Jefa de espionaje de Trump asegura que administración Obama inventó información sobre Rusia
Tulsi Gabbard publicó una cronología que describe los eventos que condujeron a la evaluación de 2017 de que Rusia trató de influir en las elecciones de 2016

Entre los documentos que Gabbard desclasificó hay correos electrónicos y memorandos publicados bajo el lema del nuevo "Grupo de Iniciativas del Director". Crédito: Ezra Acayan/Pool | AP
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), ha publicado una serie de informes recientes de la administración del presidente Donald Trump con el objetivo de verificar conclusiones de hace años de la comunidad de inteligencia sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 a favor del republicano.
Por años, el magnate neoyorquino ha difundido desinformación sobre las conclusiones, tildando toda la investigación de Rusia de “engaño”, pese a contar con evidencias que la respaldan y que ha sido examinadas sistemáticamente por agencias de inteligencia, legisladores y abogados del Departamento de Justicia (DOJ).
El viernes, la ODNI publicó un comunicado en el que aseguraba que su directora, Tulsi Gabbard, había dado a conocer pruebas contundentes de que el expresidente Barack Obama y sus funcionarios de seguridad nacional habían inventado y politizado información de inteligencia para lanzar un supuesto golpe de Estado que duró años contra Trump.
Gabbard repitió las conclusiones en las redes sociales X, Truth Social, y en entrevistas con Fox News en los días posteriores.
Entre los documentos que Gabbard desclasificó hay correos electrónicos y memorandos publicados bajo el lema del nuevo “Grupo de Iniciativas del Director”, formado para “ejecutar las órdenes ejecutivas del presidente Trump destinadas a reconstruir la confianza en la [comunidad de inteligencia]”.
En los archivos, los funcionarios de Obama intercambian correspondencia sobre los intentos de los rusos de interferir en los comicios y concluyen que era poco probable que los piratas informáticos rusos comprometieran con éxito la infraestructura física de las elecciones o alteraran los totales de votos sin ser detectados, pero que podrían tener éxito en influir en la confianza de los votantes en las elecciones.
“No hay indicios de una amenaza rusa de manipular directamente el recuento de votos mediante medios cibernéticos”, escribió un funcionario de la ODNI, cuyo nombre fue omitido en un correo electrónico divulgado hace poco. “Sin embargo, como se ha visto en informes recientes de los medios de comunicación, es probable que cualquier actividad cibernética dirigida contra la infraestructura electoral afecte la confianza pública”, continuó.
Asimismo, Gabbard publicó una cronología que describe los eventos que condujeron a la evaluación de 2017 de que Rusia trató de influir en las elecciones de 2016. La cronología se enfoca en las conclusiones de los funcionarios de inteligencia de que Rusia posiblemente no uso ni usaría medios cibernéticos para comprometer directamente los sistemas electorales o alterar los recuentos de votos.
La directora republicana sostiene que esas conclusiones son hipócritas y desvirtúan (si no contradicen directamente) la evaluación que hizo la comunidad de inteligencia en 2017 de que Rusia trató de influir en las elecciones.
Pero los funcionarios de Obama nunca aseguraron que los piratas informáticos rusos hubiesen cambiado con éxito los votos o pirateado la infraestructura electoral a gran escala.
La verificación de 2017 se enfoca en la influencia rusa, desde las redes de desinformación en redes sociales, las campañas de piratería informática, las granjas de bots rusos y otras estrategias más psicológicas hechas por actores rusos, informó NPR.
Los especialistas de la comunidad de inteligencia reconocen que el pirateo ruso dirigido a la infraestructura electoral posiblemente fue limitado y tuvo como propósito recopilar información.
Por su parte, los demócratas se apresuraron a criticar la nueva publicación de la ODNI por contradecir las revisiones previas a la evaluación, además de ser deshonesta y tener motivaciones políticas.
“Esto es una completa tontería”, escribió el representante Jim Himes, demócrata de Connecticut, en la plataforma X.
“Lamentablemente, no sorprende que la Directora Nacional de Inteligencia (DNI) Gabbard, quien prometió despolitizar la comunidad de inteligencia, esté utilizando una vez más su cargo para amplificar las teorías conspirativas del presidente sobre las elecciones”, escribió el senador Mark Warner, demócrata por Virginia, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado.
Entre tanto, a inicios de este mes, el director de la CIA, John Ratcliffe, publicó un informe aparte en el que examinaba los procesos internos en medio de la elaboración de la evaluación de 2017. En X, afirmó que funcionarios del exmandatario demócrata había “manipulado información” para intentar “atrapar a Trump”.
No obstante, al igual que los correos electrónicos y memorandos recientemente desclasificados, el informe de la CIA no parece contradecir directamente la tesis central de la evaluación de 2017: que Rusia trató de influir en el público de Estados Unidos y sus percepciones de las elecciones de 2016.
La comprobación de las “lecciones aprendidas” de la CIA sobre el procedimiento analítico detrás de la evaluación de 2017 identificó varias recomendaciones para un cumplimiento más estricto de los estándares de la agencia, pero en última instancia apunto que las conclusiones reales de esa evaluación eran “defendibles”.
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