Mexicano pierde un brazo al intentar huir de una redada de ICE en California
Jesús González huyó de ICE y fue arrollado por un tren. Perdió una extremidad y denuncia que los agentes lo abandonaron. Pide ayuda y justicia

El hombre asegura que los agentes de ICE lo dejaron a su suerte tras sufrir el grave accidente. Crédito: Jae C. Hong | AP
Jesús González, un inmigrante mexicano de 33 años, vivió una pesadilla el pasado miércoles 11 de junio al intentar evitar un retén migratorio.
Mientras huía de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), fue arrollado por un tren y perdió un brazo. Lo más grave, asegura, es que los oficiales que lo perseguían lo dejaron herido en las vías, creyendo que había muerto.
El accidente ocurrió en La Mirada, al sur de California. Jesús regresaba a casa tras cumplir su jornada como soldador, cuando recibió una llamada que lo alertaba sobre la presencia de ICE en su vecindario. Para evitar el encuentro con las autoridades, decidió bajarse antes del autobús y buscar una ruta alternativa.
“Me quedé en mi trabajo 2 horas y agarré el bus para mi casa. Ya cuando me avisaron que estaba migración en la entrada de la calle, me bajé más atrás para que no me vieran”, relató en un video grabado desde la cama del hospital y difundido en las redes sociales del programa de televisión “Primer Impacto”.
Una huida desesperada de ICE que terminó en tragedia
Jesús contó que al caminar por la zona se topó con 3 patrullas de ICE estacionadas en un 7-Eleven. Al verlas, intentó alejarse, pero los oficiales activaron la torreta y comenzaron a seguirlo.
“Me corretearon. Llegué a las vías del tren y el tren me pegó. Desgraciadamente, perdí mi brazo y esas personas del ICE me vieron y se fueron”, aseguró con la voz debilitada por el dolor.
El impacto fue tan severo que perdió el conocimiento por momentos. “Cuando salí a la calle, ya no había nadie, se me nublaba mucho la vista. Luego me caí y me volví a caer. Ya un señor me auxilió y me ayudó a llamar a una ambulancia”, recordó.
Pese a los esfuerzos médicos, los doctores no pudieron salvar su extremidad. Desde el accidente, Jesús ha sido sometido a 2 cirugías y está a la espera de una tercera.
El único sustento de sus hijos
Además del impacto físico y emocional, la tragedia representa un golpe devastador en el plano económico. Jesús era el principal sostén de sus 2 hijos y su familia aún vive en México. Por ello, su hermana Rubí ha iniciado una campaña en GoFundMe para reunir fondos que ayuden a cubrir los gastos médicos y el proceso de recuperación.
“A mí me han dicho que van a tratar de cortarle un poco de su cuerpo para poder taparle la herida”, explicó Rubí en declaraciones al canal Univision.
Jesús, desde el hospital, ha expresado su gratitud por el apoyo recibido. “Me van a hacer la tercera cirugía, pero quiero agradecer el apoyo que me han brindado, también por los comentarios positivos”, dijo.
Apoyo en redes y llamado a la justicia
El testimonio de Jesús se ha viralizado rápidamente, generando indignación en redes sociales. Cientos de personas han alzado la voz exigiendo justicia, señalando que los agentes de ICE actuaron con negligencia al abandonarlo herido.
“Usted califica para la Visa U”; “Debe demandar, lo dejaron morir”, escribieron varios usuarios en TikTok y otras plataformas, donde se han difundido imágenes del joven con vendajes y visiblemente afectado.
La Visa U es un recurso migratorio que protege a personas indocumentadas víctimas de delitos graves en Estados Unidos. De acuerdo con especialistas legales, Jesús podría ser candidato para este beneficio si logra demostrar que fue víctima de un acto de negligencia o abuso por parte de agentes gubernamentales.
Un precedente para otros migrantes
El caso de Jesús pone sobre la mesa la discusión sobre los procedimientos de ICE y el trato a los migrantes en EE.UU. Si logra emprender acciones legales o acceder a la Visa U, su historia podría sentar un precedente importante para otras víctimas de prácticas abusivas por parte de autoridades migratorias.
Mientras tanto, continúa hospitalizado, aferrado a la esperanza de justicia y recuperación. Su historia ha servido también como una advertencia a otros migrantes en situación similar.
“Mis compañeros y paisanos, si no tienen nada a que salir a las calles, no salgan. Esas personas andan agarrando a toda la gente en la calle, en los buses… A mí ya no me agarraron porque pensaron que estaba muerto”, advirtió en su mensaje final.
Hasta el momento, ICE no ha emitido una declaración pública sobre este caso, pese a la creciente presión social y mediática. Grupos de derechos humanos ya han comenzado a documentar el hecho con la intención de solicitar una investigación formal y la protección migratoria correspondiente para Jesús.
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