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Este es el grave efecto del cierre del Gobierno en los vuelos y torres de control en EE.UU.

Controladores aéreos trabajan sin pago, aumentando sus niveles de estrés y escasez de personal en varias instalaciones

El aeropuerto de Newark es uno de los que ha resentido más fuertemente la escasez de controladores aéreos por el cierre del Gobierno.

El aeropuerto de Newark es uno de los que ha resentido más fuertemente la escasez de controladores aéreos por el cierre del Gobierno. Crédito: Shutterstock

El cierre gubernamental ha provocado interrupciones al tráfico aéreo en EE.UU., dejando torres de control como Burbank sin personal, lo que genera retrasos de hasta 2.5 horas, impactando a más de 12 aeropuertos clave, incluidos Newark y Denver, y a pasajeros en todo el país, ya que los pilotos en algunas áreas han tenido que recurrir a flujos de trabajo alternativos.

El trabajo de los controladores es considerado esencial en la industria aérea, por lo que deben trabajar durante el cierre, pero por el momento y hasta que se reabra el gobierno, trabajarán sin cobrar.

De momento, 12 instalaciones de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) reportan escasez de personal el lunes por la noche, incluyendo las torres de control de Burbank, Phoenix y Denver, donde presentaron los llamados “factores desencadenantes de personal”. Otras instalaciones que gestionan el tráfico aéreo en los aeropuertos de Newark, Nueva Jersey; Jacksonville, Florida; Chicago, Washington, e Indianapolis también reportaron escasez de personal.

El impacto más dramático se produjo en el aeropuerto de Burbank, donde la torre de control se cerró por completo alrededor de las 4:15 p. m. del lunes. Los vuelos pudieron despegar y aterrizar, pero tuvieron que seguir los procedimientos típicos de aeropuertos pequeños sin torres de control, provocando retrasos de más de 150 minutos.

Los aeropuertos Internacionales de Denver y Newark Liberty sufrieron retrasos en tierra, con una cantidad importante de vuelos detenidos, hasta que los controladores pudieron gestionarlos. Ambos aeropuertos son importantes centros de operaciones de United Airlines.

Una crisis laboral en ciernes

Además, el número de controladores que se reportan enfermos ha aumentado desde el inicio del cierre, dijo el secretario de Transporte, Sean Duffy, en conferencia de prensa el lunes donde se refirió a la situación que padece la torre de Newark.

“Así que ahora, mientras controlan nuestro espacio aéreo, lo que piensan es: ‘¿Cómo voy a pagar mi hipoteca? ¿Cómo voy a pagar el coche?’ ¿Creo que están más estresados ​​ahora mismo en nuestras torres? Sí. ¿Es inseguro nuestro espacio aéreo? No”, explicó el funcionario.

Ante la crisis, Duffy dijo que el Gobierno hará lo que sea necesario para mantener el espacio aéreo seguro: “Si tenemos más llamadas por enfermedad, reduciremos el flujo a un ritmo que sea seguro para el pueblo estadounidense”, agregó.

En una situación previa, el cierre gubernamental de 35 días entre diciembre de 2018 y enero de 2019, 10 controladores aéreos se quedaron en casa provocando una parálisis en el tráfico aéreo. Los retrasos, sumados a los agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) que se reportaron enfermos y causaron retrasos en los controles de seguridad.

Esto se debe a que las acciones laborales organizadas, incluidas las huelgas, están prohibidas por la ley federal. Sin embargo, al tratarse de un trabajo sumamente especializado y escaso, la dotación de personal es mínima y cuando un pequeño número de empleados que se toman tiempo libre no programado o bien, se reportan enfermos, pueden causar problemas importantes.

“No quiero que encuentren un segundo trabajo para pagarse, un trabajo para pagar las cuentas. Quiero que se les pague por el trabajo que hacen hoy, manteniendo nuestros aviones en el aire”, exigió Duffy al Congreso para poner fin al cierre del gobierno.

