NYC aprueba contrato de 3 años para autobuses escolares
Tras semanas de incertidumbre, los padres de familia pueden estar tranquilos, ya que está asegurado este servicio por un largo tiempo
Finalmente, el gobierno y las empresas que brindan el servicio, llegaron a un acuerdo luego de muchas tensiones. Crédito: Seth Wenig | AP
Después de semanas marcadas por frustración, demoras y la angustia de miles de familias, la ciudad de Nueva York finalmente aprobó un contrato de 3 años para las compañías que operan los servicios de autobuses escolares.
De acuerdo a Fox5 New York, la votación, realizada el miércoles por la noche, pone fin, al menos por ahora, a la incertidumbre sobre el transporte de unos 150,000 estudiantes de escuelas públicas, incluidos cerca de 68,000 niños con discapacidades que dependen diariamente de este servicio.
La decisión llegó tras un fuerte debate sobre los persistentes problemas del sistema: rutas poco fiables, autobuses que no aparecen, tiempos de viaje excesivos y una comunicación que, según padres y defensores, se queda corta ante las necesidades reales de las familias. Durante las últimas semanas, varios grupos comunitarios solicitaron a la ciudad que retrasara la votación hasta recibir garantías de mejoras concretas, como vehículos con aire acondicionado durante los meses más cálidos y un protocolo claro para reportar retrasos o ausencias.
El argumento de la ciudad: estabilidad y supervisión reforzada
Los funcionarios municipales defendieron la renovación, argumentando que el contrato de 3 años ofrece estabilidad en un momento crítico y evita interrupciones que podrían haber afectado el servicio a partir de enero. También insistieron en que habrá supervisión reforzada para exigir a las empresas de autobuses un mejor desempeño y el cumplimiento de los estándares de seguridad.
Según información compartida por Pix11, en paralelo, el Panel for Education Policy (PEP), la junta que aprueba los contratos mayores del Departamento de Educación, rechazó el mes pasado una propuesta inicial de extender los acuerdos por 5 años. Esa postura marcó un giro poco común: históricamente, el panel ha sido visto como un organismo que aprueba las prioridades del alcalde, pero con 3 vacantes actuales, la administración de Eric Adams ya no cuenta con mayoría asegurada. La oposición interna cambió el rumbo de la negociación.
La decisión de limitar la extensión a solo 3 años responde también a consideraciones políticas. Un contrato de 5 años habría superado el primer mandato del alcalde entrante, Zohran Mamdani, reduciendo la capacidad de su administración para renegociar reformas urgentes. Y los retos son muchos: actualmente el sistema mueve a 150,000 estudiantes en unas 9,000 rutas, con un costo anual cercano a los $2,000 millones de dólares. De los estudiantes que dependen del servicio, aproximadamente 43% tienen alguna discapacidad y requieren transporte especializado.

Críticas de padres y autoridades locales: “Nada cambia en 50 años”
Pese al alivio temporal, la aprobación del contrato no estuvo exenta de críticas. Varios padres y funcionarios electos sostienen que la ciudad lleva casi 5 décadas extendiendo acuerdos con las mismas compañías sin lograr mejoras significativas. Uno de los testimonios más impactantes vino del presidente del condado de Brooklyn, Antonio Reynoso, quien relató un incidente donde un conductor fumaba frente al autobús justo antes de dejar a su hijo de 5 años, quien tiene autismo y es no verbal. “Si damos un contrato de 3 años, estaremos en este mismo lugar en 3 años. Esto ha pasado durante casi 50 años”, advirtió.
Las extensiones aprobadas abarcan a 52 empresas y unos 17,500 empleados. Sin embargo, el contrato no entra en vigor de inmediato: antes debe ser registrado por la oficina del contralor. Para cubrir el periodo intermedio, el PEP también aprobó contratos de emergencia hasta finales de enero, evitando un vacío legal que podría haber paralizado el sistema.
Las compañías de transporte se declararon satisfechas de cerrar un acuerdo tras operar desde el verano bajo contratos de emergencia mensuales, luego de la expiración del convenio anterior en junio. Richard Bamberger, portavoz de las empresas, aseguró que esperan “seguir sirviendo a las familias y estudiantes de la ciudad”.
Tensiones previas y amenazas de recortes de servicios
La tensión fue especialmente alta en octubre, cuando las empresas amenazaron con recortar personal y suspender servicios si el panel no aprobaba la extensión a 5 años. Finalmente, cedieron y firmaron un contrato de emergencia de 30 días que vencía este mes, lo que redujo la preocupación de padres que temían quedarse sin transporte escolar en plena mitad del semestre.
Una cuestión clave sigue sin resolverse: la posibilidad de abrir un proceso de licitación completamente nuevo. Tanto funcionarios del Departamento de Educación como defensores han señalado que competir el contrato podría ser una oportunidad para modernizar el sistema. Sin embargo, las compañías no están dispuestas a participar si no se incluye una provisión conocida como Employee Protection Provision (EPP), que garantiza que los trabajadores sindicalizados despedidos sean contratados por otras empresas con el mismo salario. Debido a una decisión judicial estatal de 2011, esa cláusula no puede incorporarse en nuevos contratos, solo en extensiones. Un proyecto de ley para modificar esa situación continúa estancado en Albany.
Por ahora, la votación trae un respiro. Pero muchos padres advierten que seguirán vigilantes. El nuevo contrato ofrece promesas; las familias quieren resultados. Y la verdadera prueba será ver si los autobuses amarillos de Nueva York, tras años de retrasos, incertidumbre y quejas, finalmente llegan a tiempo.
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