Posible cadena perpetua para el acusado de asesinar a congresista de Minnesota

Vance Luther Boelter, el hombre acusado de asesinar a tiros a la congresista estatal Melissa Hortman y a su esposo en Minnesota, fue imputado este lunes por seis cargos federales que incluyen asesinato, acoso y delitos con armas de fuego, varios de los cuales podrían acarrear la cadena perpetua.

El fiscal federal interino del estado, Joe Thompson, confirmó que la investigación sigue en curso, pero señaló que los delitos imputados reflejan la gravedad de lo que calificó como un “ataque político premeditado”.

Aunque no aclaró si solicitará la pena de muerte, enfatizó que se trató de un crimen motivado por la ideología.

Según Thompson, Boelter, un empresario de seguridad y predicador de 57 años, elaboró una lista de vigilancia con más de 45 funcionarios electos. En su vehículo, las autoridades hallaron cuadernos con registros de seguimiento, direcciones y notas sobre los movimientos de sus posibles objetivos.

“Este hombre espió a legisladores durante días. Sabía dónde vivían y cuándo estaban en casa”, explicó el fiscal.

La investigación también reveló que Boelter visitó los domicilios de al menos dos legisladores más que no se encontraban presentes en el momento del ataque. Para Thompson, estos elementos confirman que “no fue un crimen de oportunidad, sino una acción planificada con motivación política”.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado. Boelter se hizo pasar por un agente de policía para ingresar a la casa del senador estatal demócrata John Hoffman, donde disparó contra él y su esposa. Luego se trasladó al domicilio de Melissa Hortman, expresidenta de la Cámara de Representantes estatal, y asesinó tanto a ella como a su esposo.

Tras el doble homicidio, Boelter intercambió disparos con agentes y huyó en un vehículo que había adquirido en efectivo días antes. Lo abandonó a pocos kilómetros de su casa en Green Isle, donde finalmente fue capturado la madrugada del lunes, tras una operación de búsqueda de 48 horas.

Entre las pruebas, la Fiscalía presentó mensajes que el acusado envió a su esposa luego del crimen. En uno de ellos escribió, según documentos judiciales: “Papá se fue a la guerra anoche. No quiero decir más porque no quiero implicar a nadie”.

El gobernador Tim Walz también calificó el crimen como un asesinato político, una etiqueta que el fiscal Thompson retomó para advertir sobre el auge del extremismo en Estados Unidos. “Este es uno de los casos más graves de violencia ideológica en nuestra historia reciente”, afirmó.

Con información de EFE.

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