Pánico a las cortes de migración podría estar poniendo combustible a las auto deportaciones: “Prefiero irme, que estar en una ruleta rusa”
Inmigrantes consultados exteriorizan que prefieren salir voluntariamente, antes que someterse a una detención, y a una eventual deportación
Organizaciones y expertos legales explican cuáles migrantes tienen más riesgo de ser detenidos en estos edificios federales. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
Una audiencia en una corte de migración de Nueva York, bien sea para el seguimiento de un caso de asilo político o defender una orden de remoción del país, se ha convertido en un callejón sin salida para miles de inmigrantes, con o sin antecedentes penales o violaciones graves a las leyes migratorias. Especialmente, si esa cita es en el Federal Plaza del Bajo Manhattan.
La secuencia de noticias recientes y escaramuzas que rodean a este edificio federal, desde el pasado mes de mayo, sobre detenciones, agresiones, separaciones familiares y personas, que en efecto, han terminado siendo deportadas de forma expedita, congela del miedo a quienes como el venezolano ‘Miguel’, (así pidió ser llamado para esta entrevista), tienen en las próximas semanas una audiencia programada por su caso de asilo.
“Créeme que más bien, estoy pensando en irme antes del país que pasar por la experiencia de ser detenido. Igual aquí ha sido muy complicado siquiera sobrevivir. No hay trabajo. Uno se las juega (se arriesga) si estuviera viendo un futuro prometedor aquí. Pero en realidad, no hay vida. Solo miedo y racismo”, percibe el caraqueño.
Miguel dice que está “clarito” que si no asiste a la audiencia, de igual forma obtienes una orden de deportación automática. Pero si cumples con tu cita, así sea que estés aplicando a un caso legítimo, también te pueden detener y deportar.
“Es como una ruleta rusa. Por eso te digo, estoy entre la espada y la pared. Y para mí, en lo personal, el mejor escenario sería auto deportarme a otro país. Es duro, porque no he podido ahorrar un centavo. Y regresar a Venezuela, no es una opción, Varios paisanos se han ido, por lo mismo”, relató.
De forma oficial, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indica que “en menos de 250 días, se estima que 1,6 millones de inmigrantes indocumentados, se han ido del país voluntariamente, mientras que 400,000 fueron expulsados, por las fuerzas del orden federales”.
Decisiones radicales
Si los reportes constantes de detenciones a personas sin antecedentes criminales causaban pánico, ahora, el incidente ocurrido el pasado 25 de septiembre, en una corte de Federal Plaza que involucró a la ecuatoriana Mónica Elizabeth Moreta-Galarza, una solicitante de asilo, quien fue empujada violentamente al suelo por un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), estaría poniendo mucho más combustible a las decisiones radicales que rodea los pensamientos de ‘Miguel’ y de centenares de personas en su misma situación: “Prefiero irme antes que asistir a esa especie de matadero”.
Mónica suplicó al agente que no arrestara a su esposo, pero este la empujó contra una pared y luego al suelo, frente a sus hijos, según un video viral.
Precisamente, este caso llamó la atención porque ella, su esposo Rubén Abelardo Ortiz López, y sus dos hijos de 10 y 12 años salieron de la sala con muchas esperanzas de legalizar su estatus, pues la jueza había fijado la siguiente audiencia para mayo de 2026. Sin embargo, en el pasillo, agentes de ICE los separaron y arrestaron a Rubén en medio de gritos y llantos.
Detrás de estas detenciones, hay una política oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informada en un boletín el pasado 6 de mayo: se anularon las directrices de la Administración Biden, para las acciones que impedían a las fuerzas del orden “realizar arrestos migratorios en los juzgados y envalentonaban a los delincuentes indocumentados”.
En el mismo texto, se remarca que los arrestos de “delincuentes indocumentados en los juzgados, son más seguros” para las fuerzas del orden, ya que han pasado por los controles de seguridad y se ha verificado que no portaban armas.
¿Quiénes tienen más riesgo?
Como destaca el Proyecto de Defensa de Inmigrantes (IDP) en un boletín que divulgó en meses pasados, “la mayoría de las personas afectadas, no han tenido abogados. A diferencia de casos penales, los inmigrantes no tienen derecho a representación en las cortes de inmigración. Y no todos pueden encontrar defensores, sin fines de lucro o privados, que los representen”.
El otro aspecto que puntualiza IDP, es que se siguen registrando casos de “deportación acelerada”, un proceso que pretende remover del país, a personas que han estado en los Estados Unidos por menos de dos años, sin una audiencia.
Además, esta organización con base a sus reportes, ha contabilizado claramente que se persigue a personas para arrestarlas en los tribunales, incluso cuando el juez no ha accedido a desestimar un caso, o tiene una solicitud de asilo pendiente, como bien demuestra la experiencia de Mónica.
“Durante la primera administración del presidente Donald Trump, vimos un aumento masivo en la persecución de personas, en los tribunales estatales de Nueva York y documentamos cientos de casos en donde se encarcela a personas, en las audiencias requeridas por la corte”, destaca esta organización en un boletín.
Además, IDP ha ponderado claramente cómo esto creó un “miedo abrumador entre los inmigrantes neoyorquinos”, a usar el sistema judicial y someterse a algún tipo de proceso legal.
El perfil de los arrestados
En un folleto virtual la American Immigration Lawyer Association (AILA), explica que desde el 21 de mayo de 2025, los oficiales de La Migra están instalados afuera de los tribunales de inmigración y pueden arrestar a las personas, después de que finalice su audiencia.
En algunos casos, el gobierno solicita desestimar (cerrar) el caso. Al terminar la audiencia, ICE arresta a la persona cuando sale del edificio, la deja bajo custodia e inicia la expulsión expedita, un proceso de deportación más rápido, que no incluye comparecer ante un juez.
Como también refiere AILA, hay un perfil de las personas que son un objetivo claro de la agencia federal, de acuerdo con las tendencias observadas en todo el país: quienes entraron a los Estados Unidos sin inspección. Y no pueden demostrar, que han estado físicamente presentes, durante dos años continuos.
De igual forma, las personas cuyo estatus de parole se terminó o se canceló, incluidos los participantes de CBP One y otros solicitantes del parole humanitario, aunque hayan estado en los Estados Unidos más de dos años.
Se aclara, que casi siempre, aunque se subraya que “no hay garantías”, están exentos de ser detenidos fuera de las cortes, cualquier persona que haya sido inspeccionada y admitida en los Estados Unidos, aunque su visa o estadía autorizada, haya expirado y también las personas que puedan demostrar que tienen dos o más años de presencia continua en el país, menores de 18 años, sin acompañante.
El boletín de AILA también aclara que “las personas que entraron al país con paroles, nunca fueron admitidas formalmente. Si su parole expira o se lo revocan, pueden entrar en el proceso de expulsión expedita”.
El dato:
- 1.6 millones de “inmigrantes ilegales, han abandonado voluntariamente el país en los últimos 200 días”, informó en un boletín la secretaria del DHS, Kristi Noem, el pasado mes de agosto.