Guardia Nacional reduce presencia en Chicago y Portland mientras continúa la disputa legal por despliegues de Trump
El repliegue forma parte de un reajuste más amplio en la operación federal iniciada tras la ofensiva migratoria impulsada en ciudades gobernadas por demócratas
El Comando Norte de Estados Unidos está “reestructurando y ajustando el tamaño” de sus unidades. Crédito: George Walker IV | AP
Cientos de miembros de la Guardia Nacional destacados en Chicago y Portland comenzaron a ser retirados de sus posiciones y enviados a casa, en medio de las batallas judiciales sobre la autoridad del gobierno del presidente Donald Trump para desplegar tropas con fines de seguridad interna.
Así lo confirmó un funcionario de Defensa el lunes, quien habló con la agencia de noticias The Associated Press bajo condición de anonimato por no estar autorizado a comentar públicamente.
Según explicó, el repliegue forma parte de un reajuste más amplio en la operación federal iniciada tras la ofensiva migratoria impulsada por Trump en diversas ciudades gobernadas por demócratas.
El Comando Norte de Estados Unidos ya había adelantado el domingo que estaba “reestructurando y ajustando el tamaño” de sus unidades en Portland, Los Ángeles y Chicago, aunque aseguró que mantendría una “presencia estable y de largo plazo” en cada ciudad.
En Oregón, alrededor de 200 efectivos de la Guardia Nacional de California retornarán a su estado en los próximos días, mientras que cerca de 100 permanecerán en la zona de Portland para labores de entrenamiento.
La Guardia Nacional de Oregón también reducirá su contingente a la mitad, pasando de 200 a aproximadamente 100 agentes.
En Chicago, otros 200 soldados procedentes de Texas serán enviados de regreso y un grupo adicional de 200 quedará en alerta en la base de Fort Bliss, entre Texas y Nuevo México.
En tanto, unos 300 efectivos de la Guardia Nacional de Illinois seguirán en el área de Chicago, igualmente limitados a roles de entrenamiento por restricciones legales.
El funcionario señaló a AP que la proximidad de la temporada navideña pudo haber influido en el rediseño del despliegue.
“¡Ya era hora!”
Desde California, la portavoz del gobernador Gavin Newsom, Diana Crofts-Pelayo, celebró la retirada parcial y criticó la decisión inicial de Trump. “Nunca debió haber desplegado ilegalmente a nuestras tropas. ¡Nos alegra que por fin vuelvan a casa! ¡Ya era hora!”, expresó en un comunicado enviado por correo electrónico, citado por la agencia de noticias.
Las ciudades afectadas han mantenido una posición contra las acciones de la administración republicana.
Chicago, por ejemplo, presentó una demanda ante la Corte Suprema argumentando que los despliegues violan la soberanía estatal y no cumplen con los requisitos legales. En Portland, por su parte, la jueza federal Karin Immergut bloqueó de manera permanente la presencia de tropas al considerar que la Casa Blanca no pudo demostrar autoridad legal suficiente.
La administración respondió el domingo con una moción de emergencia para suspender esa orden mientras avanza la apelación.
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