Así quedó el nuevo mapa geopolítico con los aranceles de Trump, ante su entrada en vigor
La Casa Blanca justificó las medidas diciendo que es una "reestructuración del comercio mundial en beneficio de los trabajadores estadounidenses".

Donald Trump reprochó nuevamente a Canadá por su falta de colaboración en el combate al fentanilo. Crédito: AP
El presidente Donald Trump firmó la tarde de este jueves, un decreto que impone aranceles más altos a decenas de países configurando un nuevo mapa del comercio mundial argumentando un beneficio para la economía de Estados Unidos.
La primera gran noticia es que las nuevas tarifas aduaneras no entrarán en vigor este viernes como estaba previsto inicialmente, sino dentro de siete días, con el objetivo de dar tiempo a las aduanas para prepararse:
“Estamos en una reestructuración del comercio mundial en beneficio de los trabajadores estadounidenses”, escribió la Casa Blanca en uno de los documentos en los que anuncia los nuevos gravámenes. “Se trata de abordar aún más el creciente déficit comercial anual de bienes de Estados Unidos” y “proteger a Estados Unidos de las amenazas extranjeras a la seguridad nacional y la economía”.
Países con las tasas más altas y otros que lograron acuerdos de largo plazo
Entre las cifras más destacadas confirmadas este jueves, Siria recibirá un arancel de 41% a sus exportaciones a Estados Unidos, mientras que Suiza tendrá que pagar un 39%. Argelia recibió un 30%, Bangladés al 20%, Laos al 40% e India al 25%.
Canadá, uno de los principales socios comerciales de EE.UU. también fue uno de los países más afectados luego que su cuota pasó del 25% al 35%, salvo los productos amparados bajo el Tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC).
“Canadá no ha cooperado para frenar el flujo constante de fentanilo y otras drogas ilícitas, y ha tomado represalias contra Estados Unidos” argumentó la Casa Blanca. “Los cárteles mexicanos operan cada vez más laboratorios de síntesis de fentanilo y nitazeno en Canadá”, añade el reporte.
Por su parte, la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur, fueron de los pocos socios estadounidenses que lograron renegociar las tarifas de largo plazo y estarán sujetos al 15%, como la mayor parte de los países. El Reino Unido, Vietnam, Indonesia y Filipinas también alcanzaron acuerdos, todavía preliminares.
Washington también incrementó del 10 al 15% los aranceles de países para Costa Rica, Bolivia y Ecuador y mantuvo los previstos en abril para dictaduras latinoamericanas como Venezuela (15%) y Nicaragua (18%).
En el caso de Brasil, aparece una tasa del 10%, pero solo hasta el 6 de agosto. El miércoles el gobierno de Trump anunció una tarifa adicional del 40% como represalia por el juicio político contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, aliado de Trump, acusado en su país de organizar un golpe de estado contra su sucesor Luiz Inacio Lula da Silva.
Por su parte México, otro de los principales socios comerciales de EE.UU., Trump se mostró indulgente y otorgó una prórroga de 90 días para continuar con las negociaciones para un acuerdo bilateral. Mientras tanto, este país recibió un arancel del 25% para productos no incluidos en el T-MEC. Además, Trump informó que México “acordó eliminar de inmediato sus numerosas barreras comerciales no arancelarias, que eran muchas”.
En el caso de China, no hay cambio, ya que el plazo para la entrada en vigor de los aranceles contra este país está programada para el 12 de agosto y podrían volver a los niveles más altos en el mundo.
El efecto no será el deseado
“No cabe duda: el decreto y los acuerdos” concluidos en los últimos meses “destrozan el libro de reglas comerciales que ha gobernado el comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial“, opina Wendy Cutler, vicepresidenta senior del Asia Society Policy Institute.”Si nuestros socios pueden preservarlo sin Estados Unidos es una pregunta abierta”.
Hasta ahora la mayoría de los países se enfrentaban al arancel mínimo universal del 10% impuesto en abril y los aplicados a ciertos productos como el 50% al aluminio y el acero o el 25% a los automóviles. A partir del viernes también entrarán en vigor recargos del 50% para algunos productos fabricados con cobre.
Con esta configuración, los analistas insisten en su preocupación pues consideran que será un lastre para controlar la inflación, que subió al 2.6% en junio, según el índice PCE publicado el jueves, y para el crecimiento de Estados Unidos.
En cuanto a los mercados, las nuevas tasas arancelarias generaron muestras de alivio de algunos países que negociaron un acuerdo o lograron reducirlas con respecto a las anunciadas en abril. Otros expresaron su decepción o frustración por la falta de tiempo para negociar con el gobierno de Trump.
El caso más preocupante es el de China, país que tiene el mayor superávit comercial con EE. UU., ya que no ha habido acuerdos definitivos tras el fracaso de las conversaciones celebradas a principios de esta semana en Estocolmo. Trump aún no ha confirmado si extenderá la suspensión del 12 de agosto o bien aplicará las tasas que hacen virtualmente imposible el comercio con ambos países.
La reacción de los mercados financieros fue moderada. Los índices de referencia cayeron en Asia, con el Kospi de Corea del Sur, casi un 4% después de que el país obtuvo un acuerdo del 15%. Mientras que el dólar se debilitó a frente al yen japonés a más de 150 yenes por dólar.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, reconoció que su gobierno estaba decepcionado por el arancel impuesto a su país que pasó del 25% al 35%, a partir del viernes, al tiempo que las mercancías transbordadas desde otros países no especificados están sujetas a un arancel de importación del 40%.
“Canadá representa solo el 1% de las importaciones estadounidenses de fentanilo y ha estado trabajando intensamente para reducir aún más estos volúmenes”, dijo Carney en un comunicado.
En el caso de Suiza el arancel aprobado de 39% generará graves afectaciones al suministro de productos farmacéuticos y los servicios financieros. Además de que representa un aumento de ocho puntos porcentuales, respecto al 31% anunciado originalmente en abril.
Por su parte, el gobierno de Francia indicó que buscan una posible renegociación de partes del acuerdo arancelario entre la UE y EE. UU. que sea más favorable para el bloque europeo.
“Es una etapa y no nos detendremos aquí”, declaró el viernes el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot. “Queremos nuevas concesiones, garantías para los vinos y las bebidas espirituosas, un reajuste, un reequilibrio en el sector servicios, en particular los servicios digitales”.
Sigue leyendo:
– Desempleo en EE.UU. sube a 4.2% en julio, ante incertidumbre por el impacto de los aranceles
– Trump amenaza a Canadá con entorpecer acuerdo comercial si reconoce un Estado palestino
– Trump extiende tregua de aranceles a México, mientras sigue evaluación de su combate al narco