Muere magnate del acero y su familia al estrellarse una avioneta en Ohio
La familia viajaba en Cessna bimotor que despegó poco antes de las 7:00 a.m. del domingo desde el Aeropuerto Regional de Youngstown
La avioneta se estrelló siete minutos después. Crédito: Keith Srakocic | AP
Un avión bimotor se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Regional de Youngswown, en Ohio, y se cobró la vida de seis personas, incluyendo un empresario del rubro del acero, su familia y los pilotos
James “Jim” Weller, de 67 años, reconocido propietario de Liberty Steel Industries Inc., junto a su esposa Verónica, su hijo John y su nuera María, estaban en camino a unas vacaciones en Montana cuando se estrelló la aeronave, informó el medio local WMFJ.
Los informes señalan que la familia viajaba en un avión Cessna bimotor que despegó poco antes de las 7:00 a.m. del domingo desde el Aeropuerto Regional de Youngstown. Solo siete minutos después del despegue, la avioneta cayó en una zona boscosa a aproximadamente dos millas del aeropuerto.
Por su parte, el jefe de bomberos local, Raymond Pace, describió el accidente como “el más mortal en la historia del área”. Estos esfuerzos para acceder al lugar fueron complicados por la densidad del bosque, pero finalmente lograron recuperar los cuerpos sin vida de los seis ocupantes.
Relatos de los testigos sobre el impacto
Mientras tanto, los residentes cercanos reportaron haber escuchado una explosión similar a un trueno y vieron una densa columna de humo elevarse tras el choque. Una testigo de nombre Sarah Thompson, afirmó a Cleveland 19 que el impacto “sonó como una bomba”.
“Pensé que había una tormenta y luego dos estallidos más de sonido parecido a un trueno”, añadió la vecina Rachel Flowers. La magnitud del impacto fue tal que las autoridades consideraron milagroso que no hubiera víctimas adicionales en tierra.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha iniciado una exhaustiva investigación para determinar las causas del accidente. Hasta ahora, los equipos especializados han realizado estudios aéreos con drones para mapear el área afectada y monitorear posibles riesgos ambientales relacionados con el derrame de combustible u otros peligros.
La Administración Federal de Aviación (FAA) colabora estrechamente con la NTSB bajo los protocolos habituales.
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