar su día, lo que les da estabilidad emocional.

Preparación para la vida adulta. Saber cocinar, limpiar o comprar despensa no solo es útil: les enseña a ser independientes y autosuficientes.

    Además de asignarles tareas, es clave enseñarles a hablar de sus emociones. María Santos Becerril, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, sugiere no invalidar lo que sienten. Escuchar, preguntar cómo se sienten, compartir nuestras propias emociones y reforzar su autoestima también ayuda a que crezcan emocionalmente fuertes.

    Recomendaciones para padres

    • Permitir a los pequeños sentir sus emociones. No decirles que no lloren o que no estén tristes. Por el contrario, ayudarlos a que encuentren la causa de por qué se sienten así.
    • Conocer la intensidad de la emoción: saber qué tan enojado o triste está el hijo.
    • Ayudarle a entender sus emociones y generar empatía. Por ejemplo, si se siente triste, manifestarle que uno como adulto también lo vivió por una u otra razón.
    • Reforzar su autoestima.
    • Permitirle que tome decisiones y asuma comportamientos responsables.

      Ventajas a futuro

      • Trabajar en equipo: si entiende las capacidades y emociones de los demás, sabra sacar lo mejor de sí mismo y de cada uno de sus compañeros en beneficio de la labor en conjunto.
      • Manejo de la frustración.
      • Ser más tolerante.
      • Involucrarse en proyectos a mediano y largo plazo (en lo laboral).
      • Tener mejores relaciones a nivel profesional y personal (establecerse en un trabajo, tener relaciones largas).
      • Emplear estrategias asertivas (si hay problemas, se busca la solución antes de entrar en nerviosismo).

      ¡No lo olvides!

      Ayudar en casa no solo es una forma de enseñarles responsabilidad, también es una oportunidad para que conecten consigo mismos y con los demás. Si quieres que tu hijo sea feliz, empático y seguro de sí mismo, empieza por darle una escoba, una tarea… y mucho amor.

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