Stellantis anticipa pérdidas cercanas a los $2,700 millones en 2025, por aranceles
Esta armadora prevé que el efecto de las restricciones comerciales les costará al menos $350 millones, por lo que ya anunció algunas medidas de contingencia

Stellantis estimó un fuerte impacto financiero a causa de los aranceles impuestos a la industria automotriz. Crédito: AP
Stellantis, la cuarta mayor productora de vehículos del mundo, estimó una pérdida neta de hasta $2,700 millones de dólares en el primer semestre de 2025, arrastrada por el efecto de los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump a los autos ensamblados fuera de EE.UU.
Esta armadora, propietaria de marcas como Jeep, Ram y Peugeot, prevé que el efecto de las restricciones comerciales les costará al menos $350 millones de dólares, por lo que ya anunció algunas medidas de contingencia, como la parada de actividades en sus plantas instaladas en Canadá y México y suspendió temporalmente a 900 trabajadores de sus plantas en Michigan e Indiana.
Además, la empresa espera aproximadamente un impacto por $3,840 millones en cargos netos antes de impuestos, por costos de cancelación de programas y deterioros de plataformas, reestructuración y el impacto neto de los costos relacionados con los estándares de emisiones, porque algunos de sus vehículos han violado la normativa sobre el promedio de economía de combustible de su producción anual.
La crisis en la industria automotriz provocada por los aranceles
Ante la situación, los diferentes fabricantes de automóviles han afirmado públicamente que los aranceles de Trump podrían aumentar los precios, reducir las ventas y hacer que la producción en Estados Unidos sea menos competitiva a nivel mundial, efectos opuestos a la intención de imponer los aranceles para dinamizar la productividad de las armadoras instaladas en EE.UU., obligándolas a cerrar sus operaciones fuera del país.
La industria ya tenía una cadena de producción estable y eficiente, luego que enviaba vehículos o piezas a través de sus fronteras norte y sur en varias ocasiones, como parte del proceso. Sin embargo, a partir de los anuncios de aranceles, varias fábricas debieron implementar suspensiones programadas y despedir temporalmente a algunos de sus trabajadores en EE.UU.
Pero el caso de contingencia se sigue replicando: General Motors ya había anunciado una reducción en sus expectativas de ganancias anuales como consecuencia de un golpe arancelario de hasta $5,000 millones de dólares este año. Por su parte, Ford estimó pérdidas por al menos $1,500 millones por el mismo tema.
Según el Centro de Investigación Automotriz, un arancel uniforme del 25% como el que promueve el gobierno de Donald Trump podría provocar costos adicionales superiores a los $107,000 millones de dólares para los fabricantes que operan en EE.UU. y solo el impacto de las tres grandes armadores instalados en Detroit (Stellantis, GM y Ford), superaría los $41,900 millones.
Esto confirma el efecto dominó que ya se muestra en los balances financieros, las líneas de ensamblaje y el mercado laboral, incluso antes de que los aranceles entren en vigor a partir del 1 de agosto, por lo que el sector ya padece una creciente incertidumbre.
Stellantis, un monstruo automotriz
El consorcio Stellantis surgió tras la fusión en 2021 de la armadora francesa, Peugeot, con la italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles y estableció su sede en los Países Bajos. Desde entonces, se ha convertido en el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo.
Hace apenas dos meses, Antonio Filosa asumió el cargo de CEO, tras la salida de Carlos Tavares el año pasado y anunció que el próximo 29 de julio publicará sus resultados financieros para la primera mitad del año, luego que anunció en abril la suspensión de su orientación financiera desde abril.
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