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¿Por qué hablamos solos? La ciencia explica este comportamiento cotidiano

Los expertos revelan que hablar solo mejora la memoria, reduce el estrés y fortalece la concentración. Descubre cuándo es saludable

Hablar solo

Hace unos años, era muy mal visto que hablaras solo. Crédito: Shutterstock

Durante décadas, hablar solo se consideró una rareza o motivo de preocupación. Sin embargo, la psicología moderna ha revolucionado esta percepción, revelando que conversar con uno mismo es un comportamiento completamente normal que ofrece múltiples beneficios cognitivos y emocionales.

Lejos de ser una señal de alarma, los especialistas en salud mental coinciden en que hablar en voz alta consigo mismo puede mejorar significativamente nuestro bienestar mental y rendimiento cognitivo.

Los beneficios científicamente comprobados de hablar solo

1) Potencia la función cognitiva y la concentración

La investigadora Hélène Loevenbruck, del Laboratorio de Psicología y Neurocognición de Grenoble, explica que cuando verbalizamos nuestros pensamientos, activamos múltiples áreas sensoriales del cerebro.

Este proceso neurológico favorece una comprensión más profunda de nuestras ideas y sentimientos, actuando como una herramienta cognitiva natural para pensar con mayor claridad.

“Al poner en palabras los pensamientos se activan distintas áreas sensoriales, lo que favorece una comprensión más profunda y una mayor conciencia de lo que se piensa o se siente”, detalla Loevenbruck en sus investigaciones sobre neurocognición.

2) Fortalece la memoria y facilita el aprendizaje

Los estudios del profesor Gary Lupyan, de la Universidad de Wisconsin, demuestran cómo hablar solo impacta positivamente en la memoria. Sus investigaciones revelan que decir en voz alta el nombre de un objeto mientras lo buscamos activa redes visuales y conceptuales en el cerebro, facilitando significativamente su localización.

Este mecanismo explicaría por qué muchas personas instintivamente nombran objetos mientras los buscan o repiten información importante en voz alta para recordarla mejor.

3) Proporciona apoyo emocional y reduce la ansiedad

La psicoterapeuta Anne Wilson Schaef ofrece una perspectiva emocional valiosa: “Todos necesitamos alguien que nos entienda, que nos escuche y esté de nuestro lado, y muchas veces esa persona somos nosotros mismos”.

Este diálogo interno externalizado brinda una sensación de compañía interna y seguridad emocional, especialmente útil para personas que viven solas o atraviesan momentos de estrés.

Dirigirse unas palabras a sí mismo suele ser esencial en algunos escenarios para potenciar nuestra seguridad. (Foto: Shutterstock)

Hablar solo como estrategia de autorregulación emocional

En situaciones de alta presión o ansiedad, hablar en voz alta funciona como un ancla emocional. Frases como “tranquila, puedes con esto” o “solo falta un poco más” actúan como herramientas de contención que ayudan a calmar el sistema nervioso.

La terapeuta Grace Lautman destaca que este tipo de verbalización permite transformar una voz interna crítica en un tono más amable y compasivo. Al expresarse en voz alta, se refuerzan mensajes positivos que aumentan la confianza y generan calma frente a situaciones desafiantes.

¿Cuándo hablar solo puede ser motivo de preocupación?

Aunque en la mayoría de casos hablar solo es una conducta adaptativa, existen señales de alerta que no deben ignorarse. Los especialistas en salud mental identifican situaciones que podrían requerir atención profesional:

* Frecuencia excesiva: Mantener largos monólogos constantes sin propósito claro.

* Contenido perturbador: Conversaciones cargadas de mensajes negativos o desconectadas de la realidad

* Interferencia social: Cuando el hábito comienza a afectar las relaciones interpersonales o el desempeño laboral.

* Contexto inapropiado: Monólogos en público sin consideración del entorno social.

En casos severos, este comportamiento podría estar asociado a trastornos de ansiedad o, en situaciones más graves, a síntomas psicóticos que requieren evaluación profesional.

La clave está en el equilibrio y la funcionalidad

Los expertos enfatizan que la diferencia fundamental radica en la funcionalidad del comportamiento. Cuando el diálogo interno cumple funciones como la autorreflexión, planificación o automotivación, sigue siendo una herramienta saludable que refuerza el bienestar mental.

La observación de 3 factores es crucial para determinar si hablar solo es saludable:

* Frecuencia: ¿Es ocasional y situacional o constante?

* Contenido: ¿Es constructivo o predominantemente negativo?

* Impacto: ¿Mejora o interfiere con la vida diaria?

En una era donde la salud mental cobra cada vez más importancia, reconocer y aprovechar herramientas tan accesibles como el diálogo interno puede marcar una diferencia significativa en nuestro bienestar cotidiano. La próxima vez que te escuches hablando solo, recuerda: tu cerebro está trabajando de manera inteligente para ayudarte a pensar mejor.

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