Chicago entra en una nueva fase de tensión por la ofensiva migratoria de Trump: “Esto no ha terminado”
La preocupación ciudadana se mantiene, especialmente en comunidades inmigrantes que describen un ambiente de miedo persistente. “Todavía siento paranoia”
El DHS ha anunciado más de 3,000 arrestos en el área de Chicago. Crédito: Erin Hooley | AP
Chicago atraviesa una etapa tensa de la ofensiva migratoria impulsada por el gobierno de Donald Trump, un operativo que —de acuerdo con The Associated Press— ya ha dejado miles de arrestos y ha provocado protestas, investigaciones y nuevas demandas en los tribunales federales.
Aunque la operación más agresiva disminuyó en intensidad tras el traslado del comandante Gregory Bovino, conocido por dirigir redadas de alta presión en otros estados, AP señala que las detenciones continúan tanto en la ciudad como en sus suburbios.
La preocupación ciudadana se mantiene, especialmente en comunidades inmigrantes que describen un ambiente de miedo persistente.
“Todavía siento paranoia sobre cuándo podrían regresar”, dijo a AP Santani Silva, empleada de una tienda vintage en Pilsen, un barrio con amplia población mexicana. “La gente sigue con miedo”.
Bovino, figura clave de la Patrulla Fronteriza, encabezó durante más de dos meses una operación que utilizó camionetas sin identificación, helicópteros y agentes enmascarados para localizar a inmigrantes indocumentados y presuntos delincuentes.
Según datos recopilados por activistas citados por AP, durante el pico de la ofensiva se registraron hasta 142 avistamientos diarios de agentes, mientras que actualmente el promedio ronda los seis al día.
“Esto no ha terminado”, advirtió Brandon Lee, de la Coalición de Illinois por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados, en declaraciones recogidas por AP.
El suburbio de Broadview, donde opera un centro de procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ha soportado una presión particular durante la campaña.
Las protestas se tornaron tensas luego de que agentes federales usaran químicos irritantes, lo que llevó a la policía local a abrir tres investigaciones criminales sobre las tácticas empleadas.
La alcaldesa Katrina Thompson declaró una emergencia civil y trasladó las reuniones públicas a formato virtual tras amenazas de bomba, amenazas de muerte y disturbios vinculados a la operación.
“No permitiré que la intimidación interrumpa las funciones esenciales de nuestro gobierno”, dijo Thompson a AP.
Datos oficiales cuestionan la narrativa federal
El Departamento de Seguridad Nacional ha anunciado más de 3,000 arrestos en el área de Chicago, pero AP reporta que los datos entregados ante un tribunal muestran que apenas 16 de los 614 detenidos en los últimos meses —menos del 3%— tenían antecedentes considerados de “alto riesgo para la seguridad pública”.
El resto de los casos incluyen infracciones menores o falta de estatus migratorio.
“¿De qué se trataba todo esto?”, cuestionó Ed Yohnka, de la Unión Americana de Libertades Civiles de Illinois, en declaraciones recogidas por AP. “Nada de esto ha tenido sentido”.
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