La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo (NATCA, por sus siglas en inglés), señaló que esta contingencia pone de relieve una escasez de personal que padecen y que se ha extendido durante décadas:

“Es normal que algunos controladores aéreos se reporten enfermos. Esto refleja la fragilidad de nuestro sistema de aviación en medio de la escasez nacional de estos profesionales esenciales. Casi 11,000 controladores certificados permanecen en sus puestos, muchos de ellos trabajando turnos de 10 horas hasta seis días a la semana, demostrando una dedicación extraordinaria para guiar de forma segura a millones de pasajeros, sin cobrar durante este cierre”, planteó en un comunicado.

Los aeropuertos pequeños padecen las peores afectaciones

Además, el cierre parcial del Gobierno suspendió la entrega de subsidios para los vuelos a ciudades más pequeñas. El Servicio Aéreo Esencial (EAS en inglés), que otorga fondos a las aerolíneas para volar a ciudades pequeñas que de otra manera no recibirían servicio aéreo, expirará el domingo, anunció este lunes el Departamento de Transporte.

El programa de Servicios Aéreos Esenciales se creó para garantizar que las comunidades rurales más pequeñas cuenten con el servicio de las aerolíneas y para mantenerlos operando, el Departamento de Transporte ha agotado todos los recursos para mantenerlos operando, lo que incluye la transferencia de fondos no relacionados de la FAA como anticipo.

El principal usuario de este espacio aéreo es Alaska”, declaró Duffy. “En Alaska no hay carreteras. Se viaja por aire, y muchas de estas comunidades son pequeñas. Pero todos los estados del país se verán afectados por la falta de subsidios a las aerolíneas para que presten servicio”.

Varias de las aerolíneas que operan estos vuelos ya anunciaron que planean continuar operando en los próximos días, pero si el cierre gubernamental se prolonga podrían parar:

“Estamos trabajando con cada comunidad y evaluando nuestras capacidades en caso de un cierre gubernamental prolongado”, declaró Skywest Airlines, uno de los mayores operadores del EAS, en un comunicado. “Nuestra intención es cumplir con nuestros compromisos de servicio”.

Mientras que Alaska Airlines opera vuelos a seis ciudades bajo el programa: “El apoyo del programa EAS es necesario para mantener este servicio vital”, declaró en un comunicado. “A pesar de esta posible incertidumbre, Alaska Airlines planea continuar operando vuelos confiables según lo programado mientras el Gobierno federal trabaja para resolver el cierre”.

Un servicio que debería ser considerado esencial

Un estudio realizado por el Equipo de Revisión de Seguridad del Sistema Nacional del Espacio Aéreo de la FAA en 2023 reportó que cuando el Gobierno federal cierra, “socava” la capacidad de realizar esta misión “crítica para la seguridad”.

Su informe analiza el impacto en la aviación de los cierres anteriores: “Este proceso intermitente en el Congreso ha provocado la interrupción de actividades críticas, en particular la contratación y capacitación de controladores de tráfico aéreo”, señala el informe.

“También ha entorpecido la implementación de programas clave de modernización tecnológica, retrasado miles de vuelos y paralizado miles de millones de dólares en inversiones en infraestructura aeroportuaria. Esta situación dificulta enormemente que la FAA lleve a cabo eficazmente la planificación y ejecución de sus operaciones a largo plazo”, concluye.

“Una operación crítica para la seguridad que funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año, y que sustenta el 5.2% del producto interno bruto nacional, nunca debería experimentar una interrupción en las asignaciones o autorizaciones”, señaló el informe.

Operaciones de emergencia

El Departamento de Transporte ha logrado mantener abierta la academia de controladores de tránsito aéreo en Oklahoma City por ahora gracias a la financiación de años anteriores, pero a Duffy le preocupa el posible impacto en la contratación y capacitación de nuevos controladores con la esperanza de eliminar la escasez persistente. Duffy advirtió que el personal de apoyo que capacita a los controladores tras su graduación podría ser despedido.

Duffy afirmó que ya se ha registrado un pequeño aumento de controladores que se reportan enfermos en algunos lugares. Cuando la situación empeora y genera escasez de controladores, la FAA reduce el número de despegues y aterrizajes para garantizar que los controladores no se vean desbordados y que el sistema se mantenga seguro. Sin embargo, esto genera retrasos y posiblemente cancelaciones. Cerca del final del cierre de 35 días durante la primera administración Trump, se produjeron retrasos generalizados en los vuelos debido a la escasez de controladores.

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