Efigenia Ramos de asistente de Silvia Pinal a emprendedora culinaria

Efigenia Ramos, tras una trayectoria de más de tres décadas al lado de la reconocida actriz Silvia Pinal, decidió escoger un rumbo laboral completamente alejado del que venía asumiendo. Aunque llegó a recibir algunas ofertas laborales, como las de Frida Sofía o Luis Enrique, decidió optar por un proyecto junto a su hijo Aldo.

Ahora se dedican a la venta de comida a domicilio, emprendimiento que nació de forma paulatina y que les permite seguir adelante juntos. En una exclusiva para TVNotas, ella mencionó la razón por la cual decidió tomar ese camino y también cómo fue que surgió la idea de sumergirse en el mundo gastronómico: “De tiempo atrás hemos cocinado. Le enseñé a mi hijo. Él tomó 13 cursos de asados y ahumados. Yo le hacía de comer a la señora Silvia. Ella nunca cocinó. Tuvo una vida muy intensa”.

Durante esa etapa como asistente de Silvia, ella tuvo la oportunidad de demostrar sus habilidades en la cocina en infinidad de ocasiones. También aprovechó para realizarle algunos platos favoritos. Ahora ella mencionó que la familia ya la liquidó y gracias a eso ha podido continuar con su negocio familiar. Así como destacó que no manejan altos costos para que puedan tener acceso a sus delicias culinarias.

“Me liquidaron. El negocio lo hemos hecho poco a poco. Por la pandemia, empezamos a vender comida para amigos que no podían salir. Nuestra comida es muy económica y todo es de primera. Hacemos comidas corridas, gourmet, para eventos y fiestas de más de 100 personas. A mi jefa le hacía bacalao y romeritos para Navidad. En sus fiestas también hacíamos comida”, explicó la revista.

La experiencia que ella adquirió en todo este tiempo, sumada a su pasión por la cocina, la ha llevado a convertirse en una emprendedora exitosa. Sin embargo, por el momento no se ha planteado tener su propio local, debido a las inseguridades que se viven en México. Aun así, ha aprovechado para considerar algunas opciones en caso de poder hacer algo más grande más adelante, y podría tratarse de una asociación.

“Me da miedo poner un restaurante por la inseguridad. En diciembre tenemos muchos clientes y llamamos a algunos amigos con carro y motos para hacer entregas. Si alguien se quiere asociar, si nos ofrecen un buen lugar, lo hacemos. La gente dice que tenemos buena sazón“, dijo.

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