Destructor estadounidense USS Gravely llega a Trinidad y Tobago en medio de tensiones con Venezuela
La llegada del Gravely se produce mientras crece la tensión regional por las operaciones estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela
Trinidad y Tobago manifestó su respaldo al despliegue militar. Crédito: Andrea De Silva | EFE
El destructor USS Gravely de la Armada de Estados Unidos arribó este domingo a Trinidad y Tobago para participar en ejercicios militares que se desarrollarán durante varios días como parte del despliegue naval de Washington en el mar Caribe, informó EFE.
El buque de guerra atracó en un muelle de Puerto España cerca de las 9:00 de la mañana bajo estrictas medidas de seguridad, de acuerdo con testigos citados por la agencia de noticias.
La llegada del Gravely se produce mientras crece la tensión regional por las operaciones estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela. La isla de Trinidad se encuentra a apenas 11 kilómetros de la costa venezolana en su punto más próximo.
Además del destructor, se prevé la llegada de la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, que se sumará a las maniobras conjuntas con la Fuerza de Defensa trinitense.
En declaraciones a EFE, el vicepresidente de la Cruz Roja local, Edward Moodie, consideró que la presencia del buque debe servir para fomentar la cooperación y no la confrontación.
“Esta visita debe fortalecer la colaboración y no el conflicto. Nuestro objetivo debe ser proteger vidas y asegurar que los esfuerzos humanitarios y de seguridad vayan de la mano”, señaló.
Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, manifestó su respaldo al despliegue militar y aseguró que la visita forma parte de una alianza estratégica para reforzar la seguridad marítima y combatir el crimen transnacional.

“Trinidad y Tobago sigue siendo un Estado soberano comprometido con la paz y la cooperación. La visita del USS Gravely es parte de esa colaboración constante”, declaró.
La llegada del buque ocurre pocos días después de que el Pentágono desplegara en el Caribe al portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense, como parte de las operaciones contra el narcotráfico ordenadas por el presidente Donald Trump.
Estas maniobras ya han incluido ataques a presuntas embarcaciones dedicadas al tráfico de drogas, que según informes militares han dejado al menos 43 muertos en 10 bombardeos en el Caribe y el Pacífico.
El Ministerio de Exteriores trinitense informó que tanto el destructor como las fuerzas estadounidenses permanecerán en el país hasta el 30 de octubre para completar los ejercicios conjuntos.
Sin embargo, el aumento de la presencia militar estadounidense ha despertado preocupación en la región.
Diez exmandatarios de la Comunidad del Caribe —entre ellos los ex primeros ministros de Jamaica, Santa Lucía, Belice, Barbados, Antigua y Barbuda, y Dominica— emitieron un comunicado advirtiendo que el incremento de tropas, barcos nucleares y aeronaves de guerra en el área supone una amenaza para la estabilidad regional.
“La ‘zona de paz’ es un principio fundamental de la soberanía caribeña y debe preservarse frente a cualquier intento de militarización”, afirmaron los exlíderes en su declaración conjunta.
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