Ciberbulliyng: Cómo saber si mi hijo es víctima y cómo proceder legalmente
Las estadísticas señalan que el 46% de jóvenes entre 13 y 17 años han sido víctimas de ciberacoso. Expertos comparten la mejor forma de enfrentar este problema
1 de cada 4 estudiantes de secundaria y preparatoria han sido víctimas de ciberbullying. Crédito: Ramón Espinosa | AP
El ciberbullying se ha convertido en uno de los acosos que enfrentan con mayor frecuencia los adolescentes en todo el mundo. Lo que puede iniciar como una broma, termina en un ciberacoso que puede llevar a la víctima a cometer ataques contra si mismos, al no poder detener el problema. ¿Cómo saber si mi hijo o hija está sufriendo de ciberbullying? y ¿existe alguna forma de proceder legalmente?, para ambas preguntas siempre existe una respuesta que puede prevenir la fractura de una familia.
El primer paso es conocer ¿Qué es el ciberbullying o ciberacoso? En una descripción de UNICEF dice que “es una intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”.
Mensajes, videos y fotos
Cuando un adolescente comienza a recibir mensajes ofensivos, fotografías obscenas, videos vergonzosos, recibe textos con carácter sexual, humillantes, se define que está siendo acosado por una o varias personas, ya sea dentro de su mismo entorno, o tal vez fuera de su ciudad o país.
Este material lo pueden recibir a través de aplicaciones como Facebook, Instagram, Roblox, Snapchat, Threads, TikTok o X. Así cómo en su teléfono móvil.
El Centro de Investigación sobre el Ciberacoso publicó una encuesta en donde señaló que 1 de cada 4 estudiantes de secundaria y preparatoria han sido víctimas de acoso cibernético en los últimos 30 días.
El 28,6% de las jóvenes estadounidenses de entre 13 y 17 años han sufrido acoso cibernético en el último mes, en comparación con el 24,2% de los hombres.

Un abogado experto en el tema, así como una psicóloga que ha tratado adolescentes que sufren de acoso digital comparten la forma en la que las familias pueden enfrentar este problema.
Notar los cambios en el adolescente
Es importante destacar que la adolescencia es una etapa en la que los jóvenes se están independizando o individualizando de los papás, “por lo que es natural que en muchas ocasiones no le cuenten a sus padres nada, porque es entendible que necesitan su privacidad”.
Mónica Solorzano psicóloga con experiencia en caso de adolescentes compartió cómo los padres pueden abordar un tema tan delicado y sobre todo hacerlo a tiempo. Los padres conocen perfectamente a sus hijos y sabrán justo el momento que empiezan a ver cambios en sus rutinas, muchas veces pueden ser radicales.
“Si ves que tu hijo tiene cambios, por ejemplo que se encierra, lo ves ansioso, que come mucho o muy poco, que duerme mucho o muy poco, que está todo el tiempo con el teléfono o la computadora, cuando vean esas señales es importante buscar ayuda profesional”, dijo a El Diario de Nueva York, la doctora Solorzano.
La mayoría de las ocasiones, los jóvenes no se van a comunicar tan fácil con sus padres si comienzan a recibir mensajes ofensivos, los cuales afectan en su salud. Es posible, que se acerquen a su hermano mayor, primos, a un tío o una tía para contarles lo que están sufriendo.
¿Pero, de qué forma el familiar al saber el problema puede hablarlo con los padres, sin traicionar la confianza del menor?
“Lo que yo hago es pedir permiso a los adolescentes para poder contarle a sus padres. De esa manera, al familiar que eligió para compartir el problema debe pedirle permiso para decirle a sus padres, así evitamos romper la confianza que depositó, ya que lo importante es que los niños reciban ayuda”, expresó la psicóloga.

