PSG se corona en penales ante Tottenham tras dramática remontada en la Supercopa de Europa
El PSG remontó una desventaja de 0-2 y terminó empatando a tres minutos del final. En la tanda de penales se impusieron 4-3
PSG celebra en la Supercopa de Europa. Crédito: Antonio Calanni | AP
Un épico París Saint-Germain, que fue domado por un Tottenham coral y compacto en el Bluenergy Stadium de Udine, Italia, resurgió de las cenizas como el ave fénix y se terminó llevando la Supercopa Europa en penales tras empatar a dos tantos.
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Los ingleses aplicaron la kryptonita de la presión alta a los franceses, que no encontraron oxígeno ni respuestas durante gran parte del encuentro.
Parece que los equipos ingleses y la presión asfixiante se le atragantan al PSG. Los dirigidos por Luis Enrique fueron víctimas de su propio guion: posesión sin profundidad, talento sin mordida, y una defensa que se deshizo ante el vértigo de los Spurs.
La cima del Tottenham y el abismo del PSG
El primer gol del Tottenham llegó a los 39 minutos del primer tiempo y fue obra del defensor neerlandés Micky van de Ven.
Todo comenzó con un centro largo y cruzado que ganó en el aire Cristian “Cuti” Romero, capitán de los Spurs. Romero mandó la pelota al corazón del área, donde se desató una serie de rebotes.
Tras un remate que dio en el travesaño, Van de Ven cazó el balón suelto y lo mandó a guardar con un derechazo seco. El arquero Chevalier, ya vencido, solo pudo mirar cómo el balón cruzaba la línea.
El segundo gol del Tottenham llegó apenas comenzado el segundo tiempo, a los cuatro minutos, y fue obra del capitán argentino Cristian “Cuti” Romero.
El equipo londinense ejecutó un tiro de esquina desde la derecha. Romero se elevó por encima de Marquinhos y Pacho, y conectó un cabezazo esquinado que se le escurrió al arquero Lucas Chevalier. El balón entró pegado al palo izquierdo, con una precisión quirúrgica.
PSG sacó el orgullo y resurgió de las cenizas como el ave fénix
Cuando todo parecía perdido para el PSG, apareció Kang-in Lee. Corría el minuto 85 y el fútbol, como siempre, guarda espacio para lo inesperado. En una jugada que parecía diluirse en la frontal del área, el balón quedó suelto y Kang-in Lee no dudó.
Controló con rapidez y sacó un zurdazo seco, cruzado, que se coló junto al palo izquierdo. El arquero Vicario llegó a rozarla, pero no lo suficiente. Gol. El primero del PSG. El primero del partido para ellos. El primero que encendió la chispa de una remontada que parecía improbable.
Ese tanto no solo recortó distancias: cambió el ánimo, el lenguaje corporal, el guion. PSG pasó de la resignación al asalto.
Cuando el reloj agonizaba y el Tottenham ya saboreaba el título, el PSG encontró oxígeno en el último suspiro. Un centro desde la izquierda, lanzado con desesperación más que precisión, encontró a Gonçalo Ramos en el corazón del área.
El delantero portugués, que había ingresado apenas trece minutos antes, se elevó entre los centrales y conectó un cabezazo letal. El balón viajó con violencia hacia el segundo palo, imposible para Vicario. Gol. Empate. Milagro.
El PSG, que había estado dos goles abajo hasta el minuto 85, igualaba el marcador en el 94. Ese gol no solo llevó el partido a los penales. Fue el golpe emocional que terminó de desmoronar al Tottenham.
La lotería de los penales se decantó para el PSG
Tras igualar 2-2 en el tiempo reglamentario, los parisinos se impusieron 4-3 desde los once pasos, con Nuno Mendes marcando el penal decisivo y Lucas Chevalier emergiendo como figura al detener el disparo de Micky van de Ven.
La serie comenzó pareja: Ramos, Dembélé y Lee Kang-in anotaron para el PSG, mientras Solanke, Bentancur y Porro respondían por Tottenham. Pero Vitinha falló su intento, dejando todo en manos del arquero. Chevalier respondió con una atajada clave y luego Mathys Tel erró su remate, abriendo la puerta para que Mendes sellara el título.
Fue un cierre de película para un partido que parecía perdido. El PSG, que iba 0-2 abajo, terminó celebrando su primera Supercopa de Europa.
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