Lo mejor es abordar los temas con anticipación
La recomendación de Solorzano es que se reúnan en familia para que puedan hablar sobre los posibles problemas a los que se enfrentan todos los días los jóvenes, entre ellos el ciberacoso. “Deben llevar esa plática con mucho tacto y cuidado para evitar que sus hijos se cierren y no quieran compartir nada”.
Los padres deben apoyar a sus hijos y hacerles saber que no es el primero que sufre de ese ciberbullying, que no solo le está pasando a él o ella, y darle las herramientas para que sepan cómo manejar una situación así.
Suicidio como solución
¿Puede pasar por la mente de los adolescentes el suicidio como solución al acoso por internet?
“Lo importante es detectar si el adolescente está siendo víctima de este problema, ya que se debe actuar de inmediato, pues dependiendo de los traumas que puedan tener, o de la vergüenza que sufran, será cómo reaccionen los menores ante un problema de esta magnitud”.
La experta en el tema también recomienda que las escuelas deberían tener pláticas al respecto, y estar al pendiente de los alumnos para saber si algo anda mal con ellos para poder comunicárselo a los padres.
Deben guardar todo el material que reciben
Después de detectar que el joven está siendo víctima de los criminales a través de mensajes, se puede acudir con un abogado para que procedan legalmente, y así localizar a las personas y que paguen por sus delitos.
El abogado Miguel Custodio recomienda que “lo primero que tienen qué hacer es guardar todas las pruebas; capturas de pantalla, fotos de la computadora o pantalla, capturas de todos los mensajes, cualquier prueba digital la deben ir guardando porque ayudará en el caso”.
¿Procede una denuncia de ciberbullying?
“Las leyes de acoso se pueden usar para las personas que están acosando o acechando a través de internet. Lamentablemente ya es muy común que algunos jóvenes sean acosados a través de mensajes en las aplicaciones o en el teléfono móvil. Considero que todos los estados deben tener una ley que ataque estos delitos”, indicó el abogado Custodio.

También agregó que “en Nueva York no hay un código en la ley que esté hablando específicamente de ciberacoso, pero si hay leyes que se pueden usar para castigar a las personas que acosan. Por ejemplo, en California si hay una ley especifica contra cualquier acción que se use con medios electrónicos”.
“Sí procede una demanda”
El primer paso es que los adolescentes tengan la confianza suficiente con sus padres para poder mostrar que son blanco de personas sin escrúpulos, para después dar el paso a la ayuda legal y recurrir con la policía, quienes investigarán el caso.
“Sí procede una demanda, mostrando las pruebas y pueden ser cargos criminales o cargos civiles contra los daños que han sufrido la víctimas; como físicos, psicológicos y emocionales”, añadió.
¿Nos puede explicar cómo es el proceso?
“Hemos tenido casos similares y lo primero que pedimos es que nos den todas las pruebas, después se contacta a las compañías de las redes sociales para denunciar por lo que están pasando. La policía o detectives mediante los recursos que tienen pueden localizar a los acosadores y después continuar con los cargos contra ellos”.
“Ya en un caso civil se localiza a la persona, ya que muchas veces tienen diferentes cuentas. Además, hay personas o acosadores que están en otros países”, subrayó.
“El ciberacoso es demasiado serio”
Durante la investigación y en lo que se arma el caso para presentarlo ante un juez, también es importante que la víctima sea tratado con un especialista para continuar con todo el proceso.
“La víctima también puede aplicar para una orden de restricción y alejamiento“, en dado caso de que el acosador esté cerca. “En Nueva York el acoso es demasiado serio y si resultan culpables pueden darles hasta 7 años de cárcel”.

“Muchos de los jóvenes tienen vergüenza de decir lo que está pasando, pero es importante que sí lo digan porque si no, el problema crece más y va a llegar a un punto cuando el joven ya no soportará esto y hará algo grave”, compartió el abogado Custodio.
46% de jóvenes entre 13 y 17 años han sido víctimas
En una encuesta realizada por el Pew Research Center, dio como resultado que el 46% de los adolescentes estadounidenses de entre 13 y 17 años han experimentado conductas de ciberacoso, incluyendo insultos y falsos rumores en línea o en sus teléfonos celulares.
En la misma estadística se mostró que los adolescentes mayores son más propensos a ser víctimas de “cyber flashing”, que consiste en recibir imágenes explícitas de remitentes anónimos. Mientras que adolescentes afroamericanos mayores se ven afectados por la “pornografía vengativa”, donde sus fotos se comparten sin su consentimiento.